Carlos Jiménez Villarejo.
“Debe acabarse con los políticos que están en el cargo desde 1979”
El exfiscal anticorrupción afirma que se opone a la consulta: "De la manera en que se ha planteado, me parece tramposa y capciosa".
A punto de cumplir 79 años, el exfiscal Carlos Jiménez Villarejo será eurodiputado por la lista de Podemos, tras un proceso de primarias insólito en España en que los ciudadanos han escogido a los candidatos y el lugar en el que iban, sin el corsé de cuotas ni listas cremallera.
Pregunta. ¿Qué hace un jurista como usted en Podemos?
Respuesta. Un jurista con vocación democrática no puede ser insensible a una sociedad donde los principios constitucionales se están traicionando. Podemos es el anhelo frente a la decadencia del sistema democrático y frente a las consecuencias negativas del capitalismo.
P. ¿Por qué se ha alejado de Iniciativa y de Izquierda Unida tras muchos años de sintonía?
R. Tenía necesidad de recuperar mi relación con los ciudadanos fuera de los cauces del sistema partidista y burocrático. Y estuve en pleno desacuerdo con la declaración de soberanía de 2013 que secundó ICV. Eso marca mi distanciamiento y creí que tenía de conectar con otros movimientos en los que el soberanismo no fuera un tema central, y menos para un partido heredero del PSUC.
P. Pablo Iglesias ha dicho “Cataluña será lo que los catalanes quieran”, pero usted se opone a la consulta.
R. Me opongo a la consulta y más de la manera en que se ha planteado, que me parece tramposa y capciosa. Podemos es un movimiento muy amplio y en su programa hace una referencia vaga al derecho a decidir de los pueblos y no se alude a Cataluña. ¿Porqué no consultamos a los ciudadanos sobre qué medidas hay que aplicar sobre los desahucios y colocar a la banca en su sitio?
P. Cataluña ha sido la comunidad en la que han obtenido el peor resultado, con 117.096 votos y el 4,66%. ¿Tienen espacio?
R. Sí. Podemos se está abriendo a esa forma de organización que se llama círculos y en un mes se va a abrir en el Maresme. Es un avance en progresivo y ha costado llegar a Cataluña.
P. ¿El debate soberanista ha influido en el resultado?
R. En parte sí, pero ha faltado una mayor decisión de implantación. No se puede minusvalorar a una organización que nació hace cuatro meses en Madrid y que ha obtenido más de cien mil votos. Me parece un resultado aceptable.
P. ¿Tomará posesión del escaño? Hace tres meses dijo que no lo haría por la edad.
R. Sí, tomaré posesión. Si usted lo dice, debí decir eso.
P. Quizás no esperaba el éxito electoral de Podemos.
R. Reconozco que hemos sido sorprendidos por el resultado. Yo fui situado en el número tres por el sistema más democrático que ningún partido ha aplicado nunca en España, que es constituir una candidatura a partir de unas elecciones primarias en las que participaron 33.156 ciudadanos, al margen de su condición, edad o filiación política. Cuando haya un partido que lo aplique, que me hablen de democracia interna.
P. ¿Cuál va a ser su prioridad en el Parlamento Europeo?
R. La política migratoria. Lo que está ocurriendo en Ceuta, Melilla y Lampedusa es contradictorio a los principios de la Unión Europea. La actuación del Gobierno me parece antidemocrática, autoritaria y cruel. Denunciaré las vallas, las concertinas, el uso de material antidisturbios y las devoluciones en caliente que están prohibidas por la ley.
P. El programa de Podemos también contiene la llamada directiva Villarejo contra la corrupción. ¿En qué consiste?
R. La corrupción ha invadido la vida pública española de forma alarmante. En un país en el que hay 2.000 causas abiertas y 500 imputados, solo están en prisión unas 15 personas. Me preocupa dotar a la justicia para afrontar ese volumen de causas.
P. ¿Está cuestionando la respuesta de los jueces?
R. La respuesta judicial ha sido débil y lenta. Y Cataluña es un ejemplo con el caso Palau. La Audiencia de Palma de Mallorca es la excepción, Tramita más de 100 procesos y ya ha celebrado 48 juicios que han acabado en 45 sentencias condenatorias.
P. ¿Qué medidas concretas proponen?
R. La limitación de los mandatos a ocho años es la principal. Hay que acabar con los políticos que ocupan cargos públicos desde 1979. Y después está el tema de la financiación. Un partido que depende económicamente de un banco nunca podrá ejercer su función de manera independiente.
COMENTARIO:
La limitación a ocho años en los puestos de poder es una idea que, poco a poco, se va abriendo paso, con la natural resistencia de los que los disfrutan. El día que los puestos de poder supongan más obligaciones que derechos y más trabajo que beneficio, tendremos los políticos que lo serán por convicción y por servir a su país, y no por mejorar su currículo, su economía particular y su estatus social.
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