Reparte las codiciadas embajadas entre la 'policía política', un comisario exdiputado del PP y un jefe de los antidisturbios en las Marchas de la Dignidad.
El paradigma es el inspector jefe que propició la reunión grabada de Fernández Díaz, enviado a La Haya como su mujer, también policía
La Policía puede proponer a Interior tres nombres, pero se ahorró el trámite con dos participantes en las maniobras contra la oposición
El paradigma es el inspector jefe que propició la reunión grabada de Fernández Díaz, enviado a La Haya como su mujer, también policía
La Policía puede proponer a Interior tres nombres, pero se ahorró el trámite con dos participantes en las maniobras contra la oposición
Dos mandos vinculados a las maniobras policiales contra la oposición destacan entre el grupo de policías que durante estos últimos cuatro años han visto multiplicados sus ingresos gracias a destinos en el exterior. José Ángel Fuentes Gago y Bonifacio Díaz Sevillano han sido la sombra del director adjunto operativo Eugenio Pino, recién jubilado y artífice de la ‘policía política’ de Jorge Fernández Díaz. Ambos inspectores jefe son hoy los agregados de Interior en Países Bajos y México, respectivamente, con sueldos superiores a los 10.000 euros netos mensuales.
Ambos policías aparecen en el sumario de la pieza separada del Pequeño Nicolás, la que investiga la grabación ilegal a agentes de Asuntos Internos y dos miembros del CNI. Para Fuentes Gago, la comisión judicial solicitó su imputación, que el juez Arturo Zamarriego no ha aceptado por el momento. Además, Fuentes Gago es el mando policial al que el exjefe de la Oficina Antifrau Daniel de Alfonso se refiere en varias ocasiones durante la conversación grabada con el ministro del Interior en su despacho, asegurando que es su contacto con Interior y quien ha facilitado el encuentro.
Fuentes Gago fue nombrado agregado de Interior en La Haya en junio de 2015, unos meses después de que su esposa, también policía, fuera enviada a la misma ciudad para ejercer de enlace con Europol. La retribución de su esposa es casi idéntica a la suya, poco más de 10.000 euros netos al mes. Veteranos mandos del Cuerpo identifican en esta carambola un hecho sin precedentes.
El inspector jefe Fuentes Gago fue el encargado de firmar los dos informes que no encontraron irregularidad alguna en que el comisario José Manuel Villarejo, clave en la Operación Cataluña, compatibilizara una actividad empresarial millonaria con su puesto operativo en la Policía. Ni tampoco en que participara en una reunión grabada con el expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González y que un extracto de la misma acabara en varios medios de comunicación. A él se le encargó la investigación a pesar de trabajar en la Dirección Adjunta Operativa con Villarejo y tener un rango inferior.
Según el sumario de la pieza separada del Pequeño Nicolás, Fuentes Gago fue el primer policía en tener en su poder la grabación ilegal investigada, filtrada con posterioridad a varios medios. Fuentes de la investigación se quejaron de las dificultades que provocó el hecho de que el policía no estuviera en su puesto cuando acudieron a La Haya en diciembre pasado a realizar varios registros en el caso de Oleguer Pujol. Fuentes Gago había sido enviado de vuelta a Madrid, en comisión de servicio, conservando el puesto y añadiendo las dietas de su desplazamiento a España.
El proceso de selección, un trámite
Las altas remuneraciones que acompañan los destinos en las embajadas los convierten desde hace tiempo en el objeto de deseo de una parte de los agentes. Los sueldos dependen de las actualizaciones que el Ministerio de Hacienda hace anualmente del Real Decreto 6/1995, realizadas a partir del nivel de vida en los países de destino, entre otros factores.
Para ser designado es necesario que la Comisión de Destinos en el Exterior del Ministerio del Interior eleve una propuesta al ministro de turno. Esta comisión está compuesta por siete cargos de la cúpula del departamento, con el secretario de Estado de Seguridad al frente. Su margen de maniobra es escaso, ya que debe decidir entre tres candidatos ya preseleccionados por la Dirección Adjunta Operativa, la estructura que ha cobijado a la ‘policía política’ a las órdenes de Eugenio Pino.
Y no siempre es así. El inspector jefe Bonifacio Díaz Sevillano, por ejemplo, no tuvo contrincantes. El que fuera compañero de despacho de Fuentes Gago en la DAO y su sustituto como mano derecha de Pino fue el único aspirante a agregado de Interior en México, a pesar de lo apetecible de un puesto remunerado con 11.000 euros netos aproximadamente.
Ocurrió exactamente igual con el también inspector jefe Jesús Vicente Galán. Ambos fueron designados por la Comisión de Destinos en la reunión del pasado 7 de julio. Como Díaz Sevillano, Jesús Vicente Galán fue el único propuesto por la Policía, en este caso para ser agregado de Interior en Mauritania. Las fuentes policiales consultadas encuentran una explicación en el último destino de Galán, la Unidad de Asuntos Internos de la Policía, clave en las maniobras policiales en Cataluña, y en su proximidad a Fuentes Gago.
De la bancada a la embajada
En la misma reunión del 7 de julio, el Ministerio del Interior eligió a un exdiputado del PP como enlace policial en Colombia, un ‘punto caliente’ en materia de seguridad. Se trata de Federico Cabello de Alba, miembro del Grupo Popular en el Congreso hasta los comicios del pasado mes de diciembre. Alejado de la actividad operativa, Cabello de Alba reingresó en el Cuerpo y a los pocos meses era designado consejero de Interior en Colombia. Fuentes policiales aseguran que su remuneración mensual supera los 16.000 euros.
Hace ahora dos años, el Ministerio del Interior decidió enviar a la Embajada de España en Chile al inspector jefe Francisco Javier Virseda, el mando de la Unidad de Intervención Policial destituido tras la desastrosa actuación en las Marchas de la Dignidad de marzo de 2014, que dejaron 101 heridos, entre ellos 67 policías. Virseda fue considerado un ‘cabeza de turco’ por la exigencia de depuración de responsabilidades en el seno de la Policía a raíz del operativo, que alcanzaban hasta el comisario general de Seguridad Ciudadana. Tres meses después de su destitución se convirtió en el primer agregado de Interior en la Embajada de Chile, con un sueldo que también ronda los 10.000 euros.
Las polémicas por los destinos en las embajadas vienen de lejos. En 2007, el comisario Vicente Cuesta pasó de ser el jefe de la comisaría del Palacio de La Moncloa, con José Luis Rodríguez Zapatero de presidente, a consejero de Interior en La Habana, a pesar de que otros cuatro candidatos le superaban en el escalafón. A Cuesta le quedaban tres años para jubilarse.
Los destinos se pueden alargar hasta cinco años, pero Interior puede devolver a España a los mandos cuando considere oportuno. Si se jubilan antes de que se cumpla ese plazo hay que elegir a un sustituto. Ocurrirá dentro de tres años con el agregado en México que Interior eligió el pasado 7 de julio.
La mayoría de los protagonistas de esta información también han recibido durante el Gobierno del PP condecoraciones remuneradas mensualmente de por vida. La Medalla Roja al Mérito Policial en el caso de Villarejo o Fuentes Gago, o la Medalla de Plata en el caso del director adjunto operativo Eugenio Pino.
EL GOBIERNO PAGA BIEN A LOS FIELES SERVIDORES Y POLICÍAS DE SU CONFIANZA
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