Roger Torrent, este lunes con el excónsul honorario de Finlandia, Albert Ginjaume
Exteriores cita a los embajadores para instruirlos contra el ‘procés’.
El Ministerio reúne de urgencia a los diplomáticos internacionales destinados en España para alertarles ante los intentos de manipulación de los independentistas.
La subsecretaria del Ministerio de Asuntos Exteriores, Beatriz Larrotcha, ha citado de urgencia en apenas una semana a todos los cónsules de carrera asentados en Barcelona y a medio centenar de embajadores en Madrid para alertarles e instruirles “contra las manipulaciones” pretendidas por el proceso independentista en Cataluña. Exteriores no ocultó en esos encuentros su “enorme preocupación” por la presión sufrida y la contaminación de muchos representantes internacionales y de hecho ha forzado, “sin complejos”, el cese de cuatro de ellos por su cercanía con el separatismo.
La primera reunión masiva de los responsables de Exteriores con los diplomáticos internacionales fue a finales de octubre, apenas diez días después de la aprobación del artículo 155 por el que se intervino la Generalitat de Cataluña, y la segunda el jueves 22 de febrero con unos 40 cónsules de carrera (diplomáticos oficiales y no honorarios) en Barcelona y este miércoles pasado, en la Escuela Diplomática, con medio centenar de embajadores acreditados en Madrid. Oficialmente se trató de un briefing o encuentro informativo para exponer la evolución y balance del artículo 155. Y en principio sí se les expuso el estado de la situación tras el cierre de las 11 delegaciones o embajadas catalanasen el extranjero y del Diplocat, el servicio creado para pretender una especie de diplomacia paralela y autónoma por parte de la Generalitat.
Uno de los diplomáticos presentes explicó a EL PAÍS sin embargo que el gran objetivo de la cita fue “contrarrestar toda y eventual manipulación mediática relacionada con el proceso independentista en Cataluña”. La charla ofrecida a los embajadores, que duró unos 60 minutos entre las 13.00 y las 14.00 horas, la personalizó la subsecretaria, que acudió acompañada de un alto cargo de la Presidencia del Gobierno de La Moncloa. En esa convocatoria no les ofreció ningún papel o argumentario ni se produjo ninguna pregunta. Otro de los diplomáticos presentes concluyó que lo que Exteriores intentó fue darles un capítulo con instrucciones sobre cómo debería ser su buen comportamiento como representantes de un país extranjero en España, incluso con recomendaciones de que no se reúnan con dirigentes de partidos independentistas.
Diplomático de enlace
Un consejero extranjero destacó otra conclusión de la cita: Exteriores les facilitará a partir de ahora un diplomático de enlace con las embajadas como una especie de interlocutor privilegiado y directo para aclarar todo tipo de dudas o incógnitas que se planteen en su trabajo diario en España relacionadas con el conflicto catalán.
Toda esta estrategia de contraataque del Ministerio de Exteriores se ha precipitado en los últimos días tras comprobar con inquietud y “enorme preocupación la manipulación que el proceso independentista ha intentado a través de sectores políticos locales y nacionalistas sobre el cuerpo consular sito en Cataluña o con sede en Barcelona”, según fuentes gubernamentales. En Exteriores diferencian claramente entre esos cónsules de carrera (entre 39 y 42) y los otros denominados cónsules honorarios (45), a los que se cataloga como menos profesionales y más propicios a simpatizar con el movimiento independentista. Esa es la razón por la cual la subsecretaria acudió la semana pasada a Barcelona para reunirse con los cónsules de carrera, darles instrucciones, prestarles apoyo ante la presión “insoportable” que se considera que están sufriendo y escuchar sus percepciones de manera directa.
Cuatro cónsules cesados
El Gobierno ha forzado el cese en el último año de cuatro cónsules honorarios (Finlandia, Filipinas, Letonia y Bulgaria) por comportamientos que se consideraron inadecuados a su cargo. Un procedimiento de relevo que contempla precisamente la Convención de Viena de 1963 sobre relaciones consulares. Fuentes gubernamentales han justificado así también el último caso, ejecutado esta semana, del cónsul honorario de Finlandia, Albert Ginjaume, al que se llevaba siguiendo estrechamente desde después de la supuesta declaración unilateral de independencia en Cataluña a finales de octubre. En Exteriores niegan que se impulsara su cese solo por haber organizado como secretario del cuerpo consular en Barcelona (94 cónsules) una comida de trabajo el 1 de febrero con la presidenta de la Diputación y alcaldesa de Sant Cugat del Vallès, Mercè Conesa (CiU). Se asegura que hace tiempo que había “confundido, extralimitado u olvidado el marco legal” de sus funciones.
Desde octubre Exteriores había convocado varias veces a la embajadora de Finlandia en Madrid, Tiina Jortikka-Laitinen, para reconvenir la “conducta no ejemplar en varios casos” de su cónsul catalán sin éxito. Se indica, sin precisar más, que se había pronunciado “con manifestaciones políticas en actos públicos”. El mismo malestar se ha comunicado en estos días con el embajador de Perú y se hará con el de Dinamarca ante el respaldo que en sendas cartas le mostraron al representante finlandés desde Barcelona la cónsul peruana, Franca Lorella Deza, y el danés, Lau Andersen, éste además responsable de relaciones institucionales.
En el Ministerio se entiende que esos apoyos fueron personales y que no representan a todo el colectivo consular, que teóricamente los rechaza. En cualquier caso, se ha aprovechado la ocasión para trasladar a los jefes de las respectivas misiones diplomáticas el desagrado de España por esas actidudes “inaceptables e inconvenientes”.
MUY TARDE SE ACORDARON PARA DESACTIVAR LAS MENTIRAS Y FALSA HISTORIA CATALANA,FUERON MÁS LISTOS LOS INDEPENDENTISTAS.
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