Boris Johnson se felicita por el acuerdo comercial, que le dará a Reino Unido el control total de sus aguas desde 1973
«Las leyes británicas serán promulgadas únicamente por el parlamento británico», aseguró el premier.
Cuatro años y medio después del referéndum en el que el Reino Unido votó a favor de abandonar la Unión Europea, por fin las partes han conseguido llegar a un acuerdo comercial que delimita el campo de juego una vez que acabe el período de transición del Brexit, el próximo 31 de diciembre. En una conferencia de prensa posterior a la de la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen, y el negociador europeo, Michel Barnier, el primer ministro británico Boris Johnson afirmó que es «fantástico ganar en libertad» y declaró que rechazó extender el período de transición en medio de la pandemia de coronavirus porque no quería «aumentar la incertidumbre». «Hemos completado el acuerdo comercial más grande hasta ahora por valor de 668 mil millones de libras esterlinas al año, un acuerdo de libre comercio integral al estilo de Canadá con la UE», dijo, y detalló que el pacto «protegerá puestos de trabajo, permitirá que los productos del Reino Unido se vendan sin aranceles ni cuotas en el mercado de la UE y permitirá a las empresas hacer aún más negocios con Europa» a la vez que «logra recuperar el control de nuestras leyes y nuestro destino».
«Desde el 1 de enero, estamos fuera de la unión aduanera y del mercado único», exclamó, y agregó: «Las leyes británicas serán promulgadas únicamente por el parlamento británico, interpretadas por jueces del Reino Unido que se sientan en los tribunales del Reino Unido y la jurisdicción del TJCE llegará a su fin».
El premier hizo referencia además a uno de los temas que han tenido estancadas las conversaciones en los últimos meses: la pesca, y que precisamente este jueves retrasó el anuncio del acuerdo después de que se supo que la Comisión Europea estaba utilizando cifras desactualizadas para calcular la reducción en la cantidad de las cuotas de pescado que pueden pescar los estados miembros en aguas británicas después del 1 de enero. El acuerdo debía anunciarse temprano esta mañana, pero el anuncio tuvo que posponerse cuando los funcionarios notaron una discrepancia entre dos conjuntos de cifras de pesca. Finalmente, todo se aclaró y «por primera vez desde 1973, el Reino Unido será un estado costero independiente con control total de sus aguas», aseveró el premier, y detalló que «la proporción de pescado del Reino Unido en sus aguas aumentará sustancialmente, de aproximadamente la mitad en la actualidad a cerca de dos tercios en 5,5 años».
Johnson se mostró contento y habló en un tono conciliador, e incluso reconoció que en algunos momentos «las discusiones fueron feroces» pero considera que esto es un buen acuerdo para todos. El premier dijo que se espera que la votación parlamentaria se produzca el 31 de diciembre.
Las reacciones no se hicieron esperar. El primer ministro irlandés Micheál Martin dijo en un comunicado que el acuerdo supone un «resultado equilibrado» y expresó que la implementación del Protocolo sobre Irlanda del Norte «permite a las empresas de Irlanda del Norte comerciar sin problemas con Gran Bretaña y dentro del mercado único de la UE» y «evita el regreso de una frontera dura en la isla». «No existe un "buen Brexit" para Irlanda», dijo, pero «hemos trabajado duro para minimizar las consecuencias negativas. Creo que el acuerdo alcanzado hoy es la versión menos mala posible del Brexit, dadas las circunstancias actuales».
Por su parte, la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, dijo que «vale la pena recordar que el Brexit está sucediendo en contra de la voluntad de Escocia» y añadió que «no hay ningún acuerdo que pueda compensar lo que el Brexit nos quita. Es hora de trazar nuestro propio futuro como nación europea independiente».
INGLATERRA SIEMPRE HIZO LO QUE QUISO EN LA UE.
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