Portugal recordó ayer, por si alguien lo había olvidado, que la crisis del euro continúa con vida. El vendaval político desatado en el país luso, con las sucesivas dimisiones del ministro de Finanzas, Vítor Gaspar, y del ministro de Asuntos Exteriores, Paulo Portas, amenaza con derrumbar el Gobierno de coalición del primer ministro Pedro Passos Coelho. Portugal, el tercer europaís en pedir el rescate allá por abril de 2011, vuelve a estar contra las cuerdas. Y como viene ocurriendo desde 2010, la onda expansiva de los problemas lusos se trasladó al resto de los periféricos. España también recibió lo suyo, y con motivo, puesto que los bancos españoles concentran 1 de cada 2 euros -para ser exactos, algo más, el 52,3%- del riesgo que el conjunto de la banca europea tiene en la deuda portuguesa.
Según los datos publicados por el Banco Internacional de Pagos (BIP) a comienzos de junio, las entidades españolas tenían una exposición a la deuda lusa de 73.423 millones de dólares (56.447 millones de euros al cambio actual) a finales de 2012, cuando el volumen de toda la banca europea asciende a 140.241 millones (107.814 millones de euros). Ampliando el foco, la banca española acapara el 43% de la exposición de la banca mundial, que alcanza los 171.510 millones de dólares (131.797 millones de euros). Esos datos recopilados por el BIS incluyen tanto la exposición directa -inversión en deuda pública y privada- como indirecta -a través de derivados y otras garantías o compromisos de crédito-.
Esa cantidad sitúa al sector financiero español como el más expuesto a los riesgos de Portugal. Y con mucha distancia, porque los siguientes son el alemán, con 21.670 millones de dólares; el británico, con 17.193 millones de dólares; y el francés, con 17.056 millones de dólares.
Vasos comunicantes en acción
Estos lazos provocaron que el contagio corriera ayer como la pólvora por los vasos comunicantes que vinculan a España con Portugal. En la medida en que la deuda lusa sufre, lo hacen los bancos y la deuda pública española. Como muestra, las mayores ventas de bonos dentro de la Eurozona se vieron ayer, por este orden, en Portugal, Grecia -que sigue negociando con la troika el siguiente tramo de su segundo rescate- y España. Y como consecuencia de esas ventas, las súbitas subidas de sus rendimientos, que repuntan cuando el precio de los títulos baja.
La rentabilidad de los bonos portugueses a 10 años se disparó del 6,72 al 7,46%, el nivel más alto desde diciembre de 2012; la de los griegos, del 11,10 al 11,59%; y la de los españoles, del 4,62 al 4,76%. Como evidencia del peor comportamiento relativo que experimentó ayer la deuda española en comparación con otras, la prima de riesgo entre los bonos españoles e italianos se amplió de los 18 a los 27 puntos básicos.
La misma mecánica se observó en los seguros de crédito para cubrirse del impago de los países (CDS). El de Portugal subió en 85 puntos básicos, hasta los 495; el de Grecia, en 50 puntos, hasta los 1.355; el de España, en 21, hasta los 296; y el de Italia, en 20, hasta los 294 puntos básicos.
Panorama volátil
El castigo de ayer, alimentado por esa conexión entre los bancos españoles y la deuda portuguesa, amenaza con abrir otra etapa difícil en los mercados. Porque, como aditivo, el círculo vicioso del riesgo bancario y el riesgo soberano continúa vigente, de ahí que la exposición del sector financiero también se filtre a la deuda pública.
Y más que puede filtrarse si se confirman las previsiones de los analistas. "Es más que probable que Portugal, sometido a una gran presión económica derivada de la falta de crecimiento, un sector público abotargado y más de una década de crecimiento cero, vea caer a su gobierno en las próximas 48 horas, a pesar de que su Primer Ministro, Pedro Passos Coelho, asegure que no va a dimitir", augura Steen Jakobsen, economista jefe de Saxo Bank. Y anticipando un periodo de incertidumbre, añade: "Portugal pedirá un segundo rescate en los próximos seis meses en cuanto la realidad de la falta de progreso económico incline definitivamente la balanza por encima de la capacidad de los políticos para ganar tiempo". "Existe un riesgo material de que el Gobierno portugués caiga y que esa situación desemboque en unas nuevas elecciones y potencialmente en una extensión del programa del Fondo Monetario Internacional (FMI)", coinciden los expertos de Royal Bank of Scotland (RBS), quienes también vaticinan que "los intereses de la deuda estarán volátiles durante el verano".
Ampliando la perspectiva más allá del territorio luso, Andrew Cormack, gestor de fondos de Western Asset, la gestora especializada en renta fija de Legg Mason, sostiene que "el reciente incremento de la volatilidad es simplemente otro síntoma de la crisis actual, consistente en un hartazgo con respecto a la austeridad en la periferia que está conduciendo a crecientes niveles de malestar social".
Menor en volumen, mayor en proporción
Con estos riesgos acechando, los últimos datos facilitados por el BIS ratifican que las entidades españolas han tenido más difícil desvincularse de Portugal que los bancos de otros países. Porque, a su vez, esas estadísticas revelan una de las tendencias derivadas de la crisis del euro: la carrera de los bancos para reducir su exposición a los países protagonistas de la crisis de la deuda soberana. En el caso portugués, el riesgo total de la banca mundial se ha reducido en casi 115.000 millones de dólares (88.380 millones de euros) desde finales de 2009, es decir, es un 40% menor; centrando el prisma en la banca europea, el recorte ha sido del 41,7%.
La banca española no ha sido ajena a este proceso, ya que también ha recortado su volumen... aunque en menor proporción que otros. Hace cuatro años, su exposición ascendía a 86.083 millones, casi 13.000 más que ahora, con lo que le ha dado tiempo a dar un tijeretazo del 15%. Como este recorte ha sido sensiblemente inferior al de la media del sector, el peso de la exposición de las entidades españolas se ha disparado hasta el 52,3% de finales de 2012.
COMENTARIO:
VIVIMOS EN UN PAÍS DE LOCOS SIN LÍMITES, QUE JUEGAN CON NUESTROS AHORROS SIN NUESTRO PERMISO Y EXENTOS DE RESPONSABILIDAD POR LEY GUBERNAMENTAL¿QUÉ POSEEMOS? NADA ¿ESTO NO ES UN VERDADERO COMUNISMO A LA ESPAÑOLA EN BENFICIO DE LOS RICOS? Los políticos y banqueros españoles no tienen remedio. Ahora resulta que no es solo España sino que se han empantanado en mas sitios.
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