YA TUVIMOS BASTANTE ROBO CON LA BANCA Y AHORA TENEMOS QUE RESCATAR A UNA EMPRESA PRIVADA

 

El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli

La ministra de Fomento viajará a Panamá para tratar la crisis del Canal

El presidente panameño pide la colaboración de los Gobiernos de los países implicados.

El conflicto abierto por las obras de ampliación del Canal de Panamá entre el grupo internacional que se hizo con las obras, liderado por la española Sacyr, y la agencia estatal que gestiona el Canal ha provocado un despliegue diplomático de los países afectados para tratar de cerrar la crisis. La ministra de Fomento de España, Ana Pastor, viajará la próxima semana a Panamá con la intención de entrevistarse con el presidente panameño, Ricardo Matinelli, para encontrar una solución que desbloquee el proyecto.

La ministra de Fomento de España, Ana Pastor, llegará el domingo por la noche a la capital panameña y al día siguiente entregará un mensaje del presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, al mandatario Ricardo Martinelli sobre la crisis provocada por la amenaza lanzada el 1 de enero por el conglomerado multinacional Grupo Unidos por el Canal (GUPC) de suspender las obras de ampliación del Canal de Panamá. El consorcio internacional, liderado por la constructora española Sacyr, argumenta que sufre unos sobrecostos de hasta 1.600 millones de dólares, equivalentes a unos 1.200 millones de euros.

Tras reunirse el viernes con Jesús Silva, embajador español en Panamá, y Massino Tudini, encargado de negocios italiano en ese país, Martinelli alertó: “Yo voy hasta la ‘Conchinchina’ a pelear por los intereses de Panamá ya que esta obra se tiene que concluir porque es uno de los proyectos marítimos más importantes y tanto los gobiernos de España e Italia están dispuestos a ayudar a que se resuelvan estas anomalías”.

“No es un problema diplomático”, aclaró, al coincidir con Silva y Tudini. Y añadió que la disputa es “entre empresas” y que el nexo intergubernamental es “excelente”. Silva informó a El País que “en principio” está confirmado que Pastor llegará acompañada del secretario español de Cooperación Iberoamericana, Jesús Gracia.
Pastor se reunirá con Martinelli, con la cúpula de la estatal Autoridad del Canal de Panamá (ACP) y con ejecutivos de GUPC, para tratar de desbloquear el conflicto generado por la eventual paralización de labores a partir del 20 de enero próximo por la petición financiera adicional de la constructora. Tudini reiteró la voluntad de hallar un arreglo.
Tras la reunión con Martinelli, en el capitalino Palacio de Las Garzas, Silva explicó, al lado de Martinelli y Tudini, que aunque es un problema empresarial, los gobiernos “pueden ayudar” a resolverlo. “Un primer empuje de este diálogo es la visita” de la ministra, dijo, “porque si hay una empresa española en este conflicto nosotros como Gobierno tenemos que mediar para intentar buscar una solución”.
Martinelli informó que en las citas del lunes participará el español Manuel Manrique, presidente de la española Sacyr Vallehermoso S.A, integrante del Grupo junto con Impregilo, de Italia, Jan de Nul, de Bélgica, y Constructora Urbana, de Panamá.

GUPC amenazó con paralizar la construcción del nuevo juego de esclusas del centenario Canal en el Atlántico y en el Pacífico, ya que atribuye el millonario aumento de costos a errores en la información aportada por ACP para el diseño de la expansión, valorada en 5.250 millones de dólares e iniciada en 2007. El Grupo ejecuta desde 2009 la parte de mayor importancia, que asciende a 3.118 millones de dólares y, por atrasos previos, concluirá en junio de 2015.

Martinelli anunció el jueves que viajaría a Madrid y Roma a “exigirle” a los gobiernos e España e Italia que cumplan con su “responsabilidad moral”, para que GUPC concluya la ampliación. Pero es probable que la visita de Pastor evite el viaje.

COMENTARIO:Lo sabía, acabaremos los españoles pagando el canal de Panamá porque, Sacyr no es una empresa cualquiera, es propiedad de los ricos de aquí, que son tan intocables como los bancos. Si esta empresa privada pierde algo suyo se pierde Sr. Conde. Más vale que se fastidie el vasallo, que está requete-acostumbrado a bailar con la más fea, que toquen un pelo que nuestras fortunas amasadas a base de tapujos y mangoneos.

Resulta demasiado habitual que las constructoras que consiguen obras públicas por la competitividad de su oferta se descuelguen durante la ejecución con sobrecostes que acaban encareciendo el proyecto muy por encima de lo previsto. En España tenemos mucha experiencia sobre ello, en especial en Madrid, con realizaciones como el enterramiento de la M30 cuyo coste sobrepasó en un 40% el precio de asignación de manera más que sospechosa. Así, es lógico pensar que si el caso es el de una constructora española, ansiosa por conseguir el proyecto “cueste lo que cueste” -en opinión de sus competidores-, la situación acabe desembocando en el plante y la denuncia internacional de un Gobierno que responde así al órdago de Sacyr por no permitir que el proyecto recupere una valoración por la que difícilmente se lo habría llevado. Por mucha amistad que la constructora tenga con el partido que gobierna España, a juzgar por sus “donativos”.