Zaida Cantera, el pasado 11 de marzo a la salida del Congreso.
Defensa ultima la baja definitiva a la comandante Zaida Cantera
La militar denunció haber sufrido acoso sexual y laboral y pidió la baja el verano pasado.
Defensa está tramitando la baja de las Fuerzas Armadas a Zaida Cantera. La comandante fue víctima de un acoso sexual por parte del coronel Isidro José Lezcano-Mújica, condenado a dos años y 10 meses de cárcel, y posterior mobbing (acoso laboral) por parte de algunos de sus superiores. La comandante solicitó la baja el verano pasado por pérdida de condiciones psicofísicas para el servicio a causa del acoso que sufrió.
El expediente de solicitud de baja se encuentra a punto de resolverse y encima de la mesa de la asesoría jurídica del Ministerio y de la Dirección de Personal, que ultiman los detalles del proceso y los recursos presentados por ambas partes al informe médico. La baja de la comandante Cantera todavía no se ha firmado, según fuentes del Ministerio de Defensa citadas por Efe.
En el caso de conseguir la baja por las circunstancias alegadas, la comandante obtendría una pensión máxima que rondaría los 2.500 euros brutos mensuales. El cobro de esta cantidad no es incompatible con cualquier trabajo al que quiera dedicarse Cantera como civil.
A mediados de 2014, Cantera dirigió un escrito al Mando de Personal del Ejército en el que solicitó la apertura de un expediente sobre insuficiencia de facultades profesionales, el primer paso para darse de baja en las Fuerzas Armadas, en las que ingresó en 1997.
La Sanidad militar reconoció que las secuelas psicológicas del acoso sexual y laboral pueden ser tan devastadoras para una militar como las de una acción de combate. Lo hizo al diagnosticarle a Cantera "estrés postraumático", el mismo cuadro clínico que sufren los militares expuestos a conflictos bélicos.
En marzo de 2012 consiguió que el Tribunal Militar Central condenase al coronel Lezcano-Mújica. En una de las escasas sentencias por acoso sexual dictadas por los tribunales militares se decía que el coronel actuó "con grave menosprecio de la condición femenina de la víctima" y que sus actos (tocamientos, insinuaciones, amenazas, vejaciones en público) eran "claramente atentatorios de la libertad sexual" de la comandante.
COMENTARIO:
Lo lamentable es que los acosos sexuales y profesionales causados por los Lezcano-Mújica los paguemos con cargo a las arcas públicas y no se detraiga de los emolumentos de sus autores. ¿Cómo es que el noble Morenés-primo de Arias Cañete-no los haya cesado ni Rajoy al ministro experto en tráfico de armamento?. Poco nos importa que se exprese que para el tiempo que les queda en el convento...
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