El G-20 llega a un acuerdo para limitar el calentamiento global a 1,5 grados
Se trata de un compromiso genérico para «mediados de siglo», sin citar la fecha del 2050
Los líderes del G-20 llegan al acuerdo sobre el aumento de la temperatura global de 1,5 grados centígrados y terminar de financiar nuevas plantas de carbón a finales de año. Así lo prevé la declaración final de la cumbre. Tras duras negociaciones que continuaron durante la noche, se cerró el comunicado final del G-20, en particular sobre la emergencia climática, un tema clave de la cumbre de los grandes de la tierra que se concluye esta tarde en el nuevo Centro de Congresos la Nuvola de Roma.
El limitar el calentamiento global a 1,5 grados supone un acuerdo de mínimos, porque en la declaración final la fórmula elegida es el término «a mitad del siglo» para el objetivo sobre emisiones netas cero, pero queda eliminada la fecha concreta del año 2050, como pedían varios países del G-20 y como hubiera deseado la presidencia de turno italiana de la cumbre.
Llamamiento de Draghi
Precisamente, el primer ministro Mario Draghi hizo esta mañana, al abrir la jornada final de la cumbre, un dramático llamamiento a los líderes del G-20 para llegar a un acuerdo sobre el cambio climático: «Debemos actuar rápidamente para evitar consecuencias desastrosas sobre el clima», dijo Draghi, al abrir los trabajos de la segunda y última jornada del G-20 en el nuevo Centro de Congresos la Nuvola de Roma. «La lucha contra el clima –añadió Draghi- es el desafío de nuestro tiempo. O actuamos ahora y enfrentamos los costos de la transición y logramos hacerla más sostenible o la posponemos y corremos el riesgo de pagar un precio más alto después del fracaso».
El llamamiento a los líderes mundiales de Mario Draghi para que se actúe con urgencia sobre la emergencia climática se produce después de largas negociaciones para llegar a un acuerdo en el comunicado final sobre el clima. Ante las posiciones distantes de China, el principal contaminador del mundo (es responsable de más de una cuarta parte -27,9%- de todas las emisiones de CO2 del planeta), y también de la India y Rusia, Mario Draghi se empeñó personalmente en una mediación para que la cumbre de Roma no concluyera con un vago y genérico comunicado sobre el cambio climático. El resultado de esta cumbre condicionará la COP26, la vigesimosexta Cumbre del Clima que se inicia el 31 de octubre en Glasgow, Escocia, a donde viajarán también los líderes reunidos hoy en Roma.
Oposición de China, India y Rusia
Al eliminar la referencia al objetivo de cero emisiones para 2050, como se fijó en la conferencia de París en el año 2015, por el genérico «para mediados de siglo», es consecuencia de la firme determinación de China. Pekín afirma que continuará con su plan de hacerlo a partir de 2060. India persigue el mismo objetivo que China, al igual que Rusia. A pesar de la voluntad de la mayoría de los líderes de alcanzar cero emisiones para 2050, aunque se haya utilizado la fórmula vaga en el comunicado de «a mediados de siglo», el presidente ruso, Vladimir Putin, reiteró que el objetivo de Rusia es lograr emisiones netas cero para 2060.
En cualquier caso, se marca el compromiso colectivo de llegar al aumento limitado de temperatura a 1,5 grados centígrados, un resultado menos ambicioso del que se había propuesta la presidencia de turno italiana del G-20. El primer ministro Draghi fue contundente en su intervención al señalar la urgencia de adoptar medidas sobre la emergencia climática: «El Grupo Intergubernamental de expertos de las Naciones Unidas sobre cambios climáticos muestra que debemos realizar reducciones inmediatas, rápidas y sustanciales de las emisiones para evitar consecuencias desastrosas. Algunos de nosotros –dijo Draghi- nos preguntamos por qué estamos llevando nuestro objetivo climático desde los 2 grados centígrados a 1,5 grados. ¿Por qué? Porque la ciencia lo dice. Debemos prestar atención –añadió Draghi- a las advertencias de la comunidad científica mundial; abordar la crisis climática en esta década; y honrar el Acuerdo de París y la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible».
Precisamente, el cambio climático ha centrado la mayoría de las intervenciones de los líderes en esta jornada final, destacando la advertencia que hizo el primer ministro Boris Johnson, un experto en el imperio romano: «La caída del imperio romano nos enseña que cuando las cosas empiezan a ir cuesta abajo, lo hacen muy rápido», dijo Johnson, que presidirá, junto a Mario Draghi, la COP26 en Glasgow.
Logros de la cumbre
El documento final del G20 confirma el fondo de 100.000 millones de dólares anuales, hasta el 2025, para apoyar a los países en desarrollo en su transición ecológica.
Al margen del acuerdo de mínimos sobre emergencia climática, la cumbre del G-20 ha obtenido ya algunos logros, entre ellos el impuesto mínimo global del 15 por ciento para las multinacionales y sobre las vacunas para los países más pobres. En realidad, lo que se ha hecho en esta cumbre ha sido dar el visto bueno al acuerdo sobre la fiscalidad global logrado ya el 1 de julio en la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), tras años de estancamiento. La consecuencia más importante es que las grandes multinacionales (alrededor de un centenar con ingresos superiores a 20.000 millones de euros) pueden ser obligadas a pagar los impuestos en los países donde logran sus beneficios, y no solo en las naciones donde fijan su residencia fiscal.
En cuanto a las vacunas, se ayudará a los países pobres para lograr que en el 2021 el 40 por 100 de la población mundial esté vacunado, y al 70% para mediados del 2022.
Otro acuerdo importante al que han llegado Estados Unidos y la Unión Europea en Roma ha sido poner fin a los aranceles adicionales al acero y al aluminio, una disputa que se arrastraba desde la época del presidente estadounidense Donald Trump, cuya administración fijó en un 25 % esos aranceles.
SON UN PELIGRO PARA LA HUMANIDAD
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