Leire Pajín (San Sebastián, 1976) ha decidido pinchar la idílica burbuja en la que vive desde hace dos años para volver a tirar la caña al mundo de la política. La exministra de Sanidad y exsecretaria de Organización del PSOE anunció por sorpresa en julio de 2012 que renunciaba a su escaño en el Congreso y también a sus cargos en el partido para marcharse a Nueva York a trabajar en la Organización Panamericana de Salud (OPS) de la ONU. Según ha podido saber este diario, hace un año dejó esa institución y se incorporó a la dirección del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), también con sede en Nueva York. Hasta el momento, siempre había negado cualquier posibilidad de regreso. Pero Pajín ha cambiado de opinión. Con la misma velocidad que se fue, se ha colado ahora en el nuevo Comité Federal socialista. Seguirá a sueldo de la ONU pero vuelve a tener un pie en el PSOE. Por si acaso.
Hace sólo unos días, en conversación telefónica con El Confidencial, Pajín rechazó con toda la contundencia que cabe en cuatro frases que pasara por su mente militar otra vez en la política, pese a la tormenta de cambios que iba a generar la llegada de Pedro Sánchez a la Secretaría General del PSOE. "No tengo ninguna intención de regresar. Estoy contenta con mi trabajo como cooperante y no me planteo la posibilidad de volver", afirmó tajante la exministra de Sanidad al otro lado de la línea. Y para demostrar la fortaleza de su convicción, adelantó que en breve renovaría su vínculo laboral con Naciones Unidas. “Mi contrato actual vence en agosto y he decidido que voy a continuar. No quiero marcharme. Estoy contenta con lo que hago”, insistió.
Un papel testimonial en el nuevo PSOE
Pero es evidente que Pajín ha decidido darle un giro a su vida en las últimas horas. Después de la aplastante derrota socialista en las elecciones generales de noviembre de 2011, Alfredo Pérez Rubalcaba la relegó al ostracismo. La convirtió en diputada rasa, un deshonra inaceptable para una dirigente que había ocupado las más altas cotas de responsabilidad en el PSOE y en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Pajín huyó mudándose al otro lado del Atlántico para “cumplir un sueño”, según dijo. Sin embargo, la jubilación del exministro del Interior y baluarte de la vieja guardia le ha hecho reconsiderar aquella marcha. La exministra de Sanidad se ha colado entre los 107 nombres que integrarán el nuevo Comité Federal.
Leire Pajín conversa con Zapatero en un acto de 2009
Con todo, Pajín sólo vuelve a medias. El Comité Federal es el máximo órgano del PSOE entre congresos, pero en la práctica desempeña un papel residual. Su capacidad de influencia en las decisiones de la Comisión Ejecutiva, verdadero centro de mando, es prácticamente nula. Además, el Comité Federal sólo es convocado excepcionalmente y sus miembros no reciben ninguna remuneración. La mayoría de los dirigentes que pertenecen a él compaginan esa responsabilidad con otros cargos más relevantes en las diferentes federaciones del partido. Pero ese no es por ahora el caso de Pajín, que tampoco ha mantenido en estos dos años ninguna vinculación oficial con el PSOE de la Comunidad Valenciana (PSOE-PSPV), la federación que llegó a controlar en su día con puño férreo.
De la OPS al PNUD
Su vuelta también es incompleta porque seguirá en Naciones Unidas. Pajín aterrizó en la ONU con un contrato de seis meses como consejera-asociada de la Organización Panamericana de Salud (OPS), una entidad encuadrada en la Organización Mundial de la Salud (OMS) con la que había trabado una estrecha relación durante su anterior labor como ministra de Sanidad y secretaria de Estado de Cooperación. La relación también había sido económica. El Ejecutivo de Zapatero llegó a concederle a la OPS ayudas públicas por valor de 60 millones de euros.
Pajín no tuvo ninguna dificultad para prorrogar otros seis meses su primer contrato en la OPS y habría podido extenderlo un año más si hubiera querido. Sin embargo, el verano pasado, tras cumplir doce meses en esa institución, la dirigente socialista prefirió dar el salto a otro organismo de Naciones Unidas que encajaba mejor en sus aspiraciones profesionales. En concreto, se incorporó a la dirección del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) como “asesora de políticas en el equipo para la Agenda Post 2015”, según explica ella misma en su perfil oficial.
Condiciones laborales de lujo
El puesto no es exactamente el de un cooperante cualquiera, y su salario, tampoco. El cargo de Pajín conlleva una nómina que oscila al cambio entre los 83.138 y 131.218 euros anuales, a los que hay que añadir otros pagos para gastos extraordinarios, como dietas y billetes de avión, y numerosas ventajas adicionales, como un plan de pensiones, un seguro médico privado y hasta 40 días de vacaciones remuneradas al año. Pocos puestos de trabajo en España ofrecen esos beneficios, y menos aún en plena crisis.
Entre sus funciones como asesora del PNUD se encuentra la participación en un blog en el que escribe periódicamente. La última vez que lo hizo fue el pasado 30 de junio para preguntarse si “¿Es posible el desarrollo sostenible sin lograr la igualdad de género?”. En teoría, su labor fundamental consiste en planificar el programa de actuaciones del PNUD más allá de año 2015, el límite temporal que se ha fijado para la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Las fuentes consultadas aseguran que supervisa proyectos de desarrollo y que viaja con frecuencia para inspeccionar su aplicación. A partir de ahora, compaginará esa labor con cameos esporádicos en el nuevo PSOE de Pedro Sánchez.
COMENTARIO:
¡¡¡ Otra INTELECTUAL que vuelve al redil !!!. El PSOE infla sus filas con los mejores entre los mejores !!!. Habrá que ver qué hace esta criatura en la ONU..., ¿qué nivel tiene para estar ganando la pasta que gana?. ¿NO es ésto también corrupción política? ¿Cuántos canta-mañanas inútiles , que deberían estar en prisión por hundir el país, están cobrando del erario público por no hacer otra cosa que calentar la silla?
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