Eduardo Madina, Pedro Sánchez y José Antonio Pérez Tapias.
El ganador hallará un PSOE por rehacer
Madina, Sánchez y Pérez Tapias han ondeado la bandera del cambio
El vencedor se topa con un partido con los niveles de apoyo social más bajos de su historia.
Con sus matices diferenciales, con su estilo, y con su perfil, los tres candidatos a la secretaría general del PSOE han ondeado la bandera del cambio hacia la sociedad y hacia el partido, como línea central de sus campañas para solicitar el voto de los militantes. Cambiar para sobrevivir. El destrozo electoral que sufre el PSOE desde 2011 ha impelido a Eduardo Madina (Bilbao, 1976), a Pedro Sánchez (Madrid, 1972) y a José Antonio Pérez Tapias (Sevilla, 1955) a comprometerse a que nada será igual con ellos. No ha sido el proyecto político lo que ha llenado la campaña que anoche terminó sino que los candidatos se han adaptado a las inquietudes que les han manifestado los militantes en el intenso periplo que los tres han hecho. Al final el contraste de las respuestas sobre la mayoría de los asuntos arroja respuestas muy similares en Sánchez y Madina y más distancia con ellos en las de Pérez Tapias. Los 198.000 afiliados que están llamados hoy al voto, tendrán que elegir más por el estilo, la personalidad y lenguaje que por las diferencias de fondo, al menos en los casos de Madina y Sánchez. Uno de los dos será con seguridad el ganador, a pesar del avance de Pérez Tapias. El madrileño y el vasco han tratado de ganarse a los militantes forzando sus diferencias, de nuevo, más de estilo que de fondo. A pesar de denuncias de última hora de malas artes contra Pedro Sánchez, también los de Madina han acumulado razones para la queja. Las críticas y observaciones en voz baja poco fraternales de partidarios de uno u otro han existido pero no se puede decir que haya sido una campaña sucia, según reconocen numerosos participantes de la misma. Los observadores más imparciales hablan de “marrullería” pero sin llegar a niveles intolerables.
La movilización de los aparatos ha existido pero también de cuadros intermedios y no siempre en la misma dirección. La opción de las decenas de miles de militantes que no hacen vida de partido, si es que van a votar, dificulta enormemente el pronóstico de quien ganará.
El vencedor se encontrará esta noche al frente de un PSOE con mucha tarea pendiente de avanzar, después de mucho retroceder. La desmoralización de sus militantes y cuadros medios se ha producido tras el continuo desapego de los electores. Los secretarios generales consultados resaltan que el PSOE no perdió las elecciones el 20 de noviembre de 2011, sino que el mazazo se lo propinó la sociedad, el 22 de mayo de ese año, seis meses antes de que el PP de Mariano Rajoy llegara al Gobierno de la nación. En esas elecciones municipales el PSOE quedó a diez puntos de distancia de los populares y perdió casi todo su poder municipal y autonómico.
Y siguió la caída. La división interna no se cerró en el congreso de Sevilla de 2012 en el que Alfredo Pérez Rubalcaba ganó por estrecho margen a Carme Chacón. El suelo electoral, además, sigue roto como se vio el pasado 25 de mayo en las elecciones europeas. Con este panorama los retos del ganador, según testimonios de secretarios generales y cuadros del partido, son muchos. Primero, el proyecto político para la sociedad en economía, con fiscalidad y empleo, y la propuesta para Cataluña.
Mucho hay ya escrito —según reconocen Sánchez y Madina— en las 600 páginas aprobadas en la Conferencia Política de noviembre pasado pero falta redondearla y, sobre todo, que la sociedad les escuche. “Los oídos están cerrados desde hace mucho tiempo para todas las señales que emite el PSOE” señala un ex ministro.
Tanto Madina como Sánchez han participado de toda esa doctrina. El vasco en defensa de muchas de ellas a través de iniciativas del Grupo Socialista del que es secretario general. El madrileño como coordinador de la conferencia.
El ganador sabe que su proyecto político va a sufrir la presión de la militancia y de parte de su electorado muy receptivo al discurso de Podemos. “Resistir la tentación populista” es un reto trascendental del nuevo PSOE para volver a ser un partido de mayorías, señala un colaborador de Pedro Sánchez.
A la prudencia ha llamado Madina en muchas ocasiones en esta campaña, también para no caer en propuestas más propias de la formación de Pablo Iglesias. “A no tener miedo”, sin embargo, ha llamado Pérez Tapias. Templanza va a necesitar también el nuevo líder para compatibilizar “eficacia y democracia” y no caer “en el asamblearismo”. Esta apreciación de un secretario regional responde a la preocupación de otros barones un tanto alarmados por el alcance de la cancha que los aspirantes a la secretaría general quieren dar a los afiliados. Aunque el vasco y el madrileño han hecho lo imposible por marcar las diferencias, les une hasta el comienzo de su andadura.
Ambos empezaron a prepararse hace meses para primarias abiertas a la presidencia del Gobierno. La convocatoria de Rubalcaba de un congreso extraordinario para sustituirle cambió sus planes. Ambos pensaban en La Moncloa y no en el despacho del secretario general del PSOE en la calle Ferraz de Madrid donde el voto de los militantes de hoy llevará a uno u otro.
COMENTARIO:
Podemos está dando ejemplo y se alimenta principalmente del voto del psoe que perdido la ideología de izquierdas y no tiene programa. Pues yo admiro lo que hace Podemos, sencillo, inteligente, con las cartas a la vista. He leido que come en la cantina con los demas en Bruselas,y no usa coche official, pues ya por eso yo le votare
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