Borrell subraya que el gran problema que afecta a España es el de la integridad territorial
El nuevo ministro de Exteriores quiere más liderazgo español en una UE con «crisis de confianza»
Josep Borrell asumió hoy su cargo de ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación subrayando que España se enfrenta al mayor problema que puede afectar a un país, que es el de su integridad territorial, en lo que parece un claro mensaje a que parte de su tarea será hacer frente a la propaganda de los independentistas catalanes en el exterior.
Arropado por la nueva vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo; por la presidenta del PSOE, Cristina Narbona; y por el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, Borrell recibió la cartera de manos del ministro saliente, Alfonso Dastis, en un patio del Palacio de Santa Cruz repleto de diplomáticos, entre ellos, bastantes de los que ocuparon altos cargos en anteriores Ejecutivos socialistas.
El nuevo ministro, que en los últimos meses, se significó por su actividad frente a la ofensiva secesionista en Cataluña pidió ayuda al personal del Ministerio para hacer defender no sólo la integridad territorial de España, sino también para contribuir al reto de la construcción de Europa.
Borrell, un europeísta convencido y que fue presidente del Parlamento Europeo de 2004 a 2007 dejó entrever su decepción por la marcha de la UE, al afirmar: «Si me hubiera dormido en 2007 y despertado 11 años después no habría reconocido la Europa que dejé». Por ello, tras reconocer que «son tiempos difíciles» tanto internamente como para Europa, indicó que España «que es un gran país» de «contribuir decisivamente» al proyecto europeo, no «con minorías de bloqueo sino con mayorías de avance», tal como se ha «hecho en el pasado» y con la contribución de todos.
El nuevo ministro aprovechó el acto para anunciar, como ejemplo de reconocimiento internacional, que España que será la sede del Congreso Mundial de la Inclusión en 2020, tal como le acababa de avanzar el el presidente de la ONCE.
Además, quiso reconocer el trabajo de los diplomáticos y otros funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores, de manera especial a quienes están en Guatemala para llevar ayuda tras la erupción del Volcán de Fuego, a ayudar «en nombre de todos los españoles a los habitantes hermanos de este país».
Borrell no adelantó ningún detalle de cuál será la composición de su Ministerio, pero manifestó que «la suerte de un ministro se juega cuando escoge su equipo y es capaz de catalizar la energía positiva de una administración, generar entusiasmo en el trabajo y dirigirla en defensa del bien del país». Y agregó que una administración pública capaz de gobernar con Ejecutivos de uno u otro signo es «un gran activo de un país».
Y tras pedir a los altos cargos que sigan desempeñando sus puestos hasta que les llegue el relevo, si les llega, por ser «necesario u oportuno», finalizó con un: «Que Dios reparta suerte».
Por su parte, Alfonso Dastis, tras agradecer la dedicación y el compromiso del personal del Ministerio, y especialmente de quienes han sido sus altos cargos, la mayoría de ellos allí presentes, expresó su «satisfacción» porque su sucesor sea Josep Borrell, de quien ha destacado su «trayectoria impecable en el interior y en el exterior, en defensa de sus ideas y del interés de España». «Me hace feliz entregarle la cartera», dijo Dastis, quien, entre 2002 y 2004, compartió con sus sucesor trabajos en la Convención Europea que debía elaborar una Constitución Europea.
ESE ES UN PROBLEMA MUY GRANDE Y NO CREO QUE EXISTA YA NI EL DIÁLOGO SIN DEJAR PELOS EN LA GATERA.
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