El Sena-París(foto J.A.Miyares)
El Gobierno congelará en 2013 el sueldo a los funcionarios por tercer año seguido.El colectivo seguirá con los mismos salarios por tercer año consecutivo.
El Ejecutivo adelanta que sí habrá paga extra de Navidad para el próximo ejercicio.
El Gobierno ha decidido volver a congelar el sueldo a los funcionarios en 2013 por tercer año consecutivo, según han avanzado fuentes del Ejecutivo a este colectivo en una reunión, informan los sindicatos UGT, CC OO y CSI-F. Las mismas fuentes afirman que el Ejecutivo sí que les ha anunciado la intención de mantener las dos pagas extras de 2013. "De momento las mantienen", comentan con desconfianza varios responsables sindicales a la salida del encuentro.
Además de la congelación salarial, el Gobierno ha ratificado antes los representantes de los trabajadores los planes que ya anunció en el decreto de recortes de julio y en el plan presupuestario bianual que presentó el verano pasado: la oferta pública de empleo se congela. La consecuencia de esta decisión es que no se sustituirá a los funcionarios que se jubilen o se dejen su empleo. De esta medida solo se escapan los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y quienes luchan contra el fraude.
La pérdida de poder adquisitivo de los funcionarios ha sido importante desde que en mayo de 2010 el Gobierno de Zapatero decretó una rebaja media del 5% para ellos. Desde entonces su salario ha sido congelado en 2011 y en 2012, año en que además van a perder un 7% de la nómina anual, ya que no van a cobrar la paga extra de Navidad. En el mismo periodo, los precios han crecido un 3% en 2010, un 2,4% en 2011 y en 2012, un 2,7% hasta el pasado agosto.
Además de los tijeretazos salariales, el Gobierno ha reducido el número de días de libre configuración de los funcionarios (moscosos) y ha suprimido los que recibían por antigüedad (canosos). Junto a ello, ha rebajado la cuantía que cobran por incapacidad temporal y, para 2013, ha anunciado que rebaja en un 22% la aportación que del Ejecutivo a la mutua de funcionarios (Muface) para que esta haga frente a las prestaciones sociales que reciben (pensiones, sanidad...).
Miguel Borra, presidente del CSI-F ha mostrado su rechazo a estas medidas. Además, ha criticado que, "nuevamente, ante la situación de crisis, el Gobierno no tiene soluciones ni medidas imaginativas y lo único que hace es volver a congelar los salarios". Borra ha recordado que el colectivo acumula una pérdida de poder adquisitivo del 30% desde el inicio de la crisis. "Es necesario pasar la página de los recortes y entrar en la fase de las reformas", ha reclamado.
Los gastos de personal consolidados (de la Administración Central, Seguridad Social y organismos autónomos) presupuestados para este año se situaron en 33.151 millones de euros.
AHORA TENEMOS QUE REPAGAR TODOS LOS MEDICAMENTOS DE USO COTIDIANO Y CORRIENTE.
El gasto público en farmacia descendió un 20% en agosto
La cifra representa una subida de cuatro puntos respecto a julio
La reducción en el número de recetas fue del 9,37%
La factura pública en medicamentos dispensados a través de farmacia sigue siendo de las pocas partidas que dan buenas noticias a las Administraciones. En tasas interanuales negativas desde junio de 2010 (si se toman los datos comparados del mes de un año frente al mismo del año anterior), esta tendencia se ha acelerado desde que entraron en vigor las últimas medidas de recorte: en agosto fue un 20% inferior al del mismo mes del año anterior.
En esta reducción influyen varios factores: por un lado, el efecto de la variación del copago que empezó en julio, cuando hubo un descenso del 24% (también atribuible en parte a la acumulación de medicamentos que se hizo en junio). A ello se suma a que el gasto medio por receta está en continuo descenso desde que se introdujo la medida de que, en caso de que hubiera fármacos equivalentes, solo se pudiera dispensar con cargo a los presupuestos autonómicos el más barato.
La disminución ha supuesto, según los cálculos del Ministerio de Sanidad, un ahorro sobre el mes de agosto de 2011 de 179,5 millones, a los que habría que sumar los 224 millones de julio. Esto arroja poco más de 400 millones, de los que una parte sobre la que no hay datos han sido asumidos por los pacientes. Desde principios de año, la disminución de esta partida ha sido, para las arcas públicas, de 661,2 millones.
Una medida más acertada sobre el impacto de los recortes está en su posible efecto disuasorio. En la reducción del consumo de fármacos. Y esto se ve mejor con el número de recetas. Este estaba prácticamente constante a lo largo del año, y, hasta estas medidas, subía entre el 1,5% y el 2,5% interanual. Los datos de los últimos meses son un fiel reflejo del impacto de los recortes. Así, en mayo de 2012 fue un 0,07% superior a mayo de 2011. En junio, ante el anuncio del aumento del copago, subió un 10,11%. En julio bajó el 14,2%. En agosto, la reducción fue del 9,37%. Estos vaivenes reflejan perfectamente la situación: acaparamiento ante el anuncio del cambio del copago (junio), retraimiento porque se están usando los medicamentos acumulados (julio) y cierta tendencia hacia una normalización en agosto, que habrá que ver si se confirma y dónde para (si la reducción se mantiene cerca del 9% será un éxito; si en seis meses se recupera la cantidad anterior, el efecto habrá sido pasajero).
Los datos, positivos para las Administraciones, son a corto plazo. Los expertos en economía de la salud afirman que habrá que esperar unos seis meses o un año para saber el impacto real de estas iniciativas. Algunos incluso aventuran que el gasto sanitario total puede incluso aumentar si las personas dejan de tomar medicamentos que necesitan y empeoran. Pero el ahorro es constante y sonante estos meses, y eso es lo que defiende Sanidad.
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