El PSOE busca un pacto con ERC que garantice investidura y Presupuestos
Aunque hay conversaciones diarias, ambos partidos señalan que lo importante es ver las posiciones en la negociación real.
El PSOE está apostando todas sus cartas al plan A, que es una investidura con 169 síes posibles (PSOE, Unidas Podemos, PNV, Más País, Coalición Canaria, PRC, BNG, Teruel Existe) y la abstención de ERC y Bildu (esta última no es imprescindible, pero va en el paquete de los republicanos) frente a los 163 noes de PP, Vox, Ciudadanos, Navarra Suma, Junts per Catalunya y la CUP. Los socialistas han decidido jugar muy fuerte esta baza, y están dispuestos a ser muy flexibles con ERC en la reunión entre los seis negociadores clave (tres por cada partido) que ha comenzado en el Congreso a las 17.00. El PSOE, que lleva dos semanas prácticamente sin informar de sus movimientos para la investidura, tiene previsto publicar un comunicado y no comparecer al final de la reunión para evitar las preguntas más comprometidas. Las reuniones seguirán hasta alcanzar un acuerdo. Los socialistas no quieren ir a la investidura sin cerrarlo antes.
El PSOE ha aceptado ya la idea de una mesa de partidos en la que se pueda hablar de todo y también la de un encuentro de Gobiernos, aunque ahí hay muchos más matices, porque los socialistas entienden que el marco de esa cita es la comisión bilateral que ya existe y que no parece el marco más adecuado para que ERC plantee sus demandas de autodeterminación. ERC está reclamando por su parte, antes de la investidura, un calendario claro de cómo será ese proceso para hablar del problema político catalán. Ambos grupos están muy expectantes ante esta cita clave porque aunque hay conversaciones diarias entre los principales dirigentes para preparar la negociación, y ya ha habido varias reuniones entre Adriana Lastra y Gabriel Rufián, fuentes de ambos partidos señalan que lo importante es ver qué posiciones se ponen encima de la mesa en la negociación real.
Ambos partidos tienen objetivos claros. El PSOE quiere sacar de esta negociación un compromiso de abstención en la investidura de Pedro Sánchez, porque no quieren estar hasta el último día pendientes de la negociación como sucedió en julio, cuando finalmente fracasó la investidura. Esta vez los socialistas quieren decir la fecha del pleno y convocarlo cuando ya esté todo cerrado, si eso es posible. Pero además, quieren que ERC les dé alguna garantía de que esta vez sí permitirá la aprobación de los Presupuestos, que los socialistas necesitan cuanto antes para poder desarrollar su política tras el acuerdo con Unidas Podemos. La decisión de ERC y PDeCAT de presentar una enmienda a la totalidad a las últimas cuentas en febrero llevó a la convocatoria electoral en abril, y las Cuentas que siguen en vigor son las del PP. El Gobierno quiere tener los nuevos Presupuestos aprobados antes del verano de 2020.
Mientras, ERC quiere compromisos muy claros de ese calendario para fijar el diálogo entre los dos Gobiernos. Ambos partidos tienen sus límites y sufren presiones de distintos sectores para no traspasarlos. En el caso de ERC es muy evidente la discusión interna, que sin embargo parece matizada después del abrumador resultado de la consulta interna, que refuerza a la dirección para negociar, pero sobre todo tiene la presión de JxCat, su socio de Gobierno en Cataluña, que prefiere rechazar la investidura de Sánchez y juega una estrategia de tensión dirigida por Carles Puigdemont. Lo que se dirime en estas conversaciones no es solo la investidura de Sánchez y sus Presupuestos, esto es la gobernabilidad en España, sino también el futuro político catalán. Si ERC apostara por centrarse en el eje izquierda/derecha, podría cambiar la dinámica y acabar en un Gobierno con los comunes apoyado desde fuera por el PSC tras las próximas elecciones catalanas.
Todos esos escenarios están encima de la mesa esta tarde. Por el PSOE han acudido la propia Lastra, José Luis Ábalos, número tres de la formación, y Salvador Illa (secretario de Organización del PSC). Por ERC estarán Rufián, Marta Vilalta, la adjunta a la secretaría general, y Josep María Jové, presidente del consejo nacional del partido. Jové, que fue mano derecha de Oriol Junqueras y está considerado uno de los ideólogos del procés, está imputado por malversación de fondos públicos, desobediencia grave y revelación de secretos por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. En su domicilio fue hallada una de las pruebas clave contra los dirigentes independentistas: la agenda Moleskine que recogía la hoja de ruta hacia la independencia.
Vilalta y Jové representan al sector más duro de ERC, el que tiene más dudas sobre el pacto con el PSOE, mientras Rufián, que siempre habla en positivo de "el PSOE de Lastra" y mantiene un contacto fluido con la portavoz, estaría en posiciones más favorables al acuerdo. En la reunión se verá también qué margen tiene cada uno.
Carmen Calvo, que no está en la cita de esta tarde, sí participa en el proceso de negociación porque mantiene el diálogo con Pere Aragonès, hombre fuerte de ERC, que nunca se ha interrumpido ya que ambos mantienen una buena relación.
La vicepresidenta en funciones dijo el miércoles que el PSOE no va a hablar del derecho de autodeterminación porque "no existe", pero eso no quiere decir que no se permita a ERC plantearlo en la mesa, el punto de encuentro al que ambos pueden llegar. Calvo también ha dicho que el camino está en el Título VIII de la Constitución, esto es, en la posibilidad de hablar de un mayor autogobierno sin independencia, con una posible reforma estatutaria. Pero ese escenario está aún muy lejos y el gran problema sigue siendo el rechazo del PP, que ya se opuso a la anterior reforma y logró frenar algunos de sus extremos en el Tribunal Constitucional.
Calvo ha mostrado este jueves hasta qué punto el PSOE apuesta por este plan A y quiere empujar a ERC hacia su lado más izquierdista para que ayude a la coalición de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. La vicepresidenta ha señalado en Córdoba: "Espero, también de ERC, que seamos capaces de saber que estamos delante de un momento límite. Hemos tenido dos elecciones en un año. Este país quiere un Gobierno progresista. Nos dirigimos a una izquierda histórica de nuestro país, que es ERC, para afrontar la investidura, y a partir de ahí, Constitución y diálogo para encontrar vías de solución". "ERC es otra izquierda histórica, hay puntos en común", ha insistido, tratando de buscar esa cercanía de los republicanos. Si el plan A falla y no hay acuerdo con ERC, a los socialistas no les queda más opción que mirar a Ciudadanos, que no parece estar muy dispuesto en este momento, o al PP para evitar las terceras elecciones. Pero todas las fuentes consultadas insisten en que Sánchez está totalmente volcado en el plan A.
VA POR MAL CAMINO ALGUIEN SE QUEDA SIN MANTA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario