El brote inflacionista más agudo en 29 años
Lo más inquietante es que la crisis energética, que según los expertos remitirá a partir de la primavera, no estaba en el mapa de ninguno de los pronosticadores que auguran que este repunte de los precios será temporal
El salto de la tasa de inflación en octubre significa, en lenguaje llano, que si hace un año adquiriríamos 100 unidades de un bien con 100 euros, hoy ese mismo dinero apenas nos permite pagar 94,5. Los analistas insisten en que la culpa es del incremento de la energía y que la inflación subyacente -aquella que no tiene en cuenta la energía ni los alimentos- sigue controlada, pero España no vivía una situación similar desde hace 29 años. Lo más inquietante es que la crisis energética, que según los expertos remitirá a partir de la primavera, no estaba en el mapa de ninguno de los pronosticadores que auguran que este repunte de los precios será temporal. Los economistas se escudan en que es difícil introducir los cambios geopolíticos en sus cálculos, pero lo cierto es que, hasta ahora, la incidencia de estos hechos en los precios de la energía no es comparable con el ‘shock’ petrolero de 1973. También es preocupante la subida generalizada del precio global de los alimentos (un 33% interanual en septiembre, según la FAO). No es extraño entonces que Christine Lagarde, la presidenta del BCE, admita que el brote inflacionario está durando «más de lo esperado». Un lamento, claro, que no restituirá el poder adquisitivo a los ciudadanos.
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