EL PENSADOR....
CAMINO DE VENEZUELA...
- Los trabajadores: con estos salarios y la precariedad actual que no llegan a fin de mes, los convertimos en pobres al servicio de un sistema que potencia la inestabilidad en todos los aspectos. No son trabajadores, son otra cosa, son esclavos.
- Los empresarios: son comparsas del mismo sistema, los unos a duras penas mantienen los negocios; los otros, los verdaderos aprovechados, solo saben sumar para ellos, sin reinvertir su capital en generar más empleo y riqueza, para facilitar a su alrededor ese dinamismo económico necesario para tener estabilidad y seguridad en todos los aspectos. En tiempos de vacas flacas son incapaces de ayudar a paliar los efectos y arrimar el hombro; es más, es cuando más ricos asoman. Su capital lo llevan a paraísos fiscales para no pagar impuestos, para figurar en las listas de los más ricos del mundo. -Tiene que ser jodido morirse siendo de los más ricos del mundo ¡ja, ja, ja...! ¿No es mejor que se lo gasten generando riqueza?, serán felices al mismo tiempo que darán felicidad a los demás. ¿No es mejor eso que dejarlo a sus herederos, que desde ya (estén seguros) están deseosos de verlo dando ortigas cuanto antes? ¡Serán memos! Un empresario de verdad se irá a la ruina antes de despedir a ningún trabajador, sabedor de que fueron ellos quienes le dieron todo lo que es o deja de ser. No son empresarios, son el egoísmo personificado, por eso no me dan pena cuando se mueran. ¿Verdad que tiene que ser jodido saber que tendrán que dejar aquí las sacas repletas para disfrute de otros que están ansiosos de verlos partir? No sean memos, inviértanlo en generar riqueza para familias necesitadas; no sean memos, los años que les queden serán lo mejor que han vivido. Las donaciones de quien le sobra son limosna barata que no recompensa su conciencia.
- Los sindicatos: debieran estar codo con codo con trabajadores y pensionistas, pero en el momento que lo dejaron Redondo y Camacho vinieron vividores al servicio de sí mismos, y personajillos sin carisma y personalidad. No son sindicatos, son cataplasmas.
- Los políticos: antes los veíamos prometer y jamás hacer, ahora además sabemos que lo único que se les da bien es corromperse, enchufar y apoltronarse. No son políticos, son tarambanas al servicio de especuladores y poderes fácticos.
Todo esto no es ninguna broma o entelequia personal, es la vida misma. Quien puede crear riqueza, empleo y pagar impuestos se escaquea de todo ello con la colaboración estelar de todos los organismos y administraciones. Llegaron a endiñarnos una reforma laboral que hace gratis el despido, que se pueda contratar y despedir por horas, permite con alevosía usar y abusar de los trabajadores como si fueran esclavos... y si fuera poco, añádele que se pueda despedir a un trabajador por tener la desgracia de caer enfermo. Si sumamos los miedos y presiones constantes sobre las pensiones, nos quedaremos con el colmo del santo cojón sindical. ¿Dónde estáis, Sordo y Pepín? A verlas venir, mejor ¡váyanse!
Solo nos quedan funcionarios y cargos públicos con empleo un poco decente e indefinido. El resto, salvo grandes empresarios, a verlas venir y sufrir. Nadie pone soluciones. Estamos repitiendo y cayendo en la historia de esos países latinoamericanos, fueron y no son. Así nosotros pasaremos a igualarlos en precariedad, pobreza, corruptela por gestión imposible. De donde no hay no se puede sacar. Todo irá disminuyendo irremediablemente, porque nuestras administraciones, nuestros políticos, carecen de la preparación y de los "cojones" para convencer por las buenas o por las malas a quien sí puede invertir y pagar, que lo haga.
Con empleos precarios y salarios de miseria, la ruina está servida, es cuestión de poco tiempo. No se podrán mantener empresas de todo tipo, las pensiones, funcionarios, políticos, sanidad, educación, seguridad... nada. Observan impasibles el abismo, ven el camino que llevamos, pero nada hacen, nada exigen, nada les preocupa y ocupa.
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