Tras permanecer dos meses perdido, murió por congelación.
Cuando Andrei Kurochkin decidió salir a pescar con dos amigos a la zona siberiana, nunca imaginó que no solo no regresaría de su viaje, sino que además acabaría siendo devorado por sus acompañantes.
Kurochkin salió de pesca junto a dos compañeros de trabajo, Abdullaev y Gorulenko, pero los tres acabaron perdidos por la gélida zona y permanecieron dos meses intentando regresar a casa. Cuando las autoridades rusas les encontraron, solo quedaban dos de los pescadores, Abdullaev y Gorulenko, que habían devorado a Kurochkin después de que este hubiera muerto, presuntamente por congelación.
La mujer del fallecido en tran desgraciadas circunstancias ha denunciado a los compañeros de trabajo de su marido al no crearse semejante historia: «De mi marido solo queda un pie, un dedo, y parte de la cabeza».
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