"Cuando Pedro Sánchez dice que no va a pactar con Bildu para luego verse sometido a la dictadura de la aritmética parlamentaria y, por tanto, obligado a desandar el camino emprendido, cae en riesgo discursivo estratégico con la finalidad de obtener rédito electoral". ("La verdadera cara de la mentira política", LNE, 7.11.25). Mentiría yo si no reconociera que la lectura del párrafo precedente me deja con la cosa hecha un lío.
Casi entiendo mejor al propio Sánchez cuando afirma que lo suyo no son mentiras, sino "cambios de opinión". Y, desde luego, entiendo mejor a Alsina cuando le pregunta a Sánchez: "Presidente, ¿por qué nos ha mentido tanto?". En esta legislatura, que iba a ser "la de la vivienda", la verdad se ha vuelto un concepto problemático; para entenderlo, tendríamos que hacer un máster en alguna de esas cátedras extraordinarias.
"¿Tu verdad? No, la Verdad, / y ven conmigo a buscarla. / La tuya, guárdatela." Qué antigualla citar a Machado a estas alturas. Sánchez, no te cortes: mentiras, las que hagan falta. A los tuyos siempre les parecerán pocas.
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