Mantendrán sus derechos quienes hayan arrendado la vivienda antes de esa fecha.
Frente a las medidas de la reforma fiscal que buscan aliviar la presión tributaria sobre ciertos sectores de la población, las propuestas aprobadas concernientes al alquiler de viviendas afectará de manera negativa tanto a los propietarios como a los inquilinos.
Los inquilinos que firmen un nuevo contrato a partir del 1 de enero de 2015 perderán significativamente sus ventajas tributarias. Todo nuevo contrato de alquiler a partir de esa fecha no tendrán deducción. Para que se puede seguir aplicando la deducción por alquiler de la vivienda habitual, un contribuyente deberá haber tributado ya antes del 31 de diciembre de 2014.
Asimismo, a partir de enero de 2015, todo nuevo contrato de alquiler estará sujeto a unas reducciones inferiores a las que se aplicaban con anterioridad, en algunos casos incluso a la mitad. En el caso de los propietarios de las viviendas alquiladas, la reducción en la tributación se reduce al 50% en todos los casos. Hasta ahora la reducción era de un 60% con carácter general y de un 100% para aquellos que tuvieran inquilinos menores de 35 años.
LA REFORMA ESTÁ DISFRAZADA Y PERJUDICA MUCHO A LOS DE SIEMPRE
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