Uno de cada tres trabajadores en España son fumadores, lo que conlleva un gasto aproximado para sus empresas de unos 2.076 euros anuales por cada empleado, en términos de pérdida de productividad cuando salen a la calle a fumar o por absentismo laboral, ya que faltan más al trabajo que los no fumadores.
Así se desprende de los resultados de un estudio realizado por la Sociedad de Prevención de Fremap y la farmacéutica Pfizer, que se han propuesto iniciar una campaña para intentar disminuir la tasa de tabaquismo en el ámbito laboral. De estos 2.000 euros anuales por trabajador, el 73 por ciento corresponde a la pérdida de productividad derivada del tiempo dedicado a fumar durante la jornada laboral, según ha explicado a Europa Press el doctor Antonio Meléndez, coordinador médico de Prevención Fremap en Andalucía Occidental.
Se estima, apunta este experto, que los fumadores consumen entre dos y cuatro cigarrillos de media durante su jornada laboral, y a cada uno le dedica entre 6 y 12 minutos, por lo que se estima que al día dedican una media hora a fumar. «Los tiempos varían en función del trabajo y del número de cigarrillos que se consumen. Generalmente, los que fuman más suelen tardar menos con cada cigarrillo», reconoce.
Comparando estos datos con el número de días laborables que hay en un año y el coste medio de la hora laboral según los convenios colectivos de 2012, los autores del estudio estiman que el coste anual por fumador está en torno a los 1.500 euros. A estos habría que sumar unos 500 euros anuales más, derivados de las bajas laborales de estos trabajadores, ya que los autores del estudio estiman que faltan unos 4 días más de media al año que los no fumadores.
Aunque el estudio no incluye una comparativa del coste medio del fumador con respecto a años anteriores, el doctor Meléndez apunta que tras la entrada en vigor de la Ley antitabaco en 2006 el trabajador fumador «sale más caro» a su empresa porque ahora «pierde más tiempo en fumar». «Como antes fumaban en su puesto de trabajo, no había pérdida de productividad», reconoce este experto, que no obstante celebra la entrada en vigor de dicha norma ya que ha logrado reducir el número de fumadores y que los que siguen fumando, lo hagan menos.
COMENTARIO:
En los países con nieve y frio de menos 20 grados en crudo invierno, es cómico ver a las puertas de centros comerciales o de factorías gente fumando con la cara colorada del frio y un semblante enfadado, pues ya adentro excepto en sus casas pocos sitios permiten fumar, dan pena verlos, pero se que esta ley es por el bien de los pulmones de los no fumadores, el tabaco produce varias enfermedades respiratorias, pero se por algunas amigas que dejar de fumar es tan difícil como llevar dieta de adelgazar, afortunadamente yo no fumo ni se lo permito a nadie en mi casa o en mi coche.
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