Publicado el 27 may. 2018
Los independentistas catalanes siguen empeñados en quitarse a ellos mismos la razón cuando hablan de "movimiento pacífico". La agresión, intimidación y amenazas es el día a día en Cataluña. Diversos miembros de Ciudadanos han denunciado a través de las redes sociales que la sede de la formación naranja en Barcelona ha sido objeto de un incidente vandálico con el lanzamiento de potes de pintura amarilla en los cristales de la fachada, en los que se muestran las imágenes de los líderes del partido Albert Rivera e Inés Arrimadas. La diputada de Cs en el Parlament, Sonia Sierra, ha lamentado este nuevo ataque a la sede de Ciudadanos en Barcelona con pintadas amarillas, un día después de la polémica en el pleno del Parlament por quitar un lazo amarillo de la bancada del Govern. "En Catalunya cuando defiendes una cosa tan de sentido común como que las instituciones no son solo de los que llevan el lazo amarillo, pasan estas cosas,te amenazan, te insultan y te atacan", ha dicho en declaraciones a los medios. Sierra ha asegurado que "no hay amenaza ni insulto que haga callar" a aquellos que quieren la convivencia y la unión en Cataluña, y ha instado a los otros partidos a que sean capaces de condenar la violencia, venga de donde venga. En un apunte en twitter, el portavoz de Cs, Carlos Carrizosa, también ha afirmado que "la intolerancia viste de amarillo" y ha insistido en que la calle y las playas son de todo el mundo, no de los CDR. "Los bancos del Govern en el Parlament son de todos, no de los diputados separatistas. #NoNosCallaran", ha escrito el diputado que este pasado viernes mantuvo sus divergencias con el presidente del Parlament Roger Torrent por la retirada de un lazo amarillo que los grupos independentistas habían colocado en la bancada destinada a los futuros miembros del Govern, a falta de que se resuelva su designación oficialmente con la publicación en el DOGC.
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