“Va a ser inevitable otra prórroga del Brexit y la UE tendrá que ser flexible”
Vince Cable está convencido de que habrá otro referéndum sobre la salida del Reino Unido del club comunitario.
Vince Cable (York, Reino Unido, 76 años) es la demostración de que el inglés es un ser excéntrico. Serio hasta el apabullamiento, laborista renegado que huyó hacia la socialdemocracia, devoto con disciplina del baile de salón y los ritmos latinos (una clase a la semana) y europeísta convencido, el líder de los liberales demócratas ha llevado a su partido a un espléndido resultado en las pasadas elecciones europeas, con un 20% de los votos y una notable segunda posición. Y dentro de un mes, como ya anunció, se retira de la primera fila. Atiende en su despacho parlamentario a los medios de la alianza LENA.
Pregunta (P). Tendrá ya una conclusión clara de esta espectacular subida de los liberales demócratas.
Respuesta (R). La razón de estos resultados es que existe un importante movimiento a favor de la permanencia en la UE. Nuestro mensaje era muy simple y poderoso: Stop Brexit (Alto al Brexit). Por eso hemos logrado unos buenos resultados, igual que otros partidos que defienden con claridad que sigamos en la Unión Europea, como el Partido Verde o los nacionalistas escoceses. Si sumas los votos obtenidos por los defensores de la permanencia, hemos recibido muchos más apoyos que el Partido del Brexit.
P. ¿Y ahora cómo se detiene el Brexit?
R. Esencialmente hay dos mecanismos. Uno de ellos es que finalmente logremos que se celebre un segundo referéndum, que incluya en la papeleta la opción de permanecer en la UE. Estoy seguro de que ganaríamos. La otra opción es que acabemos teniendo un primer ministro conservador que intente forzar la salida de la UE sin ningún tipo de acuerdo, y entonces el Parlamento lo evitaría, porque existe una clara mayoría para ello. En las próximas semanas exploraremos entre los partidos la posibilidad legal para impedir un Brexit por accidente, el 31 de octubre.
P. Pero el referéndum solo lo puede convocar el Ejecutivo.
R. Es cierto, pero requiere además una mayoría parlamentaria. Podemos llegar a la situación de tener un nuevo liderazgo del Partido Conservador que, digan lo que digan en estos momentos, se acabe dando cuenta de que un referéndum es la única salida a todo este embrollo, que les permitiría salir de la trampa. Porque están igual de atrapados que los demás. Digan lo que digan ahora en público, la mayoría de dirigentes conservadores entiende ya esta realidad.
P. ¿Y ve enfilando esa salida a Boris Johnson, el favorito en estos momentos para suceder a Theresa May?
R. Si Johnson se empeñara, como ha dicho, en ir hasta el final con un Brexit sin acuerdo, el Parlamento tendría que actuar. Y no descarto que los diputados conservadores derribaran a su propio Gobierno. No creo que pudiera salirse con la suya. Pero, sobre todo, tengan en cuenta que Johnson es un tipo despiadado, voluble y sin escrúpulos. Dice una cosa y la contraria. Es muy posible que se haga con el liderazgo conservador y al día siguiente dé un giro de 180 grados y proponga celebrar un referéndum. No le daría ningún miedo.
P. Acaba de estar en Bruselas, y ha recibido la felicitación de sus correligionarios. ¿Qué debería hacer la UE para facilitar ese segundo referéndum?
R. La UE va a tener que ser más flexible con las fechas. Ya sé que Macron [presidente de Francia] dice que no habrá más prórrogas, pero me temo que va a ser inevitable. Tendrán que ajustarse. Y deben acabar con esa impresión que dan de rigidez excesiva. Una de las razones por las que David Cameron perdió el referéndum fue por la negativa de Bruselas a contemplar la inmigración como un asunto que había que abordar. No tenían nada que ofrecer. Ya sé que la inmigración en sí puede no ser el verdadero problema, pero es más bien esa actitud de aceptar que algunas cosas deben cambiar para que todos los Estados miembros sigan juntos, en vez de limitarse a decir: 'O haces esto, o te vas'.
P. El Partido Laborista acaba de expulsar al exasesor de [Tony] Blair, Alastair Campbell, por decir que había votado a los liberales demócratas en protesta por la ambigüedad del líder laborista, Jeremy Corbyn, con el Brexit.
R. Esa expulsión refleja el fanatismo de la actual dirección laborista, que está perdiendo el control de la situación. El partido está dirigido por un núcleo de revolucionarios. Los diputados más sensatos están abandonando sus filas. Es un partido muy dividido ideológicamente, con los trotskistas en su cúpula y una base socialdemócrata. Alastair Campbell estaba en este último grupo, era uno de los más visibles. Formaba parte del grupo relacionado con Tony Blair, al que Corbyn odia. Han utilizado una excusa menor para deshacerse de él, pero les ha salido en contra.
P. ¿Cree que el fin del bipartidismo también llegará al Reino Unido?
R. El sistema bipartidista en el Reino Unido es completamente disfuncional y está caducado. En nuestro caso, incluso en las peores circunstancias hemos tenido el apoyo de al menos el 7% del electorado, y solo logramos el 2% de los diputados. Es una situación ridícula. Ocurre lo mismo con el Partido Verde. Fíjense, por ejemplo, en el Partido del Brexit, que no tiene un solo diputado [el partido de Nigel Farage nunca se ha presentado a unas elecciones generales]. El Parlamento no es nada representativo. Los dos principales partidos responden a un esquema pasado en el que representaban a las distintas clases sociales. Eso ya no es lo que motiva a la gente a votar.
VAYA LIO ESTOS INGLESES SON MUY PROBLEMÁTICOS SIEMPRE
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