NOCHES EN EL VIEJO HUCA.OVIEDO.
Me permito escribir este texto una vez leídas las afirmaciones vertidas en su periódico y en otros medios por la delegada de Gobierno, la señora Adriana Lastra, haciendo referencia a que en el antiguo HUCA no hay problemas de inseguridad.
No solamente existen realmente, además de problemas de inseguridad también existen problemas de insalubridad, no permiten el descanso de los ciudadanos que residen en la zona, traspasando todos los límites permitidos por norma; que vayan y midan los decibelios que se soportan de lunes a domingo una vez que cae la noche.
Por supuesto que existe control por parte de la Policía, una vez que varios vecinos tienen que dar aviso telefónico por lo insoportable que es, pero así como acuden cesan los ruidos y una vez que las fuerzas de orden público se van, comienzan de nuevo. Se ve que aquellos que realizan algunos hurtos, según la señora Lastra, están bien organizados.
¿Cómo se puede decir que hay algunos hurtos y que puede entrar gente?
Señora Lastra, y ahora me dirijo a usted personalmente, la invito a que permanezca tan solo 15 minutos en esa zona y comprenderá cómo mi nieta de tan solo 20 meses se despierta aterrorizada por los ruidos que se producen, cómo personas que se levantan a las cinco y las seis de la madrugada para acudir a su trabajo no pueden conciliar el sueño, cómo roedores, lo que comúnmente se llaman ratas, de considerable tamaño y que a nadie gustan, campan a sus anchas.
Ahora bien, si no desea permanecer ese tiempo allí, también le puedo enviar una pequeña muestra de audio para que compruebe en parte dicha situación.
Ese lugar privilegiado de Oviedo, esa zona con mucho futuro como usted indica, espero que no siga siendo un vertedero, que las administraciones se pongan manos a la obra y que los niños del barrio no tengan que esperar a llegar a la Universidad para ver que no es un proyecto, sino una realidad.
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