El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz.
Martin Schulz: “Si continuamos así, destruiremos la UE”.
El líder de la Eurocámara insta a ahondar en la vía del caso Apple para recuperar ingresos.
La Unión Europea busca recobrar el rumbo tras el trauma del Brexit. Los jefes de Estado y de Gobierno harán un primer intento esta semana, con la cumbre de Bratislava, que excluye por primera vez a Reino Unido. Los líderes europeos saben que necesitan afinar mucho para atraer a los ciudadanos. “Solo recuperaremos la confianza ciudadana con soluciones concretas”, aventura el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, en una entrevista concedida a EL PAÍS y otros cinco medios europeos. La Eurocámara celebra este miércoles el debate sobre el Estado de la Unión en Estrasbusgo, que medirá el grado de ambición de las propuestas comunitarias dos días antes de la cumbre.
El socialdemócrata Schulz (Hehlrath, Alemania, 1955) duda de que uno de esos elementos tangibles sea el reforzamiento de la cooperación militar entre Estados, como pretenden Francia y Alemania. “La defensa y la seguridad pueden ser una salida, pero hay otras. Centrémonos en las cosas que nos unen. Y después apliquemos medidas. La lucha contra la evasión fiscal puede ser un buen principio”, argumenta. Schulz toma el caso de la multinacional Apple, a la que la Comisión Europea reclama 13.000 millones de euros por impuestos no abonados, como una nueva vía para restaurar la equidad fiscal tras años de recortes al ciudadano.
Precisamente la respuesta de algunos países miembros al caso Apple –con dudas sobre si Europa se extralimita- ilustra a la perfección las debilidades del proyecto. “La UE será tan fuerte como le permitan sus Estados miembros, que fueron quienes la crearon. Los 27 Estados [sin Reino Unido] deben decidir qué tipo de UE quieren, si un modelo basado en la solidaridad y en las responsabilidades comunes u otro que muestre las divisiones. Creo que afrontar los retos del siglo XXI es mejor que dividirse”, defiende Schulz, muy crítico con la estrategia de algunos primeros ministros de culpar a Bruselas de todos los males nacionales. “Si continuamos así, destruiremos la UE", advierte.
Esa demonización de las instituciones europeas fue precisamente uno de los desencadenantes del Brexit. El presidente de la Eurocámara no oculta su malestar por el modo como Reino Unido está dilatando el proceso de desconexión del club comunitario. “No puedo entender cómo la espera para iniciar la negociación va a mejorar la situación. Hay mucha incertidumbre en el propio Gobierno británico. Continuar así perjudica a los inversores, a las empresas y a los ciudadanos”, abunda. Y recuerda que el Parlamento Europeo, que acaba de designar a su negociador en este proceso, el belga Guy Verhofstadt, deberá ratificar el acuerdo de salida británica de la UE.
Mutismo sobre España
Mucho más críptico se muestra este veterano político alemán respecto a otra parálisis que inquieta a Bruselas: la falta de Gobierno en España. Tras pensárselo durante varios segundos, Schulz resiste la tentación de interferir en el debate español. “Claro que me gustaría que España tuviera un Gobierno, pero depende de las Cortes”, asegura empleando el término español. “Siempre es mejor tener un Gobierno estable y sostenible, pero las cosas son como son”, añade, sin querer abundar en el argumento. Su partido, el socialdemócrata SPD, constituye la segunda pata del Gobierno alemán que lidera la democristiana Angela Merkel.
Una discreción similar emplea para referirse a su futuro, que en cierta forma afecta al de otros dirigentes europeos. Schulz es, junto con la alta representante para la Política Exterior Europea, Federica Mogherini –y, con un papel menos definido, el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem-, la cara visible de los socialdemócratas en las instituciones. El Partido Popular Europeo mantiene los dos puestos principales: la presidencia de la Comisión Europea y la del Consejo, que agrupa a los Estados miembros. El mandato de Schulz vence en apenas cuatro meses y la norma dicta que un miembro del Partido Popular Europeo debería ocupar su sillón en la segunda parte de la legislatura. En Alemania hay voces que lo sitúan como firme candidato a liderar su partido, lo que desbancaría al actual líder, Sigmar Gabriel, que vive horas bajas. “Tengo mandato hasta el 17 de enero de 2017 y, por las preguntas que ustedes me hacen, está claro que tengo trabajo”, cierra Schulz, que ha permanecido en el cargo desde 2012.
LA VEO COMO UN PROYECTO FALLIDO, POR QUE SÓLO SE OCUPÓ DE LA ECONOMÍA.
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