El nuevo director de TVE, Jose Ramón Díez.
RTVE roza el abismo
José Ramón Díez sustituye a Ignacio Corrales al frente de la televisión pública
El Gobierno inyecta 130 millones para enjugar pérdidas
Se fusionan La 2 y Teledeporte para ahorrar.
La pertinaz caída de la audiencia en TVE se ha cobrado la primera víctima. El presidente de RTVE, Leopoldo González-Echenique, anunció ayer al consejo de administración la destitución de Ignacio Corrales, que ha desempeñado durante dos años la dirección de la televisión pública. Será sustituido por José Ramón Díez, un veterano profesional de TVE que ya ocupó este mismo cargo entre 1999 y 2000, cuando Pío Cabanillas estaba al frente de la dirección general del entonces ente público, durante la primera legislatura de José María Aznar.
La salida de Corrales se produce pocos días después de que un sector del PP, descontento con la pérdida de relevancia de la cadena pública y del enfoque de los informativos, hubiera pedido la destitución del presidente de la corporación. Con la salida de Corrales, Echenique confía en salvar —de momento— su propio cargo.
Con el este relevo, TVE aspira a “revitalizar la cadena y hacerla más competitiva”. Para intentar mejorar su audiencia, la corporación ha conseguido una inyección financiera de 130 millones de euros. Con esta partida se enjugará también una parte de las pérdidas acumuladas desde 2007, cuando se creó la corporación.
A cambio de estos fondos se compromete a llevar a cabo un plan de ahorro de costes que incluye la fusión de La 2 y Teledeporte. Con esta operación, además de reducir los costes de la programación, TVE gastará menos dinero en la distribución de las señales al liberar parte del segundo múltiple de TDT. Paralelamente, se prevé la creación de un canal en streaming dedicado exclusivamente a contenidos deportivos. Otras partidas de ahorro vendrán de los gastos de personal. El plan pasa por reducir la estructura directiva un 5%.
Echenique cuantificó la semana pasada los números rojos: 716 millones de euros, de los que 400 corresponden al quebranto patrimonial. La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), accionista de RTVE, ha acordado reducir el capital social en 388 millones (hasta ahora era de 1.510 millones) para así alejar el fantasma de la disolución de la corporación.
Los 130 millones extra serán solo un parche. No solucionarán al verdadero problema: un déficit estructural de 100 millones de euros, como vienen denunciando desde hace años los socialistas. De hecho, este año RTVE tiene previsto cerrar con más 100 millones de déficit (sin contar el coste de los Juegos Olímpicos de Sochi, que suponen otros 30 millones).
En tres años, La 1 ha perdido cinco puntos de cuota de pantalla
Con más liquidez, TVE podrá además mejorar la calidad de la parrilla e intentar subir la audiencia. Hace dos años, Corrales fue fichado precisamente para frenar la sangría que estaba padeciendo una televisión pública a la que el Gobierno le había recortado 200 millones de euros en la subvención directa. La consigna fue ahorrar. Con una parrilla barata y sin dinero para comprar contenidos de calidad en los mercados internacionales, resultaba imposible reflotar los índices de audiencia. Además, los proyectos que se pusieron en marcha fueron —salvo contadas excepciones como el concurso MasterChef— un fracaso tras otro.
En las últimas temporadas, TVE se ha visto superada por Telecinco y Antena 3. En tres años, La 1 ha perdido más de cinco puntos de cuota de pantalla. En junio de 2011 registraba un 14,6%; un año después, cuando Corrales asumió las riendas, había ya bajado al 11,5% y en este mes de junio se espera que ronde el 9,5%.
Pero el gran golpe estaba todavía por llegar: A principios de 2013, La 1 perdió el liderazgo de los telediarios, el buque insignia de la cadena, después de cinco años y medio de hegemonía. El director de los Servicios Informativos, Julio Somoano, mantuvo desde entonces un pulso con Corrales. Responsabilizaba al área de programas de la debacle. El presidente de RTVE hizo suya la teoría de que el Telediario de las nueve de la noche era superado por el noticiero de Telecinco por culpa del rosco de Pasapalabra, que dejaba en todo lo alto la audiencia de la privada y perjudicaba a la pública.
La corporación reduce su capital social en una cuarta parte
Los cambios en la tarde estuvieron enfocados a mejorar la parrilla de salida del Telediario-2, aunque ninguno de los ensayos (+ Gente, Tenemos que hablar, Letris, Aquí la tierra) para impulsar el informativo que presenta Ana Blanco funcionó. Somoano ha conseguido sobrevivir a esta crisis. La pregunta que ayer se hacían los trabajadores de Torrespaña (sede de los informativos) es hasta cuándo.
El nuevo director de TVE, que designará nuevo equipo, está especializado en la producción de deportes. Ingresó por oposición en RTVE en 1984 y gran parte de su carrera la ha dedicado a la cobertura de Juegos Olímpicos, destacando la realización o producción de ocho ceremonias de inauguración y clausura, incluidas Barcelona 92 y Londres 2012.
COMENTARIO:
La televisión sigue siendo un buen negocio particular y un nulo negocio oficial conforme aumentaban las audiencias en la privada, ha ido disminuyendo en la pública. Es fácil de entender: la han dejado sin recursos y repartido el pastel de los anunciantes. Si quiere seguir adelante tendrá que alimentarse de aire, pero el aire tiene poca grasa y la voluntad de los que gobiernan nula. Acabará enterrada en el recuerdo. Se ufanan los gobernantes en decir que nuestros impuestos se distribuyen así y de esa manera, pero la verdad es que, el volumen de las inversiones oficiales se estrecha cada vez más, uno termina preguntándose ¿A dónde irán a parar?. No parecen tener hartura y cuanto recaudan se lo deben repartir como buenos hermanos, aunque la población esté en las últimas y los oficial se haya convertido en un páramo inservible.
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