El director de las campañas electorales de C's, José Manuel Villegas
"Ciudadanos va a sobrepasar al PP"
El director de las campañas electorales de Ciudadanos afirma que es necesaria una nueva Transición si queremos evitar males mayores y que los partidos viejos probablemente no formen parte de ella .
Ciudadanos está en plena efervescencia: las elecciones andaluzas han consolidado a la formación como opción emergente, recogiendo parte del impulso de cambio que hasta ahora monopolizaba Podemos y su camino hacia posiciones más relevantes a nivel nacional parece inevitable. Ese ascenso le convierte también en un blanco político: UPyD les lanzó críticas punzantes, el PP oscila entre el temor a perder mucho voto y el contento por ver en el horizonte un posible aliado para pactos postelectorales, y Podemos prefiere no entrar en confrontación directa con un competidor que también utiliza el marco de lo nuevo.
José Manuel Villegas, vicesecretario general de Ciudadanos, y director de sus campañas electorales, ha explicado a El Confidencial la situación en la que se encuentra la formación liderada por Albert Rivera, cuál es su posición en el mapa político y cuál es el futuro que esperan.
PREGUNTA. La nueva política está de moda, pero todavía no hay una definición clara de en qué consiste. ¿Qué tiene Ciudadanos de nuevo?
RESPUESTA. Lo viejo viene dado por un sistema de partidos que ha estado muy protegido, muy cerrado en sí mismo, y por unas formas de actuar que han ido alejando a la gente. Lo nuevo es establecer una relación diferente con el ciudadano. Nosotros somos los asalariados de los votantes, no sus jefes. Hacemos un trabajo por el que nos pagan, un aspecto que define toda la relación.
Los partidos viejos no competían, simplemente esperaban a que el otro se equivocara y les llegara el turno de gobernar
P. Los nuevos partidos comparten un problema, el de la estructura. Podemos ha tenido que organizarse de arriba abajo, y Ciudadanos tiene una estructura asentada en Cataluña, pero no en el resto de España. Si se repara en los viejos partidos, se ve que sus organizaciones son una fuente inagotable de conflictos, con las baronías y las posiciones fuertes de poder en entornos locales. ¿Lo tenéis más fácil los partidos nuevos? ¿Qué problemas ha de afrontar Ciudadanos en este sentido?
R. Los nuevos lo tenemos algo más fácil, sí. En nuestro caso debíamos ampliar la estructura de partido y el problema que nos hemos encontrado es el de la velocidad. Hemos pasado de dos mil afiliados a veinte mil en poco tiempo, y ante un incremento así cualquier estructura se resiente. Nuestro reto es conseguir adaptar la organización a ese cambio sustancial, de forma que no se resientan los procesos democráticos. Tenemos que afrontar retos fundamentales en los próximos tiempos, y este es uno de ellos.
P. Lo es por varios motivos. Esta misma semana Rajoy llamaba al orden a sus barones, diciendo que ya valía de jaleo. El PSOE se mueve entre divisiones internas, incluso Podemos tiene sus problemas. Esas cuestiones de orden acaban siendo prioritarias en la vida del partido, ya que los dirigentes dedican más tiempo a los asuntos internos que a dar solución a las demandas de la gente.
R. Eso afecta mucho a las organizaciones políticas y acaba deteriorándolas o matándolas. Mirarse el ombligo en lugar de hacer lo que tienen que hacer, que es plantear propuestas a los ciudadanos, es un problema que se ha dado mucho en los partidos viejos y que se está enquistando, quizá porque los partidos viejos no competían, simplemente esperaban a que el otro se equivocara y les llegara el turno de gobernar. Lo que hacían sus cuadros era pelear por un puesto para estar bien colocados cuando les llegase la hora de volver al gobierno. Uno de los cambios que aportamos los nuevos partidos es que, al haber más competencia, estamos todos obligados a mirar más hacia fuera que hacia dentro. La única solución a ese problema es dotarte de buenas normas de funcionamiento, claras y adaptables. No puedes estar dependiendo de que la gente tenga una actitud u otra. Todo partido es un conjunto de personas y lo bueno y lo malo que tiene el ser humano se refleja en ellos. Por lo tanto, lo que hay que tener son estructuras y normas más eficientes que permitan solventar los problemas cuando aparezcan.
En Andalucía éramos la marca blanca del PSOE, ahora dicen que somos la del PP. Es buena señal
P. Ciudadanos vive un momento de notable ascenso, que pone sobre la mesa un problema, el de la identidad del partido. Tenéis que diferenciaros claramente del PP, en parte porque se dice de vosotros que sois la marca blanca de los populares, en parte porque cuantos más votantes pierda el PP, más ganaréis vosotros.
R. No estamos preocupados por las etiquetas. Sirven para que te ubiquen, pero intentamos funcionar sin ellas. Nuestro deseo es hacer algo más difícil, pero que si cuaja es mucho más interesante, como es que se nos conozca por nuestras propuestas. Lo que hagan o digan los demás partidos no nos preocupa: en Andalucía éramos la marca blanca del PSOE, ahora somos la del PP… Es buena señal, porque quizá sea que ocupamos una posición centrada, que es en la que están la mayoría de los españoles. Nosotros optamos por no etiquetarnos, que es una solución más compleja, pero al final decidirán los ciudadanos, y nos dirán en qué lugar está cada cual.
P. Una de las metas de Podemos es sobrepasar al PSOE, que puede ser su competidor directo. A Ciudadanos le ocurre algo parecido, porque si pretende ser un partido liberal para mayorías tiene que pelear por ese espacio con los populares. ¿Vais a sobrepasar al PP?
R. Sí, vamos a superarles. Si competimos es para ganar y aunque en estas circunstancias se vea como una posibilidad lejana, creemos en ella firmemente. Vamos a sobrepasar al PP y al PSOE, porque no competimos sólo con los populares, también nos llegan votantes de los socialistas. Hay un problema de análisis, porque todas las encuestas se referencian al recuerdo de voto de las últimas elecciones generales, donde el PSOE se quedó en los huesos, y tres millones de votos centrados votaron al PP para sacar a Zapatero. El PP tuvo mucho voto, pero no venía de sus electores fetén de toda la vida, sino que pertenecía a ese ciudadano centrado que impera en España y que ha dado mayorías absolutas a uno u a otro, según el momento. Creemos que nosotros vamos a ser la formación que canalice ese voto. La intención no es estar por delante del PP sino ganar las elecciones generales.
Quien diga que no va a pactar nunca con este o con el otro está mintiendo, porque no va a haber otra forma de gobernar
P. Para ese objetivo, la política de pactos a la que todo el mundo parece que se va a ver abocado es de doble filo. Formaciones que pactaron, como la de Bayrou en Francia, la de Clegg en el Reino Unido o, en otro sentido, IU en Andalucía, se están convirtiendo en irrelevantes. Fueron una ayuda para el gobierno y acabaron fuera de juego. A vosotros os puede tocar ejercer de bisagra en muchos sitios. ¿Es un peligro grande, no?
R. Vamos asumiendo retos y este es uno de ellos. No va a haber escenarios de mayoría absoluta, de modo que quien diga que no va a pactar nunca con este o con el otro está mintiendo, porque no va a haber otra forma de gobernar. Nosotros no vamos a estar en un gobierno que no dirijamos. Podremos llegar a acuerdos para políticas concretas, o para dar estabilidad con base en programas cerrados y evaluables, pero no buscamos sillas ni estaremos en ministerios. Esa ha sido nuestra línea y la mantendremos.
P. En este contexto, un pacto PP- PSOE es arriesgado y no parece imaginable un pacto PP-Podemos. Ciudadanos es un partido más amable, por decirlo así, para llegar a acuerdos. Pero quizá eso pueda perjudicar a la larga a vuestra formación…
R. No excluimos el pacto con ningún partido y lo haremos con base en las propuestas. Cualquier acuerdo resultará criticable, y habrá gente que lo entienda y gente que no, pero es parte de la responsabilidad que tendremos que asumir con nuestro crecimiento. Tendremos que tomar decisiones y las tomaremos.
No podemos seguir haciendo lo mismo que los últimos 30 años, eso está ya acabado. Necesitamos más democracia, participación y transparencia
P. Entendiendo que los procesos llevan tiempo, ¿cree que en la política española los viejos partidos se deslizan por la pendiente y que los nuevos partidos van irremediablemente hacia arriba? ¿O esta tendencia es reversible?
R. Estamos en un momento de cambio. Se necesita hacer política de forma diferente a como se estaba haciendo hasta ahora. Los partidos nuevos estamos proponiendo políticas nuevas, y lo que está por ver es si los partidos viejos pueden adaptarse y sumarse a esas políticas. No podemos seguir haciendo lo mismo que los últimos 30 años, eso está ya acabado. Necesitamos afrontar reformas, de modo que haya más democracia, participación y transparencia. Los partidos nuevos lo haremos, y habrá que ver si los viejos van a ser capaces de estar ahí también.
P. Todos los partidos compiten por representar el cambio, salvo el partido en el gobierno, que ofrece continuidad. Ciudadanos ofrece un cambio tranquilo, Podemos un cambio real, el PSOE el cambio de algo que no ha definido bien aún…
R. Están en ello.
P. Pero parece claro que el que logre representar el cambio tendrá la campaña hecha. ¿Cuál es el que lo tiene peor?
R. Lo tiene muy mal el partido que está gobernando con mayoría absoluta y que con todas las circunstancias a favor no ha afrontado esos cambios. Esa bandera no la va a poder enarbolar. En cuanto a los demás, la credibilidad del PSOE está bastante tocada, porque ha sido parte de ese proceso que nos ha traído hasta aquí, y porque en los sitios donde gobierna no se han visto cambios o reformas en la línea que está pidiendo la gente. Los partidos viejos tienen que evolucionar mucho si quieren ser protagonistas de esta época de cambio. Si no lo hacen, quedarán excluidos por la sociedad.
Hay que hacer una nueva Transición, con un cambio en las estructuras que nos permita tener otros 30 años de convivencia democrática
P. Sí, pero los partidos viejos tienen estructura, tienen poder, tienen relaciones forjadas, que es de lo que carecen los nuevos partidos. Eso no se derriba pronto, y a lo mejor no se derriba. Quizá estén tocados, pero aún están en mejor posición que los nuevos, ¿no?
R. Los resortes del poder están en manos de los partidos que gobiernan, que son los que tienen sus relaciones. Pero esa situación de no adaptación e inmovilismo, que provoca graves tensiones, está siendo percibida por mucha gente, medios de comunicación y empresarios incluidos, como un riesgo. El riesgo no es que haya partidos nuevos, sino que si no se da salida a esta situación de inmovilismo causada por los viejos, el estallido puede ser peor de lo esperable. Hace falta una alternativa, un cambio tranquilo y una transición. Nuestras propuestas van por ahí, y teniendo presente la dificultad de desbancar al que está arriba, somos optimistas, y creemos que vamos en la línea de lo que que marca el signo de los tiempos. Ha llegado el tiempo del cambio otra vez, y hay que dar un paso adelante y hacer una Transición y un cambio en estructuras que nos permita avanzar otros 30 años en convivencia democrática.
P. Desde UPyD se decía que había intereses económicos poderosos tras Ciudadanos. También se os acusa de ser el partido del IBEX 35 y la opción preferida de las élites.
R. No sé lo que piensan las élites. Soy el director de las campañas electorales y aún estoy esperando a ver ese cariño que nos tienen las élites y que todo el mundo anuncia. Miro la cuenta de donaciones y no veo que se mueva.
P. A Podemos se le trató con cierta simpatía hasta que se comprobó que era un rival electoral serio, y empezaron a lloverle los ataques de todo tipo. A Ciudadanos le puede ocurrir igual. Ahora estáis en un momento bueno, se os trata bien, pero los votos que vuestra formación ganen otros los perderán, de modo que es previsible que esa simpatía se acabe pronto. ¿Está Ciudadanos preparado para la guerra sucia?
R. Creo que no, no estamos preparados para la guerra sucia. Estamos preparados para confrontar ideas. No sé por dónde puede venir la guerra sucia, pero desde luego somos una víctima fácil, porque no tenemos idea de manejarnos en ese nivel. Esperamos que la guerra sea limpia, política y de confrontación de ideas.
CADA VEZ LO VEO MÁS CLARO LAS GENERALES LAS VA A GANAR PODEMOS O CIUDADANOS, LA GANTE ESTÁ CANSADA Y LOS PARITDOS POLÍTICOS TRADICIONALES NO SE HAN REGENERADO , LLEVAN IMPUTADOS EN SUS LISTAS, LA GENTE NOS LOS VAN A VOTAR ,NO HAN ENTENDIDO EL MALESTAR CIUDADANO,NO VALE TODO Y LA FIDELIDAD DEL VOTO YA NO EXISTE A CUALQUIER PRECIO.
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