Cinco claves para que nos cueste más barato llenar el depósito de gasolina
Siguiendo unas pautas de conducción y a la hora de repostar es posible que podamos ahorrar a la hora de realizar los repostajes
También existen algunas leyendas urbanas que prometen sacar más partido al litro de combustible, aunque no tienen base científica
Con el IPC por las nubes, los sueldos cada vez 'cunden menos' a la hora de llegar a fin de mes. Además los combustibles los podemos encontrar durante estos días con los precios más elevados de la historia. Es frecuente ver en estaciones de servicio la gasolina por encima de los 1,7 euros el litro y el gasóleo superando los 1,5 euros. Es decir, llenar el depósito de un automóvil con motor de gasolina puede costar más de 80 euros.
Aunque no hay fórmulas infalibles, más que nunca se hace necesario seguir una serie de pautas para intentar ahorrar al máximo, conseguir que no se dispare el consumo de combustible, e incluso repostar en las estaciones de servicios con mejores precios.
Para consultar los precios y localizar las gasolinas más baratas en tu entorno más cercano o a lo largo de la ruta que vayas a recorrer puedes PINCHAR AQUÍ y acceder al mapa interactivo del Geoportal de Hidrocarburos.
También puedes pinchar en ESTE OTRO ENLACE si quieres descargar en tu móvil la App desde la página oficial de la Sede Electrónica del Gobierno. Esta aplicación ofrece una búsqueda de estaciones de servicio localizadas en mapa con sus correspondientes precios. Facilita el análisis de la distribución de precios segmentados por provincias, tipo de combustible y/o productor distribuidor. Los gráficos son personalizables e incluye datos meteorológicos, incidencias de tráfico y otros datos de interés.
Además Google Maps, la aplicación de mapas propiedad del popular buscador estadounidense, dispone de una función que permite a sus usuarios compartir información sobre el precio que tienen los distintos tipos de combustible en cada estación. Para utilizarla, el usuario tan solo tiene que actualizar la 'app' a su última versión y pulsar sobre el icono «gasolineras» que aparece recogido en la parte superior de la pantalla junto a «restaurantes» o «supermercados». A continuación podrá ver cómo se despliegan todas las localizaciones de gasolineras cerca de su ubicación.
Según en RACE, como norma general la conducción en espacios urbanos es la que más rápido vacíe nuestro depósito. Esto se debe a que se realiza una conducción irregular, con continuos acelerones y frenadas, lo que no ayuda a conseguir una conducción eficiente y eleva las cifras de consumo sensiblemente.
Sin embargo en autopista el consumo es menor, precisamente porque se mantiene una presión constante en el acelerador y se pisa menos el freno. Eso sí, a medida que se aumenta la velocidad también lo hace el consumo, ya que el motor tiene que luchar contra la resistencia del viento. Por eso, además de que no es legal ir a más de 120 km/h, no es recomendable superar esta velocidad para mantener unas buenas medias de consumo.
Para reducir el consumo del coche podemos seguir estas recomendaciones:
La conducción debe ser tranquila. Evitar los acelerones bruscos y fuertes frenadas no solo nos permitirán ahorrar combustible sino que nos ayudarán a alargar la vida de los componentes de transmisión, suspensión y frenado de nuestro coche. Mantener una velocidad moderada es también muy importante a la hora de ahorrar combustible. A medida que se aumenta la velocidad del vehículo, el consumo de combustible no crece de forma lineal sino que lo hace de forma exponencial.
8. El arranque, la elección de marchas adecuada y la progresión de las mismas junto a una conducción racional, anticipada y adecuada a las condiciones de la vía y de la situación del tráfico permitirán conducir de forma más económica y con mayor seguridad. En ocasiones, levantarnos 5 minutos antes para acudir al trabajo nos permite evitar este tradicional y matutino atasco que aumenta nuestra factura mensual en carburante.
Cuanto menos pese el coche menos esfuerzo deberá realizar el motor para moverlo, y por lo tanto, también consumiremos menos. Si somos del tipo de personas que usan el maletero como un 'mini trastero' lo mejor que podemos hacer es vaciarlo de todo aquello que no sea indispensable para viajar o para los desplazamientos del día a día.
La baca, los porta esquís y porta bicis nos restan fuerza de avance (incluso cuando solo están instalados sin carga adicional). Cuando no los utilicemos para su cometido es mejor retirarlos de su ubicación ya que puede aumentar el consumo hasta en un 39%.
Viajar con las ventanas abiertas también ofrece una resistencia extra al avance del coche, lo mismo ocurre con la instalación de alerones y otro tipo de extras no realizados por personal especializado.
Otra de las claves consiste en utilizar neumáticos eficientes con capacidad de ahorro de combustible. Al igual que sucede con los electrodomésticos, los neumáticos t ienen un etiquetado reglado por las normas europeas, que conviene saber interpretar para así poder elegir el que más se ajuste a nuestras necesidades.
La etiqueta energética refleja gráficamente tres apartados. El primero está reservado a la resistencia a la rodadura: sus calificaciones van de la letra A, que representa la máxima aportación de la cubierta a la reducción del gasto de combustible del vehículo, a la G. Conforme a un coeficiente de resistencia a la rodadura o CRR, en una escala de la G a la A. La relación no es lineal, pero por cada letra que se añade en orden alfabético el neumático genera un consumo aproximadamente 0,5 l/100 km superior de media, lo que a la inversa viene a suponer un ahorro de un 7,5%.
La realización regular del mantenimiento del vehículo es básica. Un filtro de aire en malas condiciones y la utilización de un aceite no adecuado o con excesivos kilómetros aumentarán el consumo.
La instalación y utilización de potentes equipos HIFI o multimedia, que requieren un elevado consumo de energía, van a forzar a que el alternador reste potencia a la suministrada por el motor.
El abuso de la utilización de sistemas de aire acondicionado y climatizadores por debajo de la temperatura de confort, también penalizará el consumo.
Gracias a una conducción eficiente, el conductor conseguirá ahorrar en combustible y mantenimiento, ya que este tipo de conducción hace que el vehículo sufra un menor desgaste; aumenta la comodidad y disminuye la tensión en la conducción, ya que la forma en la que se llevan a cabo las maniobras durante la marcha evita cualquier movimiento brusco o frenazo; y recude la contaminación, disminuyendo los gases contaminantes y que emiten los coches, por lo que tiene un gran valor social y ambiental.
Leyendas urbanas
Una primera recomendación habitual para intentar ahorrar unos céntimos es la de llenar el depósito por la mañana temprano. La temperatura ambiente y del suelo es más baja. Todas las estaciones de servicio tienen sus depósitos bajo tierra. Al contrario pasa durante el día, cuando la temperatura del suelo sube y los carburantes tienden a expandirse. Por esto último, si se llena el depósito al medio día, por la tarde o al anochecer, el litro de combustible no será un litro exactamente. En la industria petrolera, la gravedad específica y la temperatura del suelo juegan un papel muy importante.
Técnicos del sector puntualizan sin embargo a ABC que «no es así, porque el contador del surtidor sólo mide volumen (que es la magnitud que se mide en litros) y no varía su lectura. Pero si, como consecuencia de su temperatura, tiene mayor peso específico, ese litro pesará más y aportará más energía, que es lo que en definitiva compramos en la gasolinera».
Según SPG Talleres, uno de los motivos por los cuales procuramos conducir con el depósito lleno es por aprovechar un precio adecuado de la gasolina. Sin embargo, tras hacer los cálculos del ahorro por litro y el coste por el sobrepeso, puede haber una diferencia en torno a 25 kilos entre un depósito mediado y otro completamente lleno.
Lo que sí es cierto es que un depósito lleno evita de forma más efectiva que la gasolina se evapore, ya que al haber menos espacio para el aire, ante un aumento de temperaturas la condensación es menor que si el depósito está bajo mínimos.
Cuanto más combustible haya en el depósito, menos aire hay en el mismo. El carburante se evapora más rápidamente de lo que se suele pensar. Por eso los grandes depósitos cisterna de las refinerías tienen techos flotantes en el interior, manteniendo el aire separado del combustible, con el objetivo de mantener la evaporación al mínimo.
Además, las bombas de combustible son eléctricas, por lo que si se encuentran totalmente sumergidas en el líquido, tendrán un mayor enfriamiento y con ello un mejor mantenimiento por sí solas.
Con el depósito vacío el coche pesará menos, pero si vamos casi en reserva el vehículo tendrá que utilizar el combustible depositado en la parte baja del tanque, donde puede quedar suciedad y restos de agua, polvo y otros componentes que pueden llegar a atascar el filtro que protege la bomba del depósito.
Otras recomendaciones para ahorrar combustible y no provocar daños al motor son, por ejemplo, evitar llenar el depósito cuando se están rellenando los tanques de la gasolinera ni inmediatamente después. Si se llega a la estación del servicio y ve un camión cisterna que está rellenando los tanques subterráneos de la misma, o los acaba de rellenar, se suele recomendar que se evite repostar en ese momento. La explicación es que al rellenar los tanques se remueve el combustible restante en los mismos y los sedimentos del fondo. Así que corre el riesgo de repostar combustible sucio. Sin embargo los técnicos expertos consultados por este periódico no están de acuerdo en esta última aseveración.
Finalmente, cuando llenes el depósito, se recomienda que no se apriete la manilla del surtidor al máximo, porque según la presión que se ejerza, la velocidad del surtidor puede ser lenta, media o alta. En este caso se recomendaría elegir el modo más lento para lograr ahorrar dinero.
Al surtir más lentamente, se crea menos vapor, y la mayor parte del vertido se convierte en un lleno eficaz. Todas las mangueras surtidoras devuelven el vapor a al tanque. Si se llena el depósito apretando la manilla al máximo un cierto porcentaje del líquido que entra en el depósito se transforma en vapor y vuelve por la manguera del surtidor al depósito de la estación. Con lo cual, consiguen menos combustible por el mismo dinero.
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