Nueva ronda de contactos entre Rusia y Ucrania repletos de incertidumbre
Rusia ve innegociable el Donbass y exige a Kiev que se pliegue a su demanda
La invasión rusa en Ucrania cumple 37 días. La desconfianza planea sobre las conversaciones que se reanudan este viernes entre las dos delegaciones por videoconferencia en busca del cese de las hostilidades. Centradas en el marco de paz que Kiev presentó el miércoles y que Moscú calificó, a su término, el diálogo como constructivo, al día siguiente en un nuevo giro, dijo que no se había producido ningún avance. La cuestión territorial parece ser uno de los principales escollos entre ambas partes, así como la petición de Ucrania de contar con garantías de seguridad de varios países, entre ellos, EE.UU., Polonia, Reino Unido o Israel, a cambio de renunciar a entrar en la OTAN.
La esperanza está puesta en la salida de la población de la destruida ciudad de Mariúpol, principal objetivo de Vladímir Putin, donde más de 100.000 personas permanecen aun en condiciones infrahumanas en una ciudad en ruinas, a la espera de comenzar a ser evacuadas a partir de hoy en alguno de los 45 autobuses que su gobierno ha puesto en marcha para huir del horror de la guerra, tras el alto el fuego anunciado por Rusia.
Mientras varios países que dependen del ruso, se negaron a acatar el decreto de Putin, que exige a los compradores 'enemigos' a pagar en rublos la transación a cambio de quedarse sin suminstro, un extremo que Alemania calificó de «chantaje», a pesar de que solo le queda gas para 90 días. Entretanto, las bombas siguen hablando.
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