Alcorcón, un polvorín entre adeptos y contrarios a las protestas: «Hemos salido a defender nuestro barrio»
El gran despliegue policial en la plaza de los Príncipes, vallada, no pudo contener el enfrentamiento y los insultos entre jóvenes con banderas antifascistas y los detractores del Gobierno.
Las protestas vecinales contra el Gobierno de Pedro Sánchez que empezaron la semana pasada en Núñez de Balboa están creando un clima de crispación social que no hace más que extenderse por el territorio dividiendo a los barrios entre adeptos a las manifestaciones y contrarios que gritan «Sanidad Pública» y que reivindican la necesidad de que el estado de alarma permanezca hasta que se frente la propagación del coronavirus. No solo ocurre en barrios nobles de Madrid, sino en distritos y municipios históricamente de izquierdas.
Uno de ellos es Alcorcón, donde la plaza de los Príncipes se convirtió ayer en un polvorín entre los autodenominados antifascistas y aquellos que protestaban contra la gestión de Sánchez, sobre todo cuando uno de los participantes ha sacado una bandera de Vox. La plaza permaneció vallada desde las 7 de la tarde por agentes de la Policía Nacional y la Local, con un gran despliegue. Pero eso no impidió a los cientos de jóvenes enfrentarse contra los detractores del Ejecutivo ni que estos les contestaran sin guardar en ningún momento la distancia de seguridad. A un lado de la plaza, las banderas de España; al otro, las republicanas. «Libertad» y «Alcorcón antifascista» fueron los gritos más escuchados, seguidos por «Madrid será la tumba del fascismo». Enfrente contestaron enseñando las pancartas pidiendo el fin del estado de alarma.
Los ánimos se calmaron cuando los antidisturbios llegaron a la vía pública, pasadas las 21.15 horas. Los antifascistas salieron corriendo del lugar, desalojando la calzada, pero no abandonaron la vía pública, quedándose frente a los agentes. «Hemos salido a defender nuestro barrio, ¿no lo entendéis?», preguntaban los jóvenes. «Más respeto, que podía ser tu padre. Nosotros no os insultamos, ¿no os dais cuenta?, pidieron los del otro frente. «Vosotros, fascistas, sois los terroristas», les contestaron coreando. «¿Fascista yo? Eso lo dices tú, que me estas insultando por no pensar como tú. Iros a Venezuela», respondió una de las jóvenes que estaba en el lado de las protestas contra la Administración.
Los cánticos de «Alcorcón antifascista» volvieron cuando una de las congregados ha insultado a los jóvenes por su lugar de origen: «¿Qué sabéis vosotros de España si sois moros?». «Racista. Solo os importa el dinero», le espetaron. La manifestación terminó con gritos de «Viva la República» después de que los manifestantes de derecha abandonasen el lugar y se quedasen solo los jóvenes.
Es la segunda jornada de tensión en este enclave. El lunes, en la nueva hora punta del confinamiento, las nueve de la noche, la Policía tuvo que montar un amplio cordón policial para que partidarios de ambos grupos, izquierda y derecha, no se juntasen y la tensión no fuese a más. La situación no solo se quedó en la calle, sino que trascendió al Consistorio, con reproches y críticas entre los grupos políticos. El portavoz de Podemos, Jesús Santos, (partido que tiene el bastón de mando junto al PSOE) ha indicado que la calle «no es un privilegio de pocos, sino el derecho de todos» y que fueron los que iniciaron las caceroladas los que «rompieron el consenso», por eso los contrarios han reaccionado. «Fue la extrema derecha mediática, política e institucional, con Ayuso al frente, la que ha convertido una lucha colectiva en un desafío de la salud», ha aseverado.
El PP ha agradecido el trabajo de la Policía Nacional «protegiendo a los vecinos frente al grupo radical que ha acudido a reventar su propuesta pacífica. Vox, por su parte, ha mostrado rechazo e indignación ante las «amenazas» de la «extrema izquierda», y la alcaldesa, Natalia de Andrés (PSOE) ha hecho un llamamiento a la «calma y convivencia».
En Alcorcón, las elecciones generales del 10-N las ganó el PSOE, con el 30,66% de los votos, a ocho puntos del PP, que se quedó en el 22,74. Pero curiosamente, en el Parque de Lisboa, donde se manifiestan ahora los vecinos, se creó un pequeño reducto dentro del mapa teñido de rojo que dejaron los votos al Partido Socialista: entre la avenida de Leganés y la calle de Carballino, la primera fuerza fue el PP, llegando a cosechar el 38,6% de las papeletas; el PSOE se quedó con el 24,2.
Otro de los municipios a los que se han extendido las protestas es Alcalá de Henares, con una cacerolada a pie de calle discurrió entre la plaza de Cervantes y la calle Mayor. «Aquí están los nacionalistas», salieron cantando ayer los manifestantes que portaron banderas de España. Los gritos de «Libertad» también se escucharon en el casco histórico de la localidad. Ya llegando a la plaza, dieron inicio a los cánticos de «Asesinos». Algunos de ellos incluso cantaron el Himno de la División Azul cuando cayó la noche.
En Alcalá de Henares, ocurrió algo similar. Hace seis meses, el partido de Pedro Sánchez se llevó la medalla de oro en las elecciones cosechando un 30,79%; el PP se quedó en el 21,26. Sin embargo, en la zona de las protestas, en la plaza de Cervantes, arrasó Pablo Casado con el 37% de los votos.
LAS BATALLAS CAMPALES EN LAS CALLES
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