INCULTURA EN EL MUSEO.
Los museos siempre han sido el refugio de la cultura y muestra de sueños
e historias pasadas , pero como ahora los aires que soplan van contra la cultura en aras del medio ambiente,
se han convertido en objeto de sabotaje por energúmenos que agreden las obras de arte de prestigiosos
genios para dar a conocer sus desvaríos bajo una causa aparentemente
justa y parece que les salen gratuitos
los ataques, así que esta incultura bestial de profanadores se extiende por el
mundo como la pólvora y no pasa nada y digo, si un espécimen de estos se pega a
una obra o pared después de arrojar sus
diarreas mentales para protestar contra
el medio ambiente o cambio climático sin hacer nada por él, solo la extorsión y unos
minutos de gloria en los medios de comunicación, creo que lo mejor sería dejarlos en el museo
como una muestra más de la evolución de la especie humana actual, sería un atractivo
más para las visitas ,atrayente para ver obras con sus destructores
allí pegados, eso sí, se les daría de comer y posibilidades de defecación, pero
la idea sariá muy buena y quizás disuasoria, mientras les tratemos como una novedad con paños calientes ,esto va a seguir proliferando
como setas en otoño, así mi consejo es
que hecha la fechoría formen parte del museo
como una obra más de su mensaje incívico,
esos que no hacen nada por medioambiente,
solo ser protagonistas por un momento en
los medios con un ataque a las obras como
propios enajenados a los que les damos publicidad,
mucha culpa es los medios de comunicación,
el silencio sería su muerte más segura
de esta movimiento propio de salvajes degenerados.
José Ángel Miyares Valle
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