Cataluña y Andalucía acaparan el 40% del total de los entes públicos.
Sin ningún ERE por medio y sin despidos, sólo mediante un proceso de fusiones y absorciones, el Gobierno ha conseguido reducir sensiblemente la inflación de entes y empresas que las comunidades autónomas crearon coincidiendo con el inicio de la crisis sin que existieran razones económicas o administrativas que lo justificara. Algo similar ocurrió en los ayuntamientos. Según los datos del Ministerio de Hacienda de enero de 2016, uno de cada cuatro entes públicos dependientes de las Comunidades Autónomas ha sido suprimido desde 2012, año en que el PP llegó a La Moncloa. Aunque las cifras bailan -han ido apareciendo entes que antes no estaban inventariados y además se han creado otros-, el PP se encontró 2.336 entes y ahora quedan 1.844 , excluyendo los 145 del País Vasco.
Según Hacienda, en este proceso se han disuelto o están en proceso de disolución 680 entidades en total ya que en estos cuatro años se han suprimido 489 y 191 están "en procesos muy próximos a su extinción". Es decir, se han disuelto posteriormente, han cesado en sus actividades o se encuentran en proceso de liquidación. Por tipología, en los últimos cuatro años se han suprimido 166 sociedades mercantiles, 148 entes y, por ejemplo, 114 fundaciones. El caso de las empresas públicas es el más llamativo ya que en muchos casos competían con el sector privado mediante la gestión de hoteles, agencias de viajes y albergues e incluso en la fabricación de cuero , cuchillos o productos alimentarios, campos de golf, mercados y hasta centros dramáticos o clínicas.
Cataluña (395) y Andalucía (326) son regiones que más entes tienen aún. Entre ambas acumulan más del 40% del conjunto de las autonomías. Curiosamente éste porcentaje es superior al que tenían en 2012 (37% del total) a pesar de que la Generalitat ha reducido 88 entidades (18% menos) desde ese año y Andalucía 34 (9% menos). En número y en porcentaje es Baleares (94 entes menos, un 11%) quien más ajuste ha hecho.
A pesar de este proceso de reducción, siguen existiendo los mismos entes ahora (1.844) que había en 2004 (1.843). Se debe a que desde ese año crecieron exponencialmente, sobre todo con el inicio de la crisis. Es decir, la administración española es el único caso entre las economías occidentales en que aumentó el empleo público durante la recesión así como el número de entes, consorcios, agencias, organismos autónomos, fundaciones, entidades empresariales, sociedades mercantiles, universidades y otras instituciones sin ánimo de lucro. Lo que confirma el papel de los partidos políticos como agencias de colocación para compromisos y amistades ya que en este periodo aparecieron 300.000 nuevos empleados, sobre todo en estos entes, mientras que en el sector privado desaparecieron 3,8 millones de trabajadores.
Además, las CCAA aprovecharon la creación masiva de estos entes para centrifugar déficit, que ha tenido que ir corrigiendo la intervención general del Estado. Es decir, aunque prestaban los mismos servicios, muchos de ellos se crearon fuera de la administración general para computar aparte su déficit y deuda. Por tanto, no aparecían en las cifras oficiales.
En todo caso, Cataluña y Andalucía han sido las más activas. Por ejemplo, ambas regiones tenían 269 entes a principio de 2008. Tres años más tarde, la cifra era de 453 en el primer caso y de 376 en el segundo. La Generalitat llegó a crear 41 consorcios en este período (de 140 en 2008 pasó a 181 en 2011). Lo más llamativo es que creó 76 fundaciones, pasó de sólo dos al principio de la crisis a 78 cuatro años después. Además, abrió 52 sociedades mercantiles (pasó de 44 a 96). Por su parte, la Junta creó una veintena de consorcios (hasta 151), 55 fundaciones (de 19 en 2008 a 74 en 2011) y 22 sociedades (de 79 a 101).
HAY QUE ADEGALZAR EL GASTO PÚBLICO EN ENTES QUE SE SOLAPAN
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