La gestión del coronavirus dispararía a Núñez Feijóo hacia un triunfo histórico
El presidente gallego sube cuatro puntos durante la pandemia y se acerca a las cifras de Manuel Fraga a comienzos de los 90.
Alberto Núñez Feijóo estaría en disposición no solo de ganar con una holgada mayoría absoluta las elecciones autonómicas en Galicia previstas para el próximo 12 de julio, sino incluso de alcanzar los registros históricos de Manuel Fraga en la década de los 90. Es el resultado que arroja el barómetro electoral de GAD3 elaborado para ABC sobre intención de voto, y en el que el actual presidente gallego sale reforzado a ojos de los encuestados: sube un punto respecto a los comicios de hace cuatro años, pero cuatro sobre el barómetro de marzo, realizado apenas una semana antes de la crisis del coronavirus. La gestión de Feijóo en la emergencia sanitaria lo catapulta hacia un contundente triunfo en apenas tres
meses.
Según los datos de la encuesta, el PPdeG estaría en disposición de sumar hasta dos escaños, pasando de los 41 actuales a entre 42 y 43. Fraga logró 43 diputados en las elecciones de 1993, y 42 en las de 1996, con porcentajes de voto superiores al 50%. La estimación que hace GAD3 es que Feijóo estaría en el 48,5% de las papeletas. Hace cuatro años obtuvo el 47,56%. Los populares subirían un escaño en la provincia de La Coruña, hasta llegar a 14, estarían disputando la novena acta en Lugo (ahora tienen 8) y mantendrían sus posiciones en Orense (9) y Pontevedra (11).
La trayectoria del PP previa a las elecciones inicialmente previstas para el 5 de abril mostraba una leve tendencia a la baja. Si en febrero, según GAD3, Feijóo estaría en condiciones de mantener sus 41 escaños, en el barómetro de marzo retrocedía hasta una horquilla de 38-40, al límite de la mayoría absoluta y un porcentaje del 44,7%. Sin embargo, la actuación del presidente gallego durante la pandemia le ha servido de aval para no solo recuperar el terreno perdido sino para mejorar sus posiciones. Lo hace a costa de un PSdeG que en este mismo periodo se deja por el camino 4,5 puntos, pasando del 26,2 del sondeo de febrero al 21,6 del que hoy publicamos, que le dejaría por debajo de la barrera psicológica de los 20 escaños y que se leería como un sonoro fracaso. Gonzalo Caballero se estaría moviendo entre los 16 y los 19 diputados, con una subida de un escaño en Orense, entre uno y dos en Pontevedra, y en un terreno de duda en La Coruña y Lugo, donde podría ganar un acta. Los votantes estarían castigando el discurso errático de Caballero, quien primero se mostró poco partidario de cancelar las elecciones de abril para ahora censurar a Feijóo por convocar los comicios en julio cuando dos semanas antes denunciaba sus pretensiones de perpetuarse en la actual interinidad.
El castigo al PSOE lo es también al Ejecutivo de Pedro Sánchez en el actual contexto de la crisis sanitaria. Solo uno de cada cuatro entrevistados considera que su actuación ha sido buena, mientras que el 35% estima que fue abiertamente mala, frente al 56,2% de aprobado que se le da a la gestión de la Xunta de Galicia, a la que solo suspende un 10%.
Junto al PP, el otro gran triunfador de esta encuesta es el Bloque Nacionalista Galego, que continúa con su crecimiento hasta alcanzar el 15,7% de los votos y entre 11 y 13 escaños, lo que significaría duplicar su actual representación en el Parlamento gallego. El BNG mejora respecto a 2016, pero no con las expectativas que le otorgaba el barómetro de marzo, donde alcanzaba un 18,3% de los sufragios y se asomaba a los 14 parlamentarios. De producirse estos resultados, los nacionalistas estarían cerrando su particular travesía por el desierto y regresando a los guarismos de hace once años.
La recuperación de los nacionalistas (y la leve mejora socialista) se explica con el hundimiento de En Marea, un conglomerado de comunistas, nacionalistas, izquierda radical y populistas que saltó por los aires esta legislatura y que ahora se recompone alrededor de la marca Galicia en Común, donde se refugian Unidas Podemos, Esquerda Unida y Anova, el grupo nacionalista de Xosé Manoel Beiras. Los comunes no serían capaces de retener el capital de En Marea, segunda fuerza en 2016 con el 19% de los votos, y apenas llegarían a un 6,6% de los sufragios, consiguiendo una horquilla de entre 2 y 4 diputados. El trabajo de campo de la encuesta tuvo lugar antes de que En Marea (antes coalición, ahora partido) confirmara su participación en las autonómicas a través de una nueva coalición con minorías nacionalistas. La participación se estima en un 60%.
Ni Ciudadanos ni Vox alcanzarían el 5% necesario para entrar en el reparto de escaños del Parlamento autonómico. La formación naranja apenas llegaría a un 1,5% de los sufragios, y podría lamentar no haber aceptado la oferta del PPdeG de no presentarse a cambio de negociar algún puesto en las listas de la formación conservadora. Para los de Santiago Abascal, que ni siquiera tienen candidato elegido, también pintan bastos: un estéril 2,5%. La derecha gallega no compra sus mensajes contra Feijóo.
Feijóo, presidente preferido
El candidato del PP es el preferido por un 55,65% de los encuestados para ser presidente de la Xunta. Son ocho puntos más que en el barómetro de marzo. El ascenso de Feijóo tiene como contrapunto los retrocesos del resto de aspirantes de la izquierda. En la valoración de líderes, Feijóo es el único que aprueba, y con un 6,5 de nota. Por detrás, empate técnico entre Caballero y Ana Pontón (BNG), una décima por debajo del 5, y claro suspenso para Antón Gómez-Reino (Galicia en Común), con un 3,8. En términos de gestión, un 46% considera que el PP es el más capacitado para hacer frente a la crisis del coronavirus y la situación económica. El PSOE está treinta puntos por detrás.
Uno de los aspectos que más preocupa a los partidos es la participación, dada la situación sanitaria que atraviesa el país. Sin embargo, la ciudadanía se muestra ligeramente confiada a que el 12-J podrá ejercer su derecho al voto sin miedo. Uno de cada cinco encuestados cree que se darán todas las garantías
ESO ESTABA CLARO
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