CATALUÑA SI SIGUE CON EL PROCÉS, IRÁ A LA QUIEBRA.

Fachada de una sucursal de La Caixa

Los empresarios piden estabilidad para evitar más daño.

El número de empresas que ya ha cambiado su sede fuera de Cataluña desde el 1 de octubre rebasa ya las 3.100.

Los empresarios catalanes viven instalados en la inestabilidad desde hace meses. El referéndum independentista del 1 de octubre hizo saltar todas las alarmas y desató una fuga de empresas. El impacto económico comenzó a cristalizar en forma de bajadas del consumo y reducción del turismo. Las elecciones no han logrado disipar el desafío independentista y, ante la amenaza de un mayor coste económico, todas las patronales piden responsabilidad a los partidos políticos.

La agencia de calificación de riesgos Moody’s lanzó este viernes un informe que advertía de lo que la mayoría de empresarios ya saben: el resultado de las elecciones en Cataluña es negativo para el crecimiento económico, porque supone prolongar la incertidumbre, lo que podría deteriorar más el clima de negocios. “La llegada de turistas y la confianza en la inversión ya se había deteriorado en Cataluña tras la inestabilidad derivada por la declaración unilateral de independencia del 27 de octubre”, recordó la firma. Si el Parlament sigue centrado en la deriva independentista y no en la consolidación fiscal, avisó Moody’s, se “debilitarán aún más las ya débiles finanzas de la región”.

Los empresarios, a título individual, callaron este viernes. No quisieron avanzar si piensan seguir dando pasos para blindar sus empresas de la incertidumbre, con traslados de la sede fiscal o de personal. El número de empresas que ya ha cambiado su sede fuera de Cataluña desde el 1 de octubre rebasa ya las 3.100. Algunas, como Freixenet, estaban esperando a las elecciones para decidir si daban el paso. Su presidente, José Luis Bonet, no ha desvelado si la victoria de los independentistas en conjunto le hará dar el paso definitivo.

La Bolsa castiga el riesgo catalán

No hubo debacle este viernes en la Bolsa a pesar de que las elecciones catalanas no han despejado la incertidumbre en el horizonte de los inversores. Pero el Ibex 35, el selectivo principal de la Bolsa española, perdió el 1,19% y cerró en 10.182 puntos. El castigo recayó en especial en las empresas con exposición a Cataluña.
CaixaBank y Banco Sabadell lideraron las pérdidas, con caídas del 3,60% y el 3,43%, respectivamente. Los dos bancos, de origen catalán, cambiaron su sede social fuera de Cataluña el 5 de octubre, para disipar las dudas de su estabilidad tras el referéndum independentista. Aun así, ayer sufrieron en Bolsa más que el resto de las entidades (Santander bajó el 2,15% y BBVA, el 1,47%). También registraron pérdidas las inmobiliarias con exposición a Cataluña: Colonial (bajó el 1,91%) y Merlin Properties (el 1,79%). Sin embargo, la prima de riesgo, que marca la confianza de los inversores en España, se mantuvo estable en 105 puntos.

Las patronales fueron las encargadas de hacer balance de los comicios en nombre de los empresarios. Aunque con el foco puesto en distintas direcciones, en lo que todas coincidieron fue en pedir que los enfrentamientos políticos dejen paso al diálogo para poder sacar adelante medidas y acuerdos que favorezcan el crecimiento y el empleo.

La CEOE señaló que “la prioridad debe ser reactivar la economía”. En su caso, el organismo que preside Joan Rosell subrayó la necesidad de que la Generalitat actúe desde la legalidad. “La salida de empresas, la caída del consumo y la inversión han provocado una bajada de la actividad en la última parte del año. Sólo con un nuevo gobierno que apueste por la legalidad y el respeto a la Constitución se podrá recomponer el daño infringido y devolver a Cataluña a la senda de la prosperidad que todos deseamos”.

Todas las organizaciones empresariales destacan la elevada participación que se registró en las elecciones. El comunicado de Pimec sugería “que se constituya con la máxima celeridad posible un gobierno estable”. Y ante la posibilidad de una posible entrada en el futuro ejecutivo de la CUP, añadió que este debe tener “la necesaria sensibilidad empresarial para que inspire tranquilidad y garantice la seguridad económica y jurídica que necesita el país y su tejido productivo”. La patronal pidió “responsabilidad a todos los grupos políticos” y, de paso, “la retirada del artículo 155 y de cualquier tipo de intervención de la Generalitat”. Esta organización reveló a finales de octubre, tras encuestar a sus asociados, que tras el referéndum, un 11% de las empresas había abierto cuentas fuera, un 10% había parado inversiones y un 9% pensaba hacerlo en un futuro próximo.

Incluso Cecot, una patronal que no dudó durante los días previos a la convocatoria de elecciones en arropar al expresidente Carles Puigdemont, solicitó que haya más estabilidad y “respeto mutuo” entre los partidos. “Al nuevo Gobierno y a los partidos políticos que conforman el arco parlamentario, la Cecot les pide coraje político y diálogo para llevar adelante reformas, realizando los acuerdos necesarios y consiguiendo el máximo consenso político para poder llevarlas a cabo con éxito”. Los conflictos políticos, remachó, deben solucionarse “desde la política”.

No solo los empresarios recuerdan que el conflicto político catalán ha dejado en la sombra buena parte de las reformas necesarias. El sindicato CC OO pidió ayer que el nuevo Parlamento catalán “ponga en el centro la agenda social para salir de la precariedad y luchar contra las desigualdades”. Esta central, eso sí, mandó un mensaje directo al Gobierno central. “Volvemos a hacer un llamamiento para la retirada del artículo 155 y la puesta en libertad de Jordi Sànchez, Jordi Cuixart, Oriol Junqueras y Quim Forn”, solicitó en relación a los dos miembros de las asociaciones clave en el procés, así como el líder de ERC y el exconsejero de Interior, en prisión preventiva.

VA SALIR MÁS RENTABLE DARLES LA  INDEPENDENCIA QUE VIVAN A EXPENSAS DEL RESTO DE ESPAÑA, DADO QUE LA CONSTITUCIÓN PARECE PAPEL MOJADO PORQUE NO HAY REGAÑOS PARA HACERLA CUMPLIR.