Rivera se ve obligado a cambiar sus planes en pleno ascenso
El PP ha perdido el Gobierno y es el gran damnificado de la operación política que ha llevado a Pedro Sánchez a La Moncloa. Pero el otro gran perdedor de esta jornada de vértigo es Ciudadanos. La formación de Albert Rivera se va a ver obligada a cambiar de estrategia en pleno ascenso demoscópico.
Todos ayer en el Congreso constataban las caras disgustadas de los diputados y dirigentes de Ciudadanos. «Parecéis del PSC el día de unas elecciones», ironizaba un socialista catalán cuando Albert Rivera terminaba su comparecencia de prensa al término de la moción de censura. El líder de Ciudadanos ha sido el blanco de las críticas de todos los partidos, protagonizando un bronco debate en todas direcciones.
Ciudadanos votó que «no» a la moción de censura de Pedro Sánchez, cumpliendo así uno de los objetivos de los socialistas: visibilizar a Albert Rivera como único sostén del PP. En las filas de Ciudadanos muchos creen que la negación de todos los grupos a ir de inmediato a las urnas ha significado de facto «una moción de censura preventiva contra Cs», en palabras de un diputado.
Situado en primera posición en la mayoría de encuestas, y centrado en los últimos meses en aprovecharse del lento desgaste del PP, Ciudadanos asume que ahora toca otro momemento. Creen que una bolsa de voto puede cerrarse «pero otra puede abrirse». Saben que el PP «puede victimizar» muy bien la forma en que Sánchez ha accedido al poder y eso «puede funcionarles bien». En el partido creen que la capacidad de seguir arañando voto al PP va depender ya exclusivamente de dos factores: «la evolución de las sentencias sobre corrupción y la forma en que el PP haga el relevo... si es que lo hace», dice un dirigente. Pero se reconoce que el PP «tiene ahora un relato».
En cambio creen que se abre una oportunidad para atraer a votantes de centro izquierda, el elector moderado del PSOE, al que espanta los socios de Pedro Sánchez. Esa estrategia ya ha empezado. «Estaremos atentos a las concesiones e hipotecas que nos deje Pedro Sánchez en estos meses de Gobierno en manos de Torra, Puigdemont o Bildu», señaló ayer un Rivera que puso en duda que Sánchez vaya a ser «leal con la Constitución, con la unidad e igualdad de todos los españoles».
AHORA DOS PARTIDOS EN LA OPOSICIÓN EN EL MISMO ESPACIO POLÍTICO, EL PP Y CIUDADANOS
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