La consejera de Educación, Joana Camps Bosch (en último plano) en el Parlamento balear .
Bauzá reta a la justicia e impone el trilingüismo a 100.000 alumnos
El presidente balear (PP) desafia a los tribunales y asegura que su plan sigue en vigor.
El presidente de Baleares, José Ramón Bauzá (PP), no suspenderá la aplicación del polémico sistema trilingüe de enseñanza ni siquiera ahora que tiene sobre la mesa tres sentencias y cuatro autos del Tribunal Superior de Justicia que le obligan a hacerlo y que le han costado el puesto a la hasta este viernes consejera de Educación, Joana María Camps. "Sería un caos no continuar el curso escolar", ha defendido al anunciar su intención de recurrir. La decisión afecta a unos 100.000 estudiantes que llevan un año enredados en un conflicto social y político con multitudinarias protestas en la calle y una huelga del sector educativo que se prolongó tres semanas.
El Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL) restó hace un año peso académico al catalán, que durante tres décadas había sido lengua vehicular mayoritaria en la escuela. En septiembre de 2013 se impuso un esquema que impone que catalán, castellano e inglés sean objeto de enseñanza y aprendizaje en sí mismas. Pero la justicia ha tumbado este modelo esta semana por una cuestión de forma. El Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB) reprochó el martes por unanimidad y con tres sentencias que el Gobierno no consultara a la Universidad de las Islas Baleares , órgano competente en lengua catalana de Baleares. Un día después, exigía el cese inmediato de la enseñanza trilingüe en Baleares como medida cautelar a petición de sindicatos y padres.
Las resoluciones judiciales y la respuesta de Bauzá han dejado atrapada en la incertidumbre a la comunidad educativa. "Hay desconcierto e inseguridad jurídica", afirma la Confederación de Asociaciones de Padres de Alumnos de las Baleares. Esta asociación apoya la negociación entre el Gobierno y la comunidad educativa y apuesta por volver a la situación anterior al trilingüismo. Pero la realidad es que todo sigue igual. "Nada ha cambiado", confirma una alumna de Palma de Mallorca, Ana María, que cursa primero de ESO.
Las familias han reclamado al Tribunal Superior de Justicia de Baleares la ejecución de sus sentencias y autos, han exigido que ordene a la Consejería de Educación la suspensión del modelo trilingüe. Porque, de momento, lo único que saben seguro es que el Gobierno quiere disipar el efecto de las sentencias con recursos para buscar su suspensión. "Recurrir no es ilegal, ni prepotente, no es desacatar la ley, es utilizar sus herramientas", ha dicho Bauzá, que no ve riesgo de desobediencia o prevaricación.
El presidente de Baleares ha asegurado que su Gobierno ampara "los derechos de los niños y de sus padres, que han comprado los libros y tienen sus horarios". No lo cree así Iñaki Aicart, portavoz de la Asamblea de Docentes (organismo autogestionario, transversal, extendido en los centros) quien observa que “en muchos colegios el trilingüismo no se ha podido aplicar". "No se habían votado los proyectos propios", apunta. "Ahora los claustros pueden debatir qué hacer y cambiar".
Bauzá está lejos de contemplar esta opción. Si no se aplica el TIL, ha dicho este viernes, puede haber una posible entrada en Baleares de alumnos "de otras comunidades y otros países" que sí aprenden inglés y que "vendrán a ocupar los puestos de trabajo más relevantes". “Esta opinión es xenófoba", advierte Biel Caldentey, líder del STEI (Sindicato de Trabajadores de Enseñanza de las Islas), uno de los motores de la oposición pública y judicial al TIL. Caldentey cree que, ahora, "la mejor opción" ante el bloqueo judicial, sería retornar a los modelos lingüísticos propios de cada escuela, anteriores al decreto de lenguas. “"Sería racional y sencillo, ya tienen experiencia y medios", subraya Caldentey.
El presidente ha evitado comentar el desconcierto en los colegios y la falta de conexión entre su administración y los centros escolares. Su reacción a las sentencias adversas "para cambiar la dinámica" ha sido destituir a la consejera de Educación, Juana María Camps, y sustituirla por otra integrante del Gobierno, Nuria Riera, la portavoz.
"Habrá una negociación efectiva" y "una voluntad de consenso", ha dicho la nueva consejera, que se ha mostrado dispuesta a hablar con todos para resolver el conflicto.
La pugna social y de los profesores contra el trilingüismo del Gobierno Bauzá, la marea verde, viene de largo, desde hace más de un año, y se desencadenó por la imposición de este modelo sin consenso con profesores y padres. La primera eclosión de la crisis fue una huelga en las escuelas de tres semanas, en septiembre de 2013, y una manifestación, el 29 de septiembre, que sacó a la calle a 100.000 personas en la calle. "La huelga indefinida sigue convocada. Vamos de verde y tenemos esperanza", advierte el profesor de la Asamblea de Docentes Iñaki Aicart. "Debería abrirse ya un tiempo para el cambio". Antoni Baos, de CC OO, reclama al Gobierno que "reconozca de inmediato a la autoridad judicial". Y Jaume Ribas, portavoz de la Federación de Asociaciones de Padres, es pesimista. "A estas alturas no espero nada de este Gobierno".
Los datos conocidos del TIL, las notas de los alumnos en cursos con materias impartidas en inglés, tras el primer año experimental, "no implican un mayor nivel de fracaso escolar" para el Gobierno. Según la asociación de directores de secundaria, que encabeza Antoni Morante, las notas son peores, el fracaso se agrava en las asignaturas impartidas en inglés. El grupo de Morante apoya un cambio del TIL, su paralización y la negociación de otro modelo.
Tres titulares de Educación en solo tres años
El presidente de Baleares, José Ramón Bauzá, ha delegado la cartera de Educación en tres consejeros distintos en solo tres años. Su cometido: implantar el trilingüismo, un proyecto propio, estratégico, un reto personal de Bauzá. Su primera apuesta fue con el profesor y exdirector de colegios privados, Rafael Bosch, un político con experiencia en el sector que había sido su mentor cuando era estudiante. Bosch creó el Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL) pero para el PP era un blando . Tras su destitución a causa del TIL, tomó la cartera la ahora caída Joana María Camps, abogada y agente inmobiliaria de Menorca, sin experiencia en materia educativa. Sobrevivió al conflicto lingüístico un año y cuatro meses, tras tildar de radical a la potente Asamblea de Docentes y negarle su condición de interlocutora válida.
Camps vivió multitud de peticiones de dimisión y con sus tropiezos y lapsus en intervenciones parlamentarias, empedró su perfil con citas poco afortunadas, de persona inhábil o inculta. Llamó al informe PISA, la Biblia analítica de la educación, informe TREPITJA, al hacer caso al traductor automático. Repitió el error dos veces en el Parlamento. El MOMA, el museo de arte moderno de Nueva York lo bautizó en femenino SA MOMA, en un discurso ante artistas y en un centro de arte. Y hace unos días, llamó Euskadi a la lengua del País Vasco (euskera). Camps se va pero tiene viva una denuncia de la Asamblea de Docentes por haber cargado a las arcas públicas sus viajes a su isla, Menorca.
Su sustituta, Nuria Riera, fue directora general de empleo y ahora era consejera de la Función Pública y portavoz del Gobierno. Secretaria de Ayuntamiento, abogada por la Universidad de Jaén, alta funcionaria autonómica, es castellanoparlante en su entorno y está bregada con los periodistas y en las negociaciones. Nada más tomar Riera posesión llamó al líder de los docentes, Iñaki Aicart y dejó un mensaje en su buzón de voz.
LAS AUTONOMÍAS ESTÁN CONVIRTIENDO ESTE PAIS EN UNA TORRE DE BABEL
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