Iñaki Urdangarin ofreció hasta en cuatro ocasiones a su antiguo socio en el Instituto Nóos, Diego Torres, un trabajo en Telefónica Latinoamérica y 200.000 euros para costear los honorarios de su defensa a cambio de asumir una "mayor cuota de culpa" ante el juez y el fiscal para evitar que el yerno del Rey pisara la cárcel. Así lo han revelado a El Confidencial fuentes muy cercanas a la investigación judicial del caso Nóos, que han señalado al abogado del yerno del Rey, Mario Pascual Vives, como el encargado de trasladar a Torres la propuesta de su cliente.
El marido de la infanta Cristina de Borbón anunció en agosto de 2012, ocho meses después de su imputación en el caso Nóos, que abandonaba su cargo de consejero en Telefónica Internacional tras haber solicitado una "excedencia temporal" a la multinacional española. En un comunicado difundido desde Washington, donde aún residía en ese momento –luego regresó a Barcelona y ahora vive con su familia en la ciudad suiza de Ginebra–, Urdangarin afirmó que adoptaba esa decisión "ante la posibilidad de que el procedimiento judicial abierto" en los juzgados de Palma "pudiera tener alguna incidencia negativa" para la compañía.
Pese a los reiterados intentos de este diario por conocer su versión de los hechos, Pascual Vives ha preferido guardar silencio. Telefónica, por su parte, asegura ignorar que Urdangarin hubiera ofrecido a Torres un cargo en la compañía como moneda de cambio por su autoinculpación, según aseguran portavoces oficiales, mientras que el exsocio del duque de Palma ha respondido con un lacónico "sin comentarios" a las preguntas de este diario para conocer más detalles de esos contactos.
En su declaración ante el juez José Castro, instructor del caso Nóos, y a preguntas del fiscal, Pedro Horrach, Torres afirmó en febrero del pasado año: "El señor Mario Pascual, aquí presente, es el que me ha hecho personalmente esta propuesta, y yo le he dicho que no, de ninguna manera, por muy desesperado que esté. Ni por un puesto de trabajo ni porque me paguen al abogado voy a decir algo que no sea cierto". Sin embargo, el exsocio de Urdangarin en el Instituto Nóos evitó revelar al juez y al fiscal los detalles de aquel intento de comprar su voluntad, a los que ahora ha tenido acceso este diario.
Pascual Vives se reunió en cuatro ocasiones con el abogado de Torres, Manuel González Peeters, para trasladarle la propuesta de Urdangarin. En uno de esos encuentros, celebrado en 2012 en el despacho de González Peeters en la calle Pau Claris de Barcelona, participó también el propio Torres. Las otras tres reuniones tuvieron lugar en dos locales cercanos al despacho de aquel y en una cafetería próxima a la estación de ferrocarril barcelonesa de Sants. En todas esas citas el mensaje de Pascual Vives fue idéntico: el exsocio de Urdangarin obtendría un puesto muy bien remunerado en Telefónica Latinoamérica y el pago de los honorarios de su abogado a cambio de su silencio y de autoinculparse ante el juez.
Diego Torres, exsocio de Urdangarin. (EFE)La última de esas cuatro reuniones se celebró en febrero de 2013, sólo unos días antes de que Torres declarase como imputado ante el juez Castro. Para entonces ya se habían filtrado a los medios de comunicación decenas de correos electrónicos que revelaban la presunta implicación de Urdangarin en la captación de fondos para el Instituto Nóos y su desvío a sociedades instrumentales y paraísos fiscales, además de poner en entredicho el supuesto desconocimiento de la Casa del Rey acerca de los oscuros negocios de aquel. Ese último intento de Pascual Vives, casi a la desesperada, también se estrelló contra el rechazo de Torres y su abogado.
Ya no hubo más tentativas. Pocos días más tarde, el 16 de febrero del pasado año, Torres comparecía ante el juez Castro para prestar declaración. Durante el interrogatorio, el fiscal le preguntó por una información publicada en El Mundo que le acusaba de haber extorsionado a Urdangarin, al que supuestamente habría reclamado 10 millones de euros a cambio de autoinculparse. "Ultrajante, definitivamente no", respondió el ex número dos del Instituto Nóos. "Es mentira, absolutamente mentira. Es más, lo que sí sé es que ha habido personas que se han acercado a mi abogado, incluso a mí, a hacernos ofertas de este tipo".
"A mí se me ha ofrecido trabajo y que se me remuneren los honorarios de mi abogado", prosiguió Torres, "a cambio de asumir mayores cuotas de responsabilidad". El fiscal Horrach le preguntó entonces: "¿Y quién se lo ha ofrecido?". El exsocio de Urdangarin, en presencia de Pascual Vives y otros abogados que seguían atentamente la declaración, replicó: "No sé si es conveniente decir esto, me siento incómodo...". Pero Horrach insistió varias veces, advirtiéndole de que no podía "tirar balones al aire". Hasta que Torres cedió a la presión del fiscal y acusó directamente al abogado del yerno del Rey.
COMENTARIO:
Es evidente que telefónica y la Casa Real tienen conexión directa, de ahí el contrato del sinvergüenza de Urdangarín...esta gente se chotea del juez y de los españoles constantemente con tal de enriquecerse.
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