Abrir una empresa nueva es más fácil en 81 países antes que en España
Montar la empresa y conseguir los permisos de obra es la parte más difícil de hacer negocios en España, según el Banco Mundial. Lo más fácil es vender en el extranjero.
¿Es fácil hacer negocios en España? Según con qué país se compare y según en qué punto del negocio se encuentre el empresario en cuestión. España ocupa el puesto número 33 del ranking general de 189 economías que elabora el Banco Mundial sobre la facilidad para hacer negocios. es un puesto mejor que en el informe anterior. Sin embargo, para los emprendedores las cosas son difíciles: en el apartado de crear una empresa, es decir, en el arranque, se desploma hasta el puesto número 81. Y en la facilidad para conseguir los permisos de construcción baja incluso hasta el puesto 101.
El informe anual Doing Business 2016 señala que el lugar más sencillo de la tierra para hacer negocios es Singapur. Le siguen Nueva Zelanda, Dinamarca, Corea del Sur, Hong Kong, Reino Unido, Estados Unidos, Suecia, Noruega y Finlandia. Para encontrar España hay que bajar en esta clasificación general al puesto 33. Aparece justo por encima de Japón y Armenia y por debajo de Emiratos Árabes y Mauricio.
Los 10 sitios donde hacer negocios es más fácil
- Singapur
- Nueva Zelanda
- Dinamarca
- Corea
- Hong Kong
- Reino Unido
- Estados Unidos
- Suecia
- Noruega
- Taiwán
Este informe anual tiene en cuenta decenas de factores para evaluar el ambiente de negocios de un país. Sin embargo, uno de los más importantes es el de la facilidad para poner en marcha el negocio, y aquí es donde España queda muy lastrada. Cae al puesto 82 porque para abrir una empresa hacen falta siete procedimientos, 14 días de media, el 5,2% de coste del capital inicial de la compañía y un 13,4% de capital mínimo para empezar. Todas las cifras están muy por encima de la media de la OCDE, el grupo de economías desarrolladas. Por ejemplo, frente a los 14 días para iniciar el negocio en España, la media es de 8,3 días.
No es el único capítulo donde España tiene deberes por hacer. En los permisos de construcción ocupa el puesto 101. Hacen falta 13 procedimientos y 205 días, frente a los 12,4 y los 152,1 días de media de la OCDE. El coste es del 5,2% del capital, frente al 1,7% de media. Para obtener electricidad son necesarios 107 días, frente a los 77 de la OCDE. La obtención de crédito es más difícil ahora que hace un año. En este apartado España ocupa el puerto 59, siete menos que en el informe anterior.
Mejoras importantes
A pesar de que España suspende en algunos apartados, hay otros donde ha mejorado mucho, y , de ahí que en el ambiente general de negocios ocupe el puesto 33, uno más arriba que en el informe del pasado ejercicio. El salto más importante lo consigue en el pago de impuestos, gracias a las facilidades introducidas para las facturas electrónicas. de hecho, el informe del Banco Mundial pone a España como ejemplo en este apartado en uno de los capítulos destinados a los avances mundiales.
En concreto, en el apartado de pago de impuestos ocupa el puesto 60, frente al 79 que ocupaba en informe 2015. Por ejemplo, está por debajo de la media en horas del año dedicadas a las gestiones tributarias (158 frente a los 176 de media de la OCDE) o el porcentaje de ganancias que las empresas dedican a impuestos de media (13,3% frente a 14,9% de media).
En la protección a los inversores también mejora 15 posiciones, gracias a la nueva normativa de gobierno corporativo que se aprobó este año. El Banco Mundial considera que se han mejorado los derechos de los accionistas la transparencia corporativa y así España ocupa el puesto 29 entre 189 países estudiados.
HAY QUE ALIMENTAR A MUCHAS ADMINISTRACCIONES PARA ABRIR UNA EMPRESA.Creo que el común de los ciudadanos no entiende de trámites administrativos y el porqué este ranking del Banco Mundial. Pero, con los escándalos de corrupción que asolaron nuestra democracia, es más que justificable esta tardanza, Lo que quiere ignorar este informe es la media, que en España es de 15 días. Otro factor muy importante es que las grandes corporaciones de corte liberal no quieren que el estado la confisque para evadir impuestos. De todas maneras, debería haber un equilibrio razonable entre la burocracia y la transparencia para que las empresas se beneficien y con ellas la sociedad.
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