Fachada del Campus Google de Madrid
Hacienda busca en Google Spain y Google Ireland indicios de fraude fiscal.
35 inspectores revisan las oficinas de Torre Picaso y al Campus Google, en el centro de la capital.
Un equipo de 35 inspectores de la Agencia Tributaria ha acudido este jueves por la mañana a registrar oficinas del gigante Google en España. En concreto, se han personado en la sede de la Torre Picasso, en el complejo de Azca, y en el Campus Google, en el centro de la capital, cerca de la Ronda de Segovia, según confirman fuentes de la administración tributaria. Google, por su parte, señala que está cooperando y que cumple la ley.
Los Inspectores de Hacienda tenían una autorización del juzgado de lo contencioso-administrativo nº 29 de Madrid para entrar en las sedes madrileñas del grupo Google. El juzgado había recibido una petición de la Agencia Tributaria del martes pasado, según explican fuentes oficiales del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Habían iniciado una actuación de comprobación e investigación sobre la filial española del gigante estadounidense y extiende las posibles responsabilidades tributarias en España de la sociedad no residente de Google Ireland.
"Cumplimos con la legislación fiscal en España al igual que en todos los países en los que operamos. Estamos cooperando con las autoridades en España para responder a todas sus preguntas, como siempre", ha asegurado una portavoz de la compañía en España.
Fuentes tributarias explican que este tipo de actuaciones sobre multinacionales tecnológicas se están realizando en diferentes países europeos de forma más o menos coordinada par tratar de obtener evidencias que esclarezcan si estas compañías disponen en cada uno de estos países europeos de un establecimiento permanente a través del cual canaliza las ventas.
En el caso de la filial española, Hacienda está analizando porqué Google Spain paga tan pocos impuestos en España a pesar de realizar ventas multimillonarias. Con esta actuación, los técnicos de la Agencia tratan de demostrar que la estructura internacional del primer buscador mundial de Internet no es real. Para ello tratan de acreditar que las funcionalidades que el grupo atribuye a la filial española son menos de las que realmente realiza.
El registro está vinculado con una investigación por posible evasión fiscal. La compañía, famosa por su buscador de Internet, lleva años en el punto de mira de Hacienda por su sistema tributario, ya que parte de sus ingresos los gestiona a través de Irlanda. De esta manera, podría estar reduciendo artificialmente su negocio en España y rebajando su factura fiscal.
En 2011 el fisco español ya abrió una investigación a Google por los impuestos que pagaba. Su filial española Google Spain apenas pagaba impuesto de sociedades y hasta declaró pérdidas en su ejercicio fiscal. Así que Hacienda reclamó información para analizar si estaba actuando bien. La compañía acordó finalmente pagar 1,9 millones más por actas abiertas contra sus declaraciones de 2007 y 2008 y así cerró el caso.
Frentes abiertos en toda Europa
La Comisión Europea también lleva meses detrás de su ingeniería fiscal y la compañía tiene frentes abiertos en toda Europa. En Francia las oficinas de Google también fueron registradas a finales de mayo por motivos fiscales. En el país galo le reclaman 1.600 millones de euros. Acudieron en busca de documentos que prueben el presunto desvío de beneficios desde Francia a paraísos fiscales pasando por Irlanda.
En Reino Unido, la multinacional llegó el pasado enero a un acuerdo con la Hacienda británica por el que pagará 130 millones de libras esterlinas (172 millones de euros) en concepto de impuestos atrasados. La compañía estadounidense se comprometió, además, a cotizar en lo sucesivo en el país por los ingresos que obtenga por la publicidad de compañías radicadas en suelo británico.
CUANTO MÁS PODEROSO, MÁS POSIBILIDAD DE ENGAÑO.
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