TODOS PAGAMOS.

LOS ESCOLTAS DE LOS POLÍTICOS Y DEMÁS ARRIMADOS.

En España financiamos los escoltas y la seguridad a miles de personas y personajes. Los ciudadanos en general generan su propia seguridad asumiendo riesgos y precauciones con comportamientos decentes. "No la hagas y no la temas".

¿Por qué ese privilegio incluso para individuos de comportamientos más que indecentes?

Se comprende en algunos jueces y políticos comprometidos con causas de especial significado, donde tengan que lidiar con mafias o terrorismo. Pero de ahí a colocar detrás de cada cobardía individual varios policías o escoltas va un trecho. No es por el gasto (que también), ya que genera empleo; más bien es por discriminación con respecto al resto de mortales, que también viven cada día inmersos en una sociedad más agresiva, menos educada, menos concienciada y menos solidaria. El peligro está cada día, temer salir de casa por temor a ser agredidos es de cobardes. Ustedes los políticos y jueces deben crear los resortes penales suficientes para persuadir a los energúmenos de que nos les saldrá gratis complicar la vida a los demás.

Existen periodistas que también disponen de escolta, un anacronismo dentro de un país democrático y del primer mundo. También existe protección a políticos retirados de la vida pública; lo mismo otros profesionales que pasaron a la reserva; qué decir del Rey emérito y toda su familia, todos estos, deben asumir el riesgo de todo hijo de vecino que nadie les pone a su disposición escoltas para esconder su cobarde vida. Es más, quien quiera seguridad, que se la pague. Resulta de idiotas, nosotros asumimos los riesgos personales y familiares y pagamos la seguridad del Emérito cuando se daba la vida padre coleccionando queridas y millones, ya no digamos si además defraudaba al erario español. Incluso ahora que se fue se lleva varios escoltas pagados por todos nosotros. Realmente somos pazguatos.

Muchas cosas tienen que cambiar. En España, por desgracia, hemos sufrido el terrorismo de ETA, que justificaba todos esos escoltas; ahora no existe ese riesgo, el Emérito y demás políticos jubilados deberán asumir como todo hijo de vecino su propio riesgo y seguridad.