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lunes, 3 de junio de 2013

TODO EL MUNDO A PILLAR DESDE EL REY PARA ABAJO

El Rey medió para que la Infanta alquilara su palacete a un jeque árabe por 36.000€ al mes
El Rey medió para que la Infanta alquilara su palacete a un jeque árabe por 36.000€ al mes.
El Rey movió los hilos y tiró de influencias a finales de 2010, antes del estallido del caso Nóos, para que la infanta Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin, que entonces residían con sus cuatro hijos en Estados Unidos, alquilasen su palacete de Pedralbes, en Barcelona, a un acaudalado jeque de Emiratos Árabes Unidos, según han revelado a El Confidencial fuentes muy cercanas a La Zarzuela.

La lujosa vivienda, que los duques de Palma compraron en 2004 por seis millones de euros gracias a un ventajoso crédito hipotecario concedido por La Caixa, era además la sede social de Aizoon S.L., la sociedad que la hija y el yerno de don Juan Carlos utilizaron presuntamente como pantalla para desviar una parte de los fondos captados por el Instituto Nóos y defraudar a Hacienda.   

El apoderado de Aizoon y hombre de confianza de los duques de Palma, Mario Sorribas -también imputado en el caso Nóos-, elaboró en enero de 2011 el borrador del contrato de arrendamiento del palacete, que fue alquilado durante un año al jeque Sheik Hamed bin Ahmed por un importe de 432.000 euros anuales, a razón de 36.000 euros al mes, un precio muy por encima de mercado para aquella época, según apuntan fuentes del sector inmobiliario.

Para pagar la hipoteca

Los Urdangarin-Borbón pusieron la mansión en alquiler poco después de mudarse en el verano de 2009 a Bethesda, en el Estado de Maryland, una de las ciudades con más ricos por kilómetro cuadrado de EEUU. Los duques de Palma confiaban en encontrar pronto un inquilino que les ayudase a costear la elevada hipoteca que pesaba sobre el palacete de Pedralbes, por la que debían abonar 50.000 euros al trimestre. Pero la crisis económica y la elevada renta exigida por la pareja -30.000 euros mensuales- disuadieron a los potenciales interesados.
Fue entonces cuando la infanta Cristina pidió ayuda a su padre. Y éste, que mantiene unas excelentes relaciones personales con el jeque Jalifa bin Zayed, presidente de Emiratos Árabes -un país que don Juan Carlos ha visitado en muchas ocasiones, tanto en viajes oficiales como, sobre todo, de carácter privado-, trasladó de manera informal a su amigo el interés de su hija por alquilar el palacete de Pedralbes, según las fuentes consultadas.

El Rey ha sido invitado en los últimos años por el jeque Bin Zayed al Gran Premio de Fórmula 1 de Abu Dhabi, en el que, al menos en una ocasión, estuvo acompañado por su amiga Corinna zu Sayn-Wittgenstein. Y el primer ministro del país y número dos del régimen, Mohamed bin Rashid al Maktoum, regaló al monarca español a finales de 2011 dos Ferraris valorados en más de 500.000 euros, poco después de que el Rey y Corinna acudieran a la penúltima carrera de aquella temporada.

Las gestiones de don Juan Carlos dieron sus frutos, porque en enero de 2011 el jeque Sheik Hamed bin Ahmed, primo del presidente de Emiratos Árabes y uno de los hombres de negocios más ricos del país petrolero del Golfo, firmó el contrato de alquiler del palacete de Pedralbes por un periodo de un año y 36.000 euros al mes. Hamed bin Ahmed es el presidente de Al Farida Investments Company, un conglomerado empresarial centrado en la construcción y promoción de hoteles de lujo, áreas residenciales exclusivas y centros comerciales de alto standing.

Cambio de domicilio de Aizoon

Tras la firma del contrato de arrendamiento, Sorribas, el testaferro de Urdangarin, advirtió a éste de que había que cambiar urgentemente el domicilio social de Aizoon y trasladarlo a otra sede. La sociedad pantalla de los duques de Palma y la residencia familiar compartían entonces la misma dirección: el número 11 de la calle de Elisenda de Pinós, en el barrio barcelonés de Pedralbes. Poco después, Aizoon acordó, en una Junta Extraordinaria presidida por la Infanta, trasladar su sede a la calle de Balmes.

La hija del Rey, en la declaración del impuesto sobre la renta de no residentes que presentó en 2011, cuando aún vivía en EEUU -y que ha sido incorporada al sumario que instruye el juez José Castro-, consignó los rendimientos de la renta inmobiliaria generada por el alquiler del palacete: 54.000 euros trimestrales, es decir, 216.000 euros al año. Urdangarin hizo lo propio en su declaración, ya que los duques de Palma tienen separación de bienes: otros 216.000. En total, Hamed bin Ahmed desembolsó a la pareja 432.000 euros por el arrendamiento de la vivienda.

Ésta, sin embargo, permaneció prácticamente vacía durante los 12 meses en que estuvo alquilada. Las fuentes consultadas aseguran que el jeque Hamed bin Ahmed apenas viajó a Barcelona un par de veces en ese periodo, y que sólo residió tres o cuatro días en el palacete en cada una de esas visitas. El resto del año la mansión estuvo deshabitada. El pasado verano, los duques de Palma y sus cuatro hijos regresaron a Barcelona, después de que Urdangarin fuera forzado a renunciar a su puesto de delegado de Telefónica en Washington.

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