Sánchez justifica ya los indultos y recuerda que su Gobierno «apuesta claramente por el reencuentro»
El presidente del Gobierno realiza un diagnóstico en el que todos fueron culpables de la situación de ruptura que se vivió en Cataluña.
El presidente del Gobierno intenta mantener los tiempos sobre una cuestión que sabe espinosa pero para la que va acomodando el discurso y su posición. Los indultos a los líderes independentistas presos se abren paso y ganan visibilidad a las puertas de las elecciones catalanas del 14 de febrero.
Pedro Sánchez, durante su comparecencia para hacer balance de este curso, ha sido preguntado por los indultos y aunque ha mantenido que solo se pronunciará formalmente cuando el Gobierno haya recibido el informe del Tribunal Supremo al respecto, sí ha desplegado un discurso tendente a justificar esa medida de gracia.
Pero Sánchez sí ha manifestado que su Gobierno «no ha escondido sus intenciones» y que en su hoja de ruta se «apuesta claramente por el reencuentro, por la reconciliación y por la convivencia en Cataluña y de Cataluña para con España». En este sentido ha defendido «que es muy importante superar episodios aciagos que nos sonrojan a todos».
La preparación del terreno por parte de Sánchez parte de la base de repartir culpas respecto a la situación en Cataluña, sin atender a que el quebrantamiento del orden constitucional vino por parte del Gobierno autonómico catalán en 2017. Pero Sánchez prefigura un discurso diferente al respecto: «Creo que, cuando hablamos de Cataluña, nadie está libre de culpa. Nadie está libre de culpa», ha reiterado. «Todos hemos cometido errores. Y lo que tenemos que hacer es aprender de esos errores, mirar hacia delante y ser capaces de encontrar un espacio en el que nos podamos reencontrar».
El Gobierno trabaja con el escenario de que aliviar la situación de los presos es imprescindible para el desarrollo del proyecto político que defiende. Y se trabaja en varias direcciones, con Unidas Podemos empujando en todas ellas y reclamando cambios inmediatos. El presidente en cambio hace equilibrios siempre teniendo presente las elecciones del 14 de febrero. Inicialmente en La Moncloa no contaban con tener que tomar un decisión sobre los indultos hasta pasadas las elecciones catalanas. Y en privado varias fuentes insisten en que la decisión no está tomada.
La otra cuestión tiene que ver con la reforma del Código Penal, incluida en el plan normativo para este 2020 pero que ha quedado pospuesta. La reforma pretende rebajar las penas del delito de sedición, con lo que se suavizaría la situación de los presos. Pero hoy el presidente no ha dado plazos concretos ni ha explicado el retraso. Simplemente ha asegurado que la reforma verá la luz en 2021.
ES UNA TRAICIÓN A LA CONSTITUCIÓN Y A LA DEMOCRACIA DE ESPAÑA
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