El trágico destino del sargento Ojeda
El joven militar desapareció horas antes de celebrar su cumpleaños. Había tenido otro accidente a bordo de un helicóptero, otro Super Puma del Servicio Aéreo de Rescate.
Jhonander Ojeda cumplía el pasado 22 de octubre 27 años y unas horas antes de celebrarlo en su casa, donde le esperaba su familia, el helicóptero Super Puma en el que viajaba cayó al mar. En su carrera como militar, el sargento Ojeda había tenido antes otro accidente mientras volaba en un helicóptero. Ambos a bordo de los Super Puma del Servicio Aéreo de Rescate.
En la anterior ocasión, el sargento Ojeda fue el único superviviente del trágico accidente en un entrenamiento en aguas cercanas a Canarias, entre Gran Canaria y Fuerteventura. Ocurrió en marzo de 2014 y entonces murieron sus cuatro acompañantes. En la actualidad, aún se desconocen las causas que hizo que el helicóptero se precipitara al mar de forma violenta. Ocurrió durante una operación en la que se simulaba un rescate cuando, según se ha descrito con posterioridad, la aeronave se estrelló de forma violenta contra el mar. El propio Ojeda admitió después que no supo que pasó para que esto ocurriera.
El día de su desaparición cumplía 27 años y sus familiares le preparaban una fiesta
El helicóptero comenzaba a hundirse cuando el sargento propinó varios cabezazos y puñetazos a uno de los ojos de buey del Super Puma, por el que entró para nadar unos 20 metros hacia la superficie y salir a la oscuridad de la noche y el océano. Poco después, calculando el tiempo, prendió la luz de su chaleco y fue ese haz de luz el que se divisó desde el Buque de Acción Marítima de la Armada que los buscaba.
Jhonander Ojeda este jueves cumplía 27 años y sus familiares le preparaban una fiesta de cumpleaños en el barrio de La Garita, a escasos kilómetros de la Base Aérea de Gando, donde entre otros, le esperaba su abuela. La fiesta se quedó paralizada al saber que, tras una escala en Mauritania, el helicóptero en el que volaba había sufrido un siniestro. La tristeza se congeló aquella noche cuando les informaron, desde el Ministerio de Defensa que estaban siendo trasladados a Dajla en un barco de la gendarmería marroquí.
Según anunció Defensa esto procedía de una fuente poco fiable y era falso. El 22 de octubre de 1988 nació el sargento Jhonander Ojeda. Y el 22 de octubre de 2015, el día de su 27 cumpleaños, falleció tras un accidente cuando regresaba de Senegal de una operación de cooperación con el ejército senegalés.
COMENTARIO:
Como compañero de profesión del tristemente fallecido sargento Ojeda (y no quiero olvidarme del capitán Morales y del teniente López), siento una pena que va más allá del corporativismo. Pero creo también que estas cosas hay que ponerlas en su contexto. Durante veintidós años volé en circunstancias parecidas, y en ningún momento me sentí más valiente que nadie. Y he visto morir a amigos íntimos. Y he pasado graves momentos de apuro, de verdadero peligro. Pero es un riesgo que se asume, como se asume el meterse todos los días en una autovía. Pero tampoco comparto que se hagan comparaciones con otras profesiones, y menos cuando se ponen sueldos como argumento. No sé si nuestro trabajo es más peligroso que el de un albañil, aunque seguro que sí lo es más que el de un contable o el de un camarero. ¿Y qué quiere decir eso? Y si hablamos de sueldo... ¿comparamos lo que ganaba este sargento con lo que gana un albañil? me puedo imaginar lo que gana un albañil ahora, y es una injusticia, pero también me acuerdo como hace unos cuantos años un albañil, o un ferrallista, podía ganar cuatro o cinco veces mi sueldo.
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