Estados Unidos dice que las pruebas señalan “claramente” a los prorrusos
Kiev reconoce un acuerdo con los rebeldes para evacuar los cuerpos en vagones refrigerados
El Gobierno ucranio y los separatistas prorrusos de la autoproclamada República Popular de Donetsk llegaron a un acuerdo para retirar los cuerpos de los pasajeros que perecieron el jueves pasado, cuando elBoeing 777 de Malaysia Airlines fue derribado por un misil. Este domingo cinco vagones refrigerados con los restos de 196 víctimas se hallaban en la estación de Torez, con el previsible destino final —pero no confirmado— de Donetsk. El líder separatista de Donetsk, Alexandr Borodái, ha apuntado la posibilidad de que el tren no salga hasta que lleguen los expertos aeronáuticos internacionales que se encuentran en Kiev.
En el plano diplomático, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, ha declarado este domingo que las pruebas que baraja EEUU sobre el derribo del vuelo MH17 de Malaysia Airlines apuntan "claramente" a los separatistas prorrusos, que habrían utilizado un sistema de misiles proveniente de Rusia. "Está bastante claro que este es un sistema que fue transferido desde Rusia", dijo Kerry en una entrevista con la CNN.
Mientras, el presidente francés, François Hollande, la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro británico, David Cameron, exigieron hoy al presidente ruso, Vladímir Putin, que haya "acceso libre y total" a la zona de la catástrofe del avión de Malaysian Airlines para los investigadores internacionales. De no ser así, "la Unión Europea sacará sus consecuencias", dice el comunicado de la presidencia francesa, en alusión velada a nuevas sanciones. La nota del Gobierno británico dice por su parte que discutieron también la reconsideración "de la actitud de la Unión Europea ante Rusia dado que todas las evidencias sugieren que el misil fue lanzado por separatistas prorrusos".
Sobre el terreno, y mientras líderes separatistas afirmaban tener en su poder "objetos parecidos a las cajas negras" del avión, los restos de las víctimas fueron evacuados por especialistas ucranios bajo la supervisión de los observadores de la misión especial de la OSCE. “Hemos alcanzado un acuerdo con aquellos que controlan el territorio donde cayó el avión para retirar los cuerpos”, declaró Volodimir Groisman, viceprimer ministro de Ucrania.
Groisman ha añadido esta tarde en Kiev que habían hallado otros 27 cuerpos y se lamentó de que hasta ese momento el tren con los vagones que contienen los restos de los pasajeros aún no hubiera salido con destino a Donetsk.
El sábado, el líder de los rebeldes, Alexandr Borodái, dio una conferencia de prensa especial para denunciar la situación que había en el sitio de la tragedia. Borodái pintó un cuadro dantesco, con cuerpos descomponiéndose a casi 30 grados de calor y siendo presa de perros y zorros, y lanzó un desesperado llamamiento para que los especialistas malasios y de otros países que ya se encuentran en Kiev viajaran lo más rápido posible al lugar del accidente. Se espera que hoy por la tarde lleguen a Donetsk.
Mientras tanto, continúa la guerra informativa entre Kiev y los prorrusos. Los ucranios aseguran que fueron los separatistas los que dispararon el misil que abatió al avión malasio y el sábado el reponsable de Contrainteligencia del Servicio de Seguridad, Vitaly Naida, dijo tener "pruebas fehacientes" de ello y mostró fotos de complejos de misiles BUK que corresponderían a los que, según Kiev, Rusia habría entregado a los rebeldes. Además, agentes de los servicios secretos estadounidenses, hablando en condición de anonimato, confirmaron al Washington Post que Moscú habría dado misiles a los separatistas.
Rusia niega que eso sea así. Los rebeldes, por su parte, insisten en que no disponen de sistemas BUK ni de otros que puedan llegar a los 10.000 metros de altura. Y mientras no aparezcan fotos satelitales que muestren claramente que sistemas de ese tipo cruzaron la frontera ruso-ucrania antes y después del accidente es difícil hablar de pruebas contundentes. Washington podría tener ese tipo de imágenes, pero no las ha puesto aún sobre la mesa.
En Lugansk, los observadores de la OSCE inspeccionaron los barrios que han sido bombardeados por las fuerzas gubernamentales ucranias. El danés Kai Vittrup, jefe de la misión que visita la ciudad rebelde, constató que se trataba de zonas civiles, donde no había blancos militares. Según los datos recogidos, 250 civiles han muerto a causa de los bombardeos, y más de 700 han resultado heridos.
COMENTARIO:
La sociedad está tan descentrada que está preparando una gran guerra para volver a empezar con menos paro y mayor desgracia.SI se llegara a demostrar tanto los rebeldes pro rusos como Putin, debería ser juzgados por crímenes contra la humanidad. Las administraciones de justicia deberían emitir ordenes de detención contra todos ellos, de manera que quedaran realmente aislados de todo contacto con el mundo civilizado por el miedo a ser detenidos si pisan alguno de los países con orden de detención. No es admisible que por intereses geo politicos se acabe con la vida de personas inocentes, ni aunque sea por error.
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