El Puntal-Villaviciosa-Asturias(foto J.A.Miyares)
EL TÉRMINO “EJEMPLO” ESTÁ FUERA DE USO.
QUIENES NOS APRIETAN EL CINTURÓN HASTA ASFIXIARNOS, NO DA EJEMPLO COM LAGARDE Y EL RESTOS DE POLÍTICOS.
La directora del FMI gana 380.000 euros al año y no paga impuestos por su cargo diplomático
"Indignas", "peligrosas", "esquemáticas". Las severas declaraciones de Christine Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional, exigiendo a los ciudadanos griegos que paguen sus impuestos y se quejen menos, y añadiendo que los niños del África subsahariana le preocupan más que los del país europeo, han generado una lluvia de críticas en Francia. La portavoz del Gobierno socialista, Najat Vallaud-Belkacem, ha definido las palabras de Lagarde como "un poco esquemáticas y caricaturescas", y ha recordado a la alta funcionara francesa que "no es el momento de dar lecciones a Grecia".
El líder del Frente de Izquierda, Jean Luc Mélenchon, abrió la espita el domingo al calificar las frases que Lagarde dijo al diario británico The Guardian como "indignas": "¿Con qué derecho habla de esa manera a los griegos? ¿Por qué no dice que son los armadores los que no pagan los impuestos y deben pagarlos? Los funcionarios y los trabajadores pagan sus tasas. Si tuviera moralidad política, (Lagarde) debería abandonar el cargo que ocupa", afirmó Mélenchon, que la semana pasada recibió en París a Alexis Tsipras, el líder del grupo izquierdista Syriza.
La patrona del FMI ha logrado poner de acuerdo, quizá por primera vez, a Mélenchon con la presidenta de la asociación patronal MEDEF, Laurence Parisot, que ha definido este lunes como "muy peligrosas" las palabras de Lagarde. "Creo que no hace falta dirigirse a los pueblos así, sobre todo en un momento en que el pueblo griego es víctima de una situación espantosa", ha dicho Parisot, recordando a la exministra de Economía, Finanzas e Industria de Nicolas Sarkozy que lo que hace falta ahora es "ayudar al pueblo griego, no humillarlo".
Para François Bayrou, jefe de filas del partido centrista MoDEM, las declaraciones de la directora del FMI son "extremadamente chocantes", ya que "acusa al pueblo griego como si fuera culpable y responsable", cuando este "solo ha pagado los platos rotos de unas crisis que han decidido otros". Según Bayrou, "los grandes responsables de la situación del pueblo griego son los Gobiernos de izquierda y derecha que pusieron una venda en los ojos" a los ciudadanos.
Internet también es un clamor contra la mujer que sustituyó a Dominique Strauss Kahn en el puesto más alto del FMI después de que el político socialista protagonizara el escándalo sexual del hotel Sofitel de Nueva York. Aunque Lagarde ha matizado su discurso a través de su página de Facebook diciendo que simpatiza mucho "con los griegos y con los retos que afrontan", y añadiendo que son "los más privilegiados y los más ricos quienes deben aportar más pagando sus impuestos", la directora del FMI había recibido esta tarde más de 20.000 comentarios indignados y solo 1.700 me gusta. Algunos internautas afirman que Grecia está viviendo una "crisis humana", y otros recuerdan a Lagarde que mejor haría callándose porque ella misma no paga impuestos.
Algunos mensajes hacen referencia a un artículo, aparecido el año pasado en la web Tout sur les impôts (Todo sobre los impuestos), que explica que el salario anual de Lagarde era ese año de 380.939 euros (de los cuales 57.829 euros son gastos de representación) y no está sometido al impuesto de la renta ya que es funcionaria internacional.
EL VATICANO TOMADO POR LAS INTRIGAS
La Gendarmería cree que el mayordomo Paolo Gabriele no actuó solo
Se dice en el Vaticano que los cuervos raramente vuelan solos. Que Paolo Gabriele, el mayordomo de Benedicto XVI arrestado el jueves pasado por robar y difundir documentación secreta, no es el único traidor. Se sospecha ahora de una mujer, igualmente al servicio directo del Papa. Joven. Casada. Italiana... Los rumores que suben y bajan el Tíber a veces dicen una cosa y otras veces justo la contraria. “El cuervo ha cantado”, aseguran unos, “y está señalando uno por uno a sus cómplices”. Otros, en cambio, sostienen: “Paoletto, en su celda, reza y calla”.
Unos y otros, sin embargo, coinciden en que ni el mayordomo desleal —46 años, casado, tres hijos, profundamente religioso— ni la misteriosa mujer aún sin nombre actuaron por su cuenta. Habrá más detenciones. De más nivel. La Gendarmería vaticana —bajo el auspicio de una triada de cardenales nombrados por el Papa— trata de responder la pregunta clave: ¿a quién beneficia la filtración masiva de documentos secretos conocida como Vaticanleaks? Todas las miradas se dirigen hacia las más altas instancias de la Santa Sede, allí donde desde un tiempo a esta parte los hombres de Dios libran una guerra endiablada por sentarse en la silla de Pedro en cuanto Joseph Ratzinger, que acaba de cumplir 85 años, se muera o dimita.
El cuervo Paolo, en ese caso, solo sería un chivo expiatorio. Su esposa, Manuela Citti, asegura: “Mi marido quiere bien a la Iglesia. Estoy segura de que no habría hecho jamás ninguna cosa que pudiera hacer daño al Santo Padre”. El mayordomo tiene la doble nacionalidad italiana y vaticana y, hasta su arresto, vivía con su familia en un confortable apartamento dentro de las 40 hectáreas del Estado Vaticano. Fue allí donde los gendarmes encontraron “cajas repletas” de documentos y “el aparataje necesario para reproducirlos”. Tras la acusación formal de robo, Paolo Gabriele designó a dos abogados de su confianza, que ya se han entrevistado con él en una cámara de seguridad en el Tribunal de Vigilancia del Vaticano. El Papa, que según sus portavoces se encuentra “golpeado y triste”, no ha hecho referencia explícita al escándalo, si bien ha aprovechado las celebraciones religiosas del fin de semana para enviar a los fieles un mensaje de tranquilidad: “El viento golpea la casa de Dios, pero el edificio construido sobre la roca no cae”.
No obstante, las diferencias entre los más altos representantes de la Curia, que hasta ahora se dirimían en secreto, empiezan a salir a la luz pública. El cardenal Carlo Maria Martini (Turín, 1927) ya advirtió ayer que la Iglesia, tras los últimos escándalos, “debe pedir perdón a todos para recuperar la confianza de los fieles”. El jesuita se remonta 2.000 años para decir que también Jesús fue traicionado y vendido y que ahora el Papa ha sido víctima de una acción malvada. Tal vez, insinúa el cardenal, porque los hombres de Dios están demasiado pendientes de “los tesoros de la Tierra”. Aunque sus amigos rechazan que Paolo Gabriele buscara lucrarse con la difusión de documentos, la Gendarmería vaticana está examinando sus cuentas bancarias y sus llamadas de teléfono para saber quiénes fueron sus compañeros de traición.