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martes, 29 de enero de 2019

IGLESIAS SE ESCONDE DE NUEVO TRAS LA MILITANCIA

Iglesias se esconde de nuevo tras la militancia para decidir si compite con Íñigo Errejón

La formación morada da un giro de 180 grados en su estrategia y se olvida del «Íñigo no es Carmena» tras el aluvión de críticas internas.

En Podemos primero se actúa y después se reflexiona. Once días después de que Íñigo Errejón dejase en la estocada a la formación morada y anunciase que concurrirá con Más Madrid a las elecciones autonómicas, la portavoz de Unidos Podemos en el Congreso, Irene Montero, anunció un giro de 180 grados en la posición de su partido. Del «Íñigo no es Manuela» que defendió Pablo Iglesias en una airada misiva a su militancia, se pasa ahora a dejarlo todo en manos de «los compañeros de Madrid» y de los «inscritos» en la Comunidad.
La dimisión de Ramón Espinar —hasta el viernes secretario general de Podemos en la Comunidad de Madrid, portavoz en el Senado y diputado autonómico— es la última piedra que se ha encontrado en el camino una dirección nacional a la deriva, que cada vez está más sola en su enfrentamiento con el candidato de Más Madrid. Desde la Ejecutiva, la fuga de Errejón a los brazos de Manuela Carmena trató de venderse con victimismo como una traición del que fuese número dos del partido. Sin embargo, nadie en Podemos ha dado un paso al frente para combatir contra Errejón en una Comunidad en la que difícilmente pelearán por liderar la oposición. Izquierda Unida y Equo, que ven cómo Podemos ha desparecido de Madrid capital al renunciar a pelear por algún puesto en la lista de la actual alcaldesa, también han virado hacia la confluencia con Errejón y reclamado «unidad» a su socio electoral.
Ante una crisis abierta sin precedentes, como ya ha hecho otras veces en el pasado, Podemos se refugia en sus inscritos y les pasa la responsabilidad de tomar una decisión trascendental en el futuro de la formación morada. Iglesias y Montero, después de comprarse un chalet de lujo en Galapagar (Madrid) valorado en más 600.000 euros pese a haber criticado adquisiciones de precios similares de sus rivales políticos, pusieron sus cargos a disposición de la militancia en una consulta que tomó aspecto de chantaje emocional. A las bases de Podemos se les privó entonces de la posibilidad de censurar la incoherencia de sus líderes, y se les preguntó directamente si querían que abandonasen la nave de Podemos.

Ayer, tras haber garantizado por activa y por pasiva que Podemos sí presentaría un candidato para competir contra Errejón, Montero reculó y dejó todo en el aire. «Eso (si finalmente habrá una candidatura única en Madrid liderada por Errejón) no lo podemos saber. Nosotros vamos a apostar por la máxima unidad posible siempre. Lo que termine siendo lo tendrán que decidir los inscritos, las personas que participen del proceso. Vamos a apostar por la máxima unidad posible y en eso están trabajando los compañeros de Madrid», afirmó Montero en los pasillos del Congreso, aunque hizo especial hincapié en que los militantes de Podemos ya se mostraron a favor del acuerdo para las confluencias de cara al ciclo electoral del próximo mayo, en el que se recogía que el nombre «Unidos Podemos» tiene que figurar en las papeletas.
Así pues, aunque la nomenclatura se abordará llegado el caso en las negociaciones con Más Madrid, desde la dirección nacional se apunta ahora a la Gestora nombrada ayer, después de la renuncia de Espinar el pasado viernes, y a la posibilidad de plantear una consulta a la militancia. De esta manera, si las bases diesen el «sí quiero» a un nuevo pacto con Errejón, la dirección nacional mantendría el discurso de la «unidad» y la «responsabilidad» del que ayer hizo gala su portavoz parlamentaria; mientras que si optasen por vetar esta opción, el liderazgo de Iglesias saldría reforzado para imponer un candidato que haga frente a un Errejón que, según Montero, «ha roto muchos puentes y muchas confianzas». Este miércoles, el Consejo Ciudadano Estatal de Podemos decidirá definitivamente su postura ante la herida abierta tras el plantón de Errejón, a quien ayer Montero pidió públicamente que no acuda a la reunión para no hacer más «daño» al partido y permitirle debatir «libremente».

Última consulta

Precisamente, la última consulta que realizó Podemos en la Comunidad de Madrid fue la de las primarias en las que se confirmó a Errejón como candidato morado a la Presidencia de la región. Solo participaron él y un independiente desconocido, Emilio García, ante el que el hoy caído en desgracia en Podemos se impuso con un 98 por ciento de los sufragios. Votaron 20.489 inscritos —el 20%—, frente al 12% que revalidó con un 89 por ciento de apoyos (53.524) a Pablo Iglesias como secretario general de Podemos. Ambas consultas, eso sí, se quedaron muy lejos del célebre revocatorio por la compra de la vivienda exclusiva de Iglesias y Montero, que saldaron con el 68 por ciento de los casi 190.000 inscritos que se pronunciaron avalando la continuidad de los líderes de Podemos.
Desde el entorno de Errejón, subrayaron ayer a ABC que la idea del candidato de Más Madrid es la de repetir la fórmula que llevó a Carmena al Ayuntamiento en 2015 —con el nombre de Ahora Madrid—, aunque evitaron poner como línea roja el nombre de la candidatura a la espera, eso sí, de que haya algún tipo de contacto. Aunque fuentes cercanas a Errejón valoraron el viraje de ayer como «un primer paso», también apuntaron que todavía no se ha producido ningún contacto, reunión o llamada con nadie de la dirección nacional. Eso sí, los errejonistas insisten en que ellos «siempre» han querido contar bajo el paraguas de Más Madrid con personas de Podemos, IU y Equo. La llamada a la unidad de Montero, no obstante, aún no ha llegado al móvil de Errejón.
ES UNA POSTURA CÓMODA E INTELIGENTE.

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