Partidarios de Rousseff durante la protesta
Las protestas contra la destitución de Dilma Rousseff acaban con disturbios en São Paulo.
La manifestación comenzó de forma pacífica pero terminó en enfrentamientos con la Policía Militar.
Pocas horas después de que Senado de Brasil aprobase la destitución definitiva (impeachment) de Dilma Rousseff, la avenida Paulista, la principal arteria de São Paulo, fue tomada por manifestantes que protestaban contra la destitución de la presidenta y su sustitución por Michel Temer. Las protestas acabaron con graves incidentes, duras cargas policiales y actos vandálicos. La policía empleó abundante material antidisturbios contra los manifestantes.
Las protestas a favor y en contra de la destitución de Rousseff y su relevo por Temer, aprobada ayer por el Senado brasileño, se multiplicaron en más de una decena de Estados del país, aunque solo en São Paulo se registraron incidentes. El acto contra el impeachment de São Paulo fue convocado en las redes sociales por el colectivo Lucha por la Democracia. También estaban presentes representantes de la Unión Nacional de Estudiantes (UNE) y de la Unión Paulista de Estudiantes de Secundaria (Upes).
La protesta comenzó frente al edificio de la Federación de las Industrias del Estado de São Paulo (Fiesp). La marcha comenzó de manera pacífica, pero la situación se volvió caótica cuando los manifestantes comenzaron a descender la calle de la Consolação en dirección a la Plaza Roosevelt, en el centro de la ciudad. Por el tercer día consecutivo la Policía Militar dispersó a los manifestantes con bombas lacrimógenas y aturdidoras. Varios manifestantes y un policía resultaron heridos.
Algunos manifestantes prendieron fuego en contenedores de basura para hacer barricadas en medio de la calle, lo que provocó una fuerte respuesta de la policía, que comenzó lanzando bombas aturdidoras. Los manifestantes lanzaron piedras y artefactos caseros a los agentes, mientras que grupos antisistema destrozaron oficinas bancarias, comercios y paradas de autobús. Un vehículo policial fue también destruido.
Los manifestantes se dispersaron y fueron perseguidos por los agentes, que utilizaron también cañones de agua. Durante los altercados, un grupo participante en la protesta atacó la sede del diario Folha de S. Paulo, donde rompieron cristales.
LA HUMANIDAD ESTÁ EN GUERRA.
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