Dicho muy rápidamente, los grupos políticos de la Junta General del Principado apalearon el proyecto de presupuestos para 2014 -especialmente IU y UPyD-, y a continuación, exhaustos, se han multiplicado por cero hasta finales del mes en curso.
Es decir, enero, como de costumbre, es mes de holganza para nuestros diputados. Vale, admitamos que algunos de ellos pasan por las dependencias de la Junta y realizan titánicas labores como abrir el correo, consultar la internet y las redes sociales o pasar a letra redondilla alguno de sus egregios discursos en la Cámara. Admitamos más: otros estarán preparando la comisión indagatoria sobre el Centro Niemeyer (comienza el día 21), la cual, si resulta como la "comisión Marea", no merecería ni siquiera los esfuerzos con los que interrumpen este mes de asueto.
En fin, que no existe colectivo tan privilegiado en Asturias como el de los diputados regionales, servidores públicos que ni siquiera han recapacitado sobre el espectáculo que durante meses dieron en 2013 para ajustar sus salarios y gabelas, ya que con excesos casi inhumanos lograron quedar más o menos como estaban. Incluso van a costar un poco más, ya que al parecer no calcularon cantidades que la Junta debe ingresar en la Seguridad Social.
Claro, pedirles que entraran en pormenores era ya excesivo, visto el esfuerzo que habían realizado. Y lo que sigue pasando es que aquí tenemos un serio problema con los partidos políticos -véase Cudillero en el caso del PSOE-, ya que han permitido y siguen tolerando que cierta generación de repúblicos haya logrado el mayor desprestigio posible en su género. Son esos partidos con doble contabilidad, mandos encausados, políticos que sólo pueden vivir de esto y por ahí seguido. Además, se fuman enero alegremente.
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