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martes, 24 de septiembre de 2019

LA INVEROSIMIL CONDENA DE LA DICTADURA DE FRANCO

Resultado de imagen de FOTOS DE APOYO FRANCO
Manifestación en el Palacio de Oriente en apoyo a Franco cantado el Cara al Sol
 
Los que cantaban el Cara al Sol hace tiempo que lo  olvidaron y cantan malamente la Internacional.

La inverosímil condena de la dictadura de Franco.

 Para centrarnos mejor sobre lo que es una dictadura, imaginen una cualquiera. La que se les antoje, y si es más de una, mejor: Hitler, Franco, Salazar, Ceaucescu, Breznev,Batista, Castro, Duvalier, Ríos Mont, Pinochet, Idi Amin, Mao, Jomeini, … No valen los países con regímenes presidencialistas (como los de Putin, Maduro o Mohamed VI)porque en este caso, mientras se celebren elecciones periódicamente no se pueden calificar de dictaduras – aunque se puedan apreciar rasgos de totalitarismo. El ascenso y perdurabilidaden el poder del tirano, se logra aniquilando cualquier residuo de oposición mediante el terror y la amenaza permanente sobre la población, la mitad al menos. Salvo que se trate de un país autosuficiente, o una potencia mundial, la dictadura se sostiene gracias al apoyo de otros países más poderosos, que obtienen algún tipo de beneficio con dicho apoyo (sea económico o geoestratégico). El líder, el dictador, no está solo, sino que va generando distintos niveles de adhesión: su círculo más próximo se compone de personas con influencia y poder económico o social – financieros, militares, religiosos, magistrados, caciques territoriales... – quienes por dicha circunstancia se impregnan de un nivel de poder e influencia en sus respectivos ámbitos, conformando distintos escalafones de adhesión. El líder potencia su imagen como la única solución frente a la barbarie que se produciría en su ausencia (barbarie que tiene verosimilitud porque la represión forma ya parte de la vida cotidiana) y como principal benefactor del progreso social y económico. Esta imagen es el principal recurso para conseguir la adhesión del círculo último, una masa social amplia, que por simbiosis también busca su pequeña parcela de poder: “dile que vas de mi parte”, porque quien no es recomendado por alguien afín al poder, ya sabe que no recibirá la atención que reciben los vencedores. En esta situación, las relaciones y el precio de las cosas no se negocian, se imponen, la arbitrariedad es la norma, con lo que se produce una situación idónea para el enriquecimiento ilícito de las pocas personas bien colocadas. La corrupción hace acto de presencia y – en menor o mayor grado – se va aceptando y extendiendo por los distintos estratos sociales, en la misma medida que la discrepancia ante la injusticia continua. De un modo u otro, la amplitud de la base social discrepante, la pérdida del miedo… y los apoyos internacionales, son las principales causas de que las dictaduras (todas) terminen desapareciendo, normalmente por reconversión en sistemas democráticos, con más o menos garantías (según como terminen).Es de manual… Creo que todos estos repugnantes criterios se podrían aplicar, sin faltar a la verdad, a lo que sucedió en los 40 años de dictadura del Caudillo en España – lo que pase en otros países, ya no viene al caso: para mí, no se trata de establecer cuál es peor. En los tiempos que siguieron a la muerte del Generalísimo, la masa social afecta al Régimen que acudiera al Palacio Real a presentar sus respetos al féretro del dictador, encontró dos formas de representación política: la de los claros herederos del Franquismo (la Alianza Popular de “los 7 magníficos” encabezados por Fraga) y la de los “apolíticos” (ni de izquierdas ni de derechas, sino de aquel a quien designó el sucesor del Jefe del Estado). Media España, más o menos. Pero en la actualidad, para la mayoría de los españoles, las dictaduras han dejado de estar bien consideradas (aunque haya comportamientos del Franquismo que perduren, perfectamente reconocibles tanto en gentes de derechas como de izquierdas), y solo una escasa minoría no reniega públicamente de su lealtad incondicional a la figura legendaria de Franco. Por eso, los partidos democráticos tratan de despegarse de cualquier indicio que los vincule de algún modo a cualquier dictadura. Y consecuentemente, para otorgar credibilidad a la condena a la dictadura, que hacen los herederos de A.P. y de U.C.D. (o del legado de Suárez), es importante que dicho rechazo a la dictadura franquista se manifieste sin ambigüedades cuando surja la oportunidad. Una condena clara y rotunda, con la misma contundencia exigida a los abertzales que no condenaban el terrorismo, por ejemplo. Pero jamás se ha producido, antes al contrario: las obras y palabras de P.P. y C’s contradicen este supuesto rechazo al Franquismo y sus consecuencias a lo largo de cuatro décadas, con lo que contribuyen a perpetuar el prestigio de aquel Régimen; una falta de condena explícita es una forma de aceptación implícita y una condena superficial de un hecho trágico no es sino un cínico eufemismo exento de credibilidad.Como partidos herederos con mayor representación parlamentaria, busco algún tipo de posición oficial en las páginas web oficiales de P.P. y C’s, pero como no encuentro que diga nada al respecto,rebusco en Internet y en la hemeroteca. Sobre la Memoria Histórica: Albert Rivera declaraba en 2015, que “un país se mide por la dignidad que se le da a sus muertos” y”si soy presidente del Gobierno, me comprometo a que esas familias puedan tener el acceso a esos familiares”.Ciertamente, no es de recibo que todavíahaya fosas comunes junto a lápidas honoríficas. Pero en marzo de este 2018, C’s y P.P. vetaron la reforma de Ley de Memoria Histórica en la Mesa del Congreso: el mismo Gobierno que estimaba gastar 2.000 millones de € en el rescate a las autopistas, vetaba la propuesta del PSOE por estimar que dicha propuesta aumentaba los créditos presupuestarios en 214 millones de €. Mariano Rajoy expresaba su jactancia al decir que no había dedicado ni un euro a la memoria histórica durante sus cinco años de legislatura. Pablo Casado en el Congreso del P.P. de 2015: "No puede estar de moda ser de izquierdas, son unos carcas; todo el día con la guerra del abuelo y las fosas de no sé quién, con la Memoria Histórica". Para matizar dicha afirmación – como es su costumbre – tergiversó lo que sucedió con su abuelo, médico de UGT: “Mi abuelo estuvo condenado a 30 años de cárcel, y gracias a dios lo pudo contar, pero podía no haberlo contado..."; pero el abuelo de P. Casado solo cumplió 2 años y medio de cárcel, llegando a formar parte de los círculos aristocráticos palentinos de la época y en 1956 se borraron sus antecedentes penales. El 31 de mayo de 2018, un día antes de que prosperase la Moción de Censura contra Rajoy, el Gobierno del P.P. aseguró la vigencia del Ducado de Franco. Para saber lo que significa para el P.P. la Memoria Histórica, las palabras de Rafael Hernando son absolutamente esclarecedoras: no solo es que "algunos se han acordado de su padre, parece ser cuando había subvenciones para encontrarlo", sino que confunde la recuperación de los muertos caídos en combate con la exhumación de las fosas comunes de los represaliados del Franquismo: el mismo abuelo de Casado podría dar testimonio de que muchísimos de los condenados no tenían delitos de sangre. Cuando los fusilamientos dejaron de producirse de forma ordinaria, el terror ya estaba instalado en la población, un terror silencioso que aún perdura entre muchos supervivientes de la Postguerra. No obstante, la represión no terminó. De la atrocidad que caracterizaba la actividad de la Brigada Político Social (la policía política de Franco, disuelta en diciembre de 1978) en los últimos años del Franquismo ­– al margen de toda legalidad en vigor – dan cuenta numerosos testimonios. Rafael Conesa(que colaboró con la Gestapo), Jesús Muñecas, Melitón Manzanas o Antonio Glez. Pacheco Billy el Niño, entre otros, se hicieron célebres por el sadismo y las torturas empleadas sobre sus detenidos, torturas similares a las que se producían en las dictaduras del Cono Sur en los años 70.En 2014, el Ministro de JusticiaAlberto Ruiz Gallardón,impidió que Billy el Niño fuese extraditado a Argentina (donde está imputado por delitos de lesa humanidad). En 2018, el Ministro de Interior Juan Ignacio Zoidose niega a retirarle los beneficios de una medalla otorgada por el Gobierno de U.C.D., por los servicios prestados en la Brigada Central de Información, órgano que sucedió a la B.P.S. en la Transición. El actual sepulcro de Franco es un espacio arquitectónico perfecto para rendir los máximos honores a la memoria de un dictador fascista.En el caso de la exhumación de los restos de Franco, P.P. y C’s anuncian su abstención, una posición coherente con su particular forma de entender la Reconciliación Nacional. Albert Rivera lo justifica con argumentos como “no son las formas ni la prioridad ni lo que nosotros haríamos si estuviéramos gobernando”, “me importan bastante poco los huesos de Franco”, “hay un cierto intento de volver a esas batallas fratricidas de rojos y azules, de enfrentamiento y división, que son las que le gustan al bipartidismo”. Pablo Casado lo hace así: “la transición española fue ejemplar, fue un paso histórico que todos dimos para que todos cupiéramos en un sistema constitucional y democrático”,“reabrir viejas heridas no conducen a nada”. En efecto, poco importa a los apáticos ciudadanos españoles. Pero, aunque tardío, es un gesto necesario para que este país se desmarque de una vez por todas por el culto al fascismo, en unos tiempos tan siniestros como los que recorren Europa actualmente. Nada más morirse Franco, mucha gente temía un inminente conflicto civil. Ese tiempo ya pasó, no se trata de reabrir heridas o enfrentamientos, es otra cosa. La dictadura se sustentó en el axioma de Vencedores y Vencidos, y la desaparición de ese axioma (sustituido en nuestro país por otros axiomas desde hace mucho tiempo) es el principal ingrediente para lograr una definitiva Reconciliación Nacional. La Transición no fue modélica(basta con ver la trayectoria de Billy el Niño)ni la Ley de Amnistía debería entenderse como una Ley de “Punto Final”, aunque haya delitos que puedan haber prescrito. Es tiempo ya para un debate profundo, sereno, sin rencores, sin crispaciones ventajistas... Primero reconocer, después superar.“Un país se mide por la dignidad que se le da a sus muertos”, decía Rivera… Sea. ¿Y Felipe VI, qué opinión tiene?
NO SE MANIFIESTA Y ES HEREDERO.

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