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martes, 30 de agosto de 2022

SIRENAS MUDAS.por José Ángel Miyares Valle.


 

SIRENAS MUDAS.

Hoy nidos de cigüeña en las viejas chimeneas

Sirenas silenciadas por el paso del tiempo

Ayer ruido de máquinas, gritos de trabajadores

Bullicio ir y venir de tareas, sudores, frio

Señales de vida, trabajo, pan para hijos

Hoy silencio, silbidos del viento en los

Viejos ventanales, desvencijados, y más silencio

Murmullo del viento en distintos tubulares

Con sintonías lúgubres susurrando angustioso socorro

Deslizándose por entre el ventanal y rendijas´

Aposento de murciélagos señales decadentes

Silencio. Sombras, oscuridades semejantes 

A tumbas, cofres del olvido de leyendas ocultas

Croar de cigüeñas y polluelos que hacen

Ejercicios de vuelo desde sus atalayas

Cañas de las chimeneas paso de humos

Ahora sombreros gigantes, cobijo de amor y vida

Atalayas perdidas en el espacio

soportes de los grandes nidos de cigüeña

Portadora de vida, de niños que venían de París

Ahora niños que vienen de océanos lejanos

Sembrados de muerte inocente, varados en playas

Tumbas de sueños, silencio mensajero de duelos

Todo es nostalgia misterio, decadencia de tiempos pasados

De la gran Veguellina de Órbigo industrial, bullanguera y festera

Llena de vida, ilusiones, lugar de veraneo.

 tierras bañadas por el gran rio Órbigo

Azucarera de tan ilustre villa, hoy silenciada en ruinas

Solo alborotado en época de crianza por las cigüeñas

 8 nidos sombreros de chimeneas, mas vuestra llegada

Traen alegría de primavera verano y vuestra marcha mayor tristeza

Cuantos sueños ocultos tras las viejas paredes de la fábrica

Misterio, susurros y voces de alegrías, rezos y blasfemias.

Hoy tu silencio impresiona, tu majestuoso edificio,

Fenece en ruinas anunciadoras a de muerte segura.

La especulación símbolo de olvido sin aparente dueño

Te has convertido en una gran tumba silenciosa en ruinas

Una vez más el ser humano egoísta te ha olvidado,

al no haber negocio a la vista

El romanticismo ha muerto, tu eres su testigo,

refugio de cigüeñas y mensajera de la decadencia.

José Ángel Miyares Valle.

 

 

 

 

 

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