La crisis del ‘Open Arms’ deriva en un enfrentamiento entre España, Italia y la ONG
El Gobierno desmiente que haya llegado a un acuerdo con Roma para desembarcar en Baleares, como sugería el barco en un comunicado.
La crisis del Open Arms está derivando en un enfrentamiento entre España, Italia y la propia ONG. Poco después de que el Gobierno asegurara que no entendía la posición del barco de no aceptar la oferta de dirigirse a un puerto español, la propia ONG ha sugerido que Madrid y Roma han llegado a un acuerdo para que los 107 migrantes a bordo del buque humanitario desembarquen en Baleares, algo que el Gobierno ha desmentido inmediatamente. "Si efectivamente se ha llegado a un acuerdo, es indispensable que Italia y España asuman la responsabilidad de garantizar, poniendo los medios necesarios, que estas personas finalmente desembarquen en un puerto seguro", ha asegurado la organización. Fuentes de La Moncloa niegan tajantemente "la existencia de ningún supuesto acuerdo con Italia, al que alude de manera confusa la propia ONG en su comunicado". "Lo único cierto es que el Gobierno ha ofrecido al Open Arms poder dirigirse al puerto español que esté más próximo en su ruta y que el Ejecutivo italiano está incumpliendo la ley", añaden dichas fuentes.
Lejos de evidenciar un acuerdo, el rifirrafe diplomático entre España e Italia va ganando fuerza. Pero también la ONG ha sido la diana del Gobierno español en las últimas horas. "Les hemos ofrecido todo tipo de ayuda: atención médica, víveres... No entendemos la posición del Open Arms", ha asegurado este lunes la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo.
Ante la obcecada negativa del ministro del Interior italiano, Matteo Salvini —de la ultraderechista Liga—, a permitir el desembarco de los 107 inmigrantes a bordo del Open Arms, el presidente en funciones, Pedro Sánchez, ofreció este domingo los puertos españoles, primero el de Algeciras (Cádiz) y luego el "más cercano", el de Mahón (Menorca). La oferta fue rechazada por la ONG española, que argumentó que la situación crítica que se vive en el buque le impide afrontar una travesía tan larga. El Open Arms insiste hoy en desembarcar en la isla italiana de Lampedusa, a solo 800 metros de distancia.
"Entendemos que la situación crítica es por la incertidumbre y la desesperanza, pero una vez se les dice que tienen un puerto seguro, y los inmigrantes saben que van a llegar, cualquiera puede entender que no hay ningún problema", ha opinado Calvo en una entrevista con la cadena SER. "Hemos hecho un esfuerzo inmenso, vamos más allá de lo que nos corresponde", ha proseguido la vicepresidenta, que ha calificado la labor de España en materia migratoria de "ejemplar". Calvo ha sido dura con esa posición del Open Arms y ha deslizado que el barco pudo desembarcar en Malta y prefirió acercarse a Lampedusa. "El Open Arms no quiso ir a Malta. España estaba trabajando en ello, en conversaciones con Malta, pero decidieron irse para Italia", ha asegurado, aunque no ha aclarado si el Gobierno de Malta autorizó el desembarco.
Fuentes diplomáticas han explicado a EL PAÍS que Malta no aceptaba la entrada del Open Arms en sus aguas porque no se había cerrado el acuerdo para repartirse los 107 inmigrantes que viajan a bordo. Sin embargo, una vez que seis países europeos (Francia, Alemania, España, Portugal, Rumania y Luxemburgo) pactaron el reparto, Malta estaba dispuesta a acogerlos. Pero, entretanto, el buque había optado por dirigirse a Lampedusa, descartando la opción maltesa.
El Open Arms sigue en sus trece de desembarcar en Italia. Para los gestores del barco, la distancia entre Lampedusa y Menorca es demasiado grande y comporta riesgos: “No aceptamos España. No podemos poner en peligro la seguridad y la integridad física de los inmigrantes y de la tripulación. Necesitamos desembarcar ya”. “Se está viviendo una situación de ansiedad muy fuerte y con peleas y esto influye negativamente en la seguridad, con lo cual la situación se ha convertido en inmanejable, por lo que no podemos alejarnos de la costa en condiciones de seguridad con la gente a bordo”, asegura a este periódico un portavoz de la ONG.
Frente a la opción de Algeciras, a 950 millas náuticas de distancia, o Mahón (Menorca), a 590, “se ha de imponer el puerto más cercano, que es el que tenemos a media milla; no podemos movernos en condiciones de seguridad”, según la misma fuente. Este domingo, el buque envió un mensaje urgente al puerto de Lampedusa, ante el que lleva varios días bloqueado, en el que insistía en atracar "si es necesario con el único propósito de permitir la transferencia de inmigrantes". También pidió, como alternativa, que se trasladara a los 107 inmigrantes "a un barco adecuado para llegar al puerto español de Algeciras en poco tiempo y compatible con la situación actual".
El capitán del barco, Marc Reig, estuvo durante todo el día en contacto con el Centro de Rescate Marítimo español, dependiente de Fomento, que le ofreció todo tipo de apoyo para el viaje, pero la ONG señaló que, al estar el buque en aguas territoriales italianas, en las que entró por decisión de un juez, “cualquier medida debería ser notificada a través de las autoridades italianas”.
Según Calvo, es la situación de emergencia humanitaria que se vive en el buque la que llevo al Gobierno a tomar la iniciativa: "España no solo es el país que hace el mayor esfuerzo en cuestión migratoria de toda Europa, sino que queremos responder cuando hay una crisis humanitaria. Pero no podemos decir a toda Europa que nos podemos hacer cargo de todo". El plan del Gobierno es que, una vez que los migrantes desembarquen en España, se proceda al reparto pactado entre seis países europeos (además de España, Francia, Alemania, Portugal, Luxemburgo y Rumanía). Francia confirmó que se haría cargo de 40 inmigrantes, una cifra muy superior a la prevista inicialmente y similar a la de Alemania. España se quedaría con unos 15, según fuentes gubernamentales.
EL BUENISMO ESPAÑOL NOS ENFRENTA CON ITALIA.
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