Picos de Europa-España(foto J.A.Miyares)
EL MALESTAR SOCIAL CREÓ EL MOVIMIENTO DE FORMA ESPONTÁNEA
"De rebote, como todos". Así llegó Chema Ruiz a la acampada de Sol. Un año después, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca es su hogar. Se le adivina una sonrisa cuando recuerda los 220 desahucios que ya han evitado, aún así, conoce sus limitaciones. Bueno, las de todos; las del movimiento y las del género humano, "vago por naturaleza". Cuando le preguntan por el talón de Aquiles del 15-M, no titubea: "Tener un plan. Eso le falta". Junto a otros protagonistas de la spanihsrevolution, Ruiz mira hacia adentro y reflexiona sobre los puntos débiles del movimiento.
Hace un llamamiento a un debate de fondo, "que no se ha hecho", para definir un objetivo. "El 15-M nace muy aséptico. Hay que definir cuál es el modelo de sociedad que queremos y cuáles son las vías para conseguirlo". No ignora la dificultad que eso entraña. "Aunar todas las ideologías, pensamientos... es muy complicado, pero nadie dijo que esto fuera a ser fácil. Partimos de una sociedad individualizada, donde la gente va a la suya. Son muchos años de adoctrinamiento que va a costar romper, pero hablamos más de siglas y de etiquetas, una vez que rompamos con ellas, ya está".
Desde Asamblea Sol también ven en este punto una de sus dianas, pero no disparan los mismos dardos. "El plan es que no hay plan". Apuntan a una concepción errónea de lo que es 15-M. "El movimiento es un estado emocional colectivo, y el principal problema llega cuando se intenta ordenar lo inordenable". Se buscaron respuestas tanto dentro como fuera, "mucho tuvo que ver también la prensa reclamando una voz única, un programa... algo que no tiene sentido seguir buscando". Un caso diferente son los colectivos y asambleas de barrios, "ellos pueden tener su agenda, incluso se puede llegar a formar en un futuro un partido político. Pero no será el 15-M como conjunto".
En esta misma dirección se pronuncia Víctor, miembro de la asamblea de Tetuán. "Uno de los mayores problemas es que en la sociedad, en los medios, incluso en el movimiento, no se ha hecho una reflexión acertada de lo que es el 15-M". Comenta que esto ha llevado a errores, a que la gente espere cosas que, "de momento, no pueden ser". Víctor piensa que el nivel de exigencia ha sido muy elevado, tanto por los medios como por la sociedad. Explica que esta inconcreción hace que "evolucione de una forma muy lenta. Se trata de un movimiento de conciencia y se camina poco a poco. Todo se basa en el compromiso de cada uno. ¿A dónde irá? No lo sé. Pero seguirá".
Operatividad
Ha sido muy cuestionada y Chema Ruiz lo entiende. Es más, cree necesaria una estructura organizativa que permita trabajar mejor, pero "nos liamos un poco con eso de que es un movimiento que no va de abajo a arriba". Aclara que una estructura no tiene nada que ver con renunciar a la horizontalidad, el problema es que "hay veces que hemos confundido la toma de decisión con la gestión".
Apunta directamente a la mecánica de la asamblea, "tal y como se ha contemplado el sistema asambleario es insostenible. Una detrás de otra; horas y horas... ese nivel es imposible de mantener. Aunque sólo sea por una cuestión de tiempo, quema", explica Chema mientras recuerda "asambleas de hasta 16 horas en Sol".
Este parece ser también el germen de la discordia en Democracia Real Ya. La creación de una asociación ha dado lugar a una guerra interna, que ha acabado con la expulsión de cinco de sus miembros.
Juego político
Entrar o no, esa es la cuestión. Ellos lo tienen muy claro, es parte de su esencia. No obstante, son muchos los que les apoyaron en Sol y no acaban de entender cómo se pueden cambiar las cosas sin participar en el juego. Íñigo Antolín entiende las dudas, pero cree que "el tema político no lo es todo. Hay otras maneras de éxito, de vida. Yo no creo que hubiera mucha diferencia si el 15-M se hubiera transformado en un partido. Tendríamos 2, 10 escaños... sería estupendo, pero con esta ley electoral no podríamos hacer nada".
¿Desaparecidos?
"El 15-M tiene mucha menos fuerza, tanto mediática como de participación. Yo he estado en asambleas con 500 personas y en las últimas no había 40", Chema reconoce la realidad, pero no habla en clave nosotros (15-M), habla de la sociedad. "Queremos que la gente sea capaz de asumir y participar y seamos un todo. Y eso es difícil y más en un momento como ahora".
Según Íñigo, en esta pérdida de visibilidad tiene mucho que ver el factor meteorológico. "No nos vamos a engañar, el invierno es duro".
Cierto es que el nivel de exigencia ha sido elevado y "es complicado que lleve a cabo a niveles de compromiso, sobre todo cuando hay un agotamiento general", explica Víctor (Tetuán). No obstante, "habremos desaparecido de los medios, pero te garantizo que el que está con la hipoteca sin pagar o en paro, sabe dónde estamos y nos conocen bien". Víctor estuvo en su momento en Sol y luego focalizó su trabajo a los barrios, donde cree hay mucho por hacer.
Las elecciones generales fue uno de los momentos donde la sociedad notó su ausencia. Chema sitúa los comicios: "Organizar la manifestación del 15 de octubre fue un buen golpe y conllevó mucho trabajo". Las generales estaban a la vuelta. "Sí que se hicieron algunas cosillas, pero ni se habían planificado como se debiera ni se pudo prever la difusión".
Asamblea Sol acude a la diversidad del 15-M para explicar esta ausencia. "Dentro del movimiento hay gente que vota y gente que no. No había una opinión común y se decidió no dividirnos. No estábamos allí el día 20, pero si estuvimos muchos meses fomentando el debate político". Víctor (Tetuán) sigue la misma línea y concluye "nosotros tenemos un compromiso político, pero no en clave electoral".
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